Tu cepillo de dientes

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-No quiero ser borde, An, pero vete acostumbrando. Porque esto ya lo hemos empezado- pausó unos segundos y se sentó frente a mi, mirando al suelo. - entenderé perfectamente si quieres pararlo. Ahora estás a tiempo.

Le cogí la barbilla para que me mirara a los ojos.

-Ni de coña.

Soltó el aire tranquilo y sonrió satisfactoriamente mientras apretaba mis manos.

-Gracias.
-¿Por qué?
-Porque quiero intentarlo, Angel.- Me senté en su regazo y lo abracé por el cuello. - Bueno, y, a parte del incidente de las cámaras, lo del jardín estuvo bien, ¿no?

Me reí y le di un puñetazo en el hombro. Él me siguió el juego haciendo como que le dolía mucho.

-Me va a explotar la cabeza.
-Y a mi..

Dejamos pasar el tiempo y los días. Y así, llegó el 4 de enero. Ashton nos invitó a pasar unos días en su casa de la montaña y en ese momento, me encontraba metiendo las maletas de ropa en el maletero del coche. No llevaba muchas cosas, pero como la casa estaba en la montaña, necesitaría ir abrigada, y la ropa de invierno abulta el doble que la de verano. Como de costumbre, íbamos en dos coches. Uno lo conducía Ingrid, y otro Ash. Nos dividimos por grupos, Luck en un coche, y 5sos en el otro. El camino fue algo monótono. Hablábamos entre todos por manos libres, incluso dormí un rato. Tardamos como dos horas y media en llegar. Cuando bajé del coche apenas me respondían las piernas.

La casa era preciosa, de piedra y madera. Estaba en medio de la nada, teníamos árboles a todos los lados, césped y arbustos. Sin duda un lugar temible para los alérgicos en primavera. Unos brazos desnudos abrazaron mi cintura por detrás.

-Te he echado de menos. ¿Qué tal el viaje?
-Bien, ¿no tienes frío?

Él iba con gorra y su camiseta negra de letras góticas blancas, y yo con gorro de lana, chaquetón y bufanda. Y muerta de frío.

-No
-Qué envidia.
-¿Tienes ganas de dormir conmigo?
-¿Dormimos juntos?
-Si, si tú quieres, claro...
-Cómo no voy a querer, si eres como un osito de peluche rubio. Pero roncas.
-Mentirosa.
-Verdadosa.
-Chicos, -Nos interrumpió Mike. ¿Entráis o qué?

Ni nos habíamos dado cuenta de que los demás habían entrado. La planta baja consistía en un salón grande con vigas de madera en el techo, chimenea, dos sofás y la mesa para comer; una cocina normal, de tamaño medio; y un baño bastante pequeño. En la parte de arriba estaban las cuatro habitaciones, dos de las cuales tenían baño propio: la nuestra y la de Ash y Holly. Lo echamos a suertes para decidir a quien le tocarían y "casualmente" (porque juraría que los chicos hicieron trampa) nos tocó a nosotros. También teníamos un garaje en la parte de fuera, donde pusimos los instrumentos.

Nuestra habitación era preciosa, todo de madera y priedra. Un ventanal bastante grande con unas cortinas rojas a juego con el edredón. Luke se sentó en la cama y votó un par de veces sobre ella.

-Es cómoda. -Dijo.

Yo me asomé a ver el baño. Era pequeño, pero más que suficiente para los dos. Tenía una bañera, el lavabo y estanterías para los utensilios de la ducha. Volví a mirar a Luke. La verdad es que estaba inquieta. Tenía curiosidad por saber cómo sería vivir con él. Si prefería el lado derecho o izquierdo de la cama, si bebía café por las mañanas, si le gustaba tener la ropa colgada, si usaba cera o gomina para el pelo... ¿De qué color sería su cepillo de dientes? Millones de dudas que estaba deseando resolver. Estaba parado delante del armario de madera.

-Angel, ¿vas a colgar la ropa?

Parece que él estaba igual que yo.

-Sí, si cabe, sí.
-la tuya en el lado izquierdo y la mía en el derecho.

Asentí. Os parecerá una tontería, pero verlo ahí, despeinado con la marca de la gorra, poniendo su ropa en nuestro armario, me pereció una de las imágenes más entrañables del mundo. Otra vez las dichosas, cursis e infernales mariposas en la barriga.

-¿Qué te pasa?

Bajé de la nube.

-Nada, ¿por qué?
-Estás embobada.
-¿De qué color es tu cepillo de dientes?

Iba a contestarme pero entró Holly.

-Angel, ¿podemos hablar?
-Claro, nos vemos ahora, Luke.

Él asintió y siguió poniendo ropa en el armario, yo salí con mi amiga y nos fuimos a su habitación, la cual estaba sola porque Ash había ido con Mike a por leña para la chimenea.

-Angel, me muero de los nervios.
-¿Qué te pasa?
-Que voy a dormir con Ashton.
-¿Y?
-An, que seguro que quiere sexo. Y yo no he hecho nada nunca. Ni siquiera le he dicho que soy virgen.
-No pasa nada Hol, Ash es un buen chico y no te va a obligar a hacer nada que tú no quieras. Solo tienes que contárselo y decirle que te espere un poco. Ademas seguro que lo sospecha.
-¿Y si no quiero esperar más?
-¿No es un poco pronto? Lleváis poco tiempo, Holly.
-Pero de todas formas, va a ser con Ash.
-No quiero aguarte la fiesta pero, ¿y si después te arrepientes?
- Ashton es el indicado, Angel. Lo sé desde la primera vez que le miré a los ojos.

Mi amiga siempre tan dramática.

-Pues entonces como tu quieras, Cariño. -La abracé un poco porque noté lo nerviosa que estaba. -Es cosa vuestra.

Bajamos las escaleras y nos encontramos con Ash y Mike intentando encender la chimenea sin incendiar la casa y los demás sentados esperando impacientes. Me senté junto a Luke y éste no tardó ni dos segundos en poner las piernas sobre mis muslos. Me miró y me dijo:

-Azul, mi cepillo de dientes es azul.

----------------------------Aparte----------------------
No tardaré mucho en volver a subir! Pero me gustaría que me respondieseis a algo. ¿Os gustaría leer también desde el punto de vista de Luke y de otras personas o quereis que siga con el de Angel todo el rato? Es mi primera novela y solo quiero mejorar, gracias de antemano! :)

Luck (Luke Hemmings fanfic)Where stories live. Discover now