Capítulo 22

2.6K 222 7
                                    

Celebramos el entierro y el funeral de la yaya. Lo bueno de todo es que vi a toda mi familia, pude abrazarlos, y preguntarles como estaban. Me recordaba tanto a cuando éramos pequeños y nos reuníamos cada semana en una casa, para juntarnos todos los primos y liarla parda.

No he ido a trabajar toda la semana. Mike me dijo que Craig no dormía por las noches y pedía verme. Puntos a mi favor. Lo malo es que he tenido que alargar mis "vacaciones" y Ángel se estaba preocupando, me llamaba cada dos horas para saber si estoy bien, a parte de los constantes mensajes que me enviaba. Realmente no entiendo porqué está tan pesado. Lo bloquearía de no ser que necesito saber de Mohammed

<<También necesitas saber de él, mentirosilla>> Subconsciente, cállate y haznos un enorme favor.

Echo de menos a Mohammed, quise verlo antes de irme, pero me dijeron que no quería ver a nadie. Su juicio era dentro de unas dos semanas más o menos, así que tenía que terminar mi trabajo cuanto antes para ir a su juicio. Personalmente, creo que Ángel es un gran abogado. Porque consiguió sacar al padre de brahim, devolverlo a su trabajo sin cargos, y conseguirle una pequeña paga de recompensa por los daños. Muy inteligente la verdad...

<< A parte de guapo, atractivo, atento, detallista, con sentido del humor, una familia envidiable, Estudiante del año...>> Subconsciente ¿Porqué no te callas?

Me dirigía hacia la sala de interrogatorios, cuando Mike me detuvo.

— Melek, creo que hay un fallo. Craig no es Maroon— cogió unas fotos de la mesa— justo el día de la muerte de Maroon, Craig apareció en las cámaras de vigilancia de varias tiendas de la ciudad con su novia, por aquel entonces. 

Me estaba quedando en piedra, habíamos creado una hipótesis en bases de una investigación incorrecta. Aquel inspector estaba en problemas

— No quiero pensarlo Mike, pero podemos encontrarnos con un Inspector corrupto ¿Y si Maroon fue quién los mató, y para encubrirlo Craig se mostró culpable?— Mi corazón late con fuerza, al saber que puede que esté torturando a alguien inocente. 

— Melek, eso sólo lo sabe él. Pregúntale.

Sin pensármelo dos veces entro a la sala, donde lo veo sentado con semblante serio. Lleva unas ojeras enormes y oscuras bajo los ojos, la barba le ha crecido, y parece que ha descuidado un poco su higiene personal. 

— Deberían darte más jabón en la cárcel— digo a modo de saludo

— Sí, yo muy bien gracias. Por lo que veo tú no ¿Te hizo daño?— su pregunta en un principio parecía irónica, pero luego, tras ver su gestualidad preocupada, decido responder 

— Ese es mi esposo

— No tiene derechos sobre ti

— Craig, agradezco tu preocupación, pero no estoy aquí para hablar de mi. Cuando salgas de la cárcel, quedamos a tomar un cafetito y conversamos sobre mi esposo— me siento enfrente suya. Él me mira sorprendido, estaba dando por echo de que iba a salir— ¿Quién es Anthony Maroon?

— No lo conozco— Mira al suelo, mentira detectada

— Yo sí, el señor Maroon vino hace algunos días al centro de inteligencia prestando su testimonio. Dijo que te vió dispararles, pero que no lo dijo antes porque tenía miedo, ahora que es algo mayor, dice que le da igual morir a manos de gente criminal

— No puede ser, Anthony murió hace años

— ¿Mejor amigo?—me mira sonriendo arrogantemente— ¿Hermano?— me sigue sonriendo pero ahora su mirada se ha posado en las cámaras de seguridad

Su hermano, ¿venganza por su hermano?

— ¿Porqué lo hiciste Craig?— digo en un tono cansado

— ¿Quieres saberlo, MELEK?— enfatiza en mi nombre. Asiento a su pregunta— Porque al igual que tú, ellas eran débiles. No merecían vivir, porque vivían bajo el poder de un hombre. Y si me dieran la misma pistola, juro que llenaría tu cuerpo de plomo

— Stephen, el amor no es...

— El amor nos esclaviza, hace que cambiemos cosas por la persona que queremos, hacemos que la otra persona haga lo que queremos, y no haga lo que no queremos— me interrumpe.

— No olvides que tú también estuviste enamorado, te casaste con tu esposa, y tuviste un hijo ¿a eso llamas esclavitud?

Me mira directamente, no creo que vaya a responder, y creo que así está mejor. Me levanto, dejando la foto de Maroon, que era igualito a él, y salgo de la sala.

— Claro Señor. Iré ahora mismo. Espero que se cumpla la justicia— decía Mike mirando al portátil. Lo cierra y me mira sonriente— Tenemos algo nuevo. Un superviviente, compañero de Maroon, nos espera con una taza de té a unos 200 kilómetros de aquí. 

Sonrío satisfecha. 

* * *

Bajamos del coche, en un pequeño pueblo. Una pequeña casa, con un bonito jardín, donde un hombre de unos 55 años nos sonreía con una taza de té.

— Bienvenidos— dice una mujer desde la puerta. Nos indica que pasemos, mientras entra a la casa.

Nos sentamos con el amable señor, que nos contó algunas anécdotas de la guerra,  mientras la señora nos trajo un té. 

— Maroon era muy testarudo— decía— un hombre fuerte, con carácter y bastante respetado entre sus compañeros. Lo llamaban el plomo, porque un día se atrevió a dispararse a sí mismo por una chica que intentaba huir— Mike y yo lo miramos extrañados— Hija, no me siento muy orgulloso de ello. La guerra es muy dura, y me enseñó cosas muy importantes, entre ellas el respeto

<< Había una cosa, que hacíamos por diversión más que otra cosa. Y era ir de cacería. Consistía en ir a los pueblos pobres y tirarnos a sus mujeres. Pero Maroon nunca iba, hasta que un día el jefe le dió a elegir entre ir de cacería o dejar el ejército, y El plomo se disparó en el hombro para luego decir que la chica le disparó>>

<< Después de unos meses escuchamos que que quería casarse con una mujer Afgana, qué casualidad que era la misma chica que le "disparó". El jefe le dijo que estaba de servicio, que no podía hacer eso, pero Maroon desobedeció y se fue a vivir con ella. Una mañana encontraron su casa en ruinas y sus cuerpos quemados>>

Mi cuerpo se estremece ante tal imagen. Miro al anciano arrugado delante de mi, cuyos ojos se humedecieron. En ese instante sentí la mano de Mike sobre la mía, alzo la mirada y veo su sonrisa tranquilizadora. 

— Una experiencia estremecedora, sin duda— Mike se puso en pie, con nuestras manos aún cogidas— muchas gracias por su ayuda señor

— Denada hijo, y espero que sean felices— dice levantándose a estrechar nuestras manos.

Mi cara se pone roja, pensó que somos pareja.

— Señor, nosotros no...— suelto la mano de Mike que me mira confundido— Nosotros solo somos compañeros de trabajo

El señor asiente y me tiende la mano, para luego hacer como si olvidara que soy musulmana y bajar la mano mientras asiente comprensivo.

— Que tengan un buen día— se despide la mujer, a la que estrecho en un abrazo.

Ella me corresponde, con tal cariño que mis ojos se humedecieron. Recordé los cariñosos besos de mi madre

***************************************************************************************

Uno más, ahora me voy a estudiar, y pronto subiré el próximo capítulo. Hasta entonces, sed felices!!

Ah y no te olvides de darle a la estrellita esa de abajo, dejar un comentario Y COMPARTIR con tus amigos para darme má apoyo y amor!!!

La Chica del Hijab ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora