Luck (Luke Hemmings fanfic)

B.A.L.R.I.D.T.C. II

Después de ir de compras decidimos ir a un bar a tomarnos algo. Y eso dio paso a después ir a un pub, y eso dio paso a ir a una discoteca, en la que no aguantamos mucho tiempo porque no nos gustaba mucho el ambiente y además empezábamos a cansarnos.

Cuando salimos de la discoteca, fuimos andando hasta el coche, que estaba algo lejos de dónde estábamos. Me fijé en el color de las mejillas de Luke, que estaban de un rojo simpático. Y sin duda tenía la risa floja. Y no paraba de hablar, ni un solo segundo.

-Ingrid, tu color de pelo es gacioso. Mikey, deberías teñírtelo como ella. Seguro que te queda bien. ¿Sabes a que me recuerda ese color? Al fuego.

-No me jodas. -Dijo irónicamente Indrid.

-Luke, ¿estás borracho? -Le pregunté. Nunca lo había visto borracho.
-¿Qué dices? Yo no bebo. No me gustan los borrachos, dan asco. Ni siquiera me gusta la cerveza. Aunque me haya bebido alguna hoy. Mierda.

Los demás nos reímos.

-No puedes llegar a casa así, cariño.
-An, lo que no puedo es pasar mi primera noche en Sydney fuera de mi casa. Tengo que ir con mamá.
-Va, pero quédate hasta que se te pase en mi casa.
-Qué buena eres. ¿Te he dicho alguna vez que eres muy buena?
-Anda, vamos, que ya está ahí el coche.

Fuimos hasta la casa en la que vivíamos Ingrid, Dan, Holly y yo. Mike se quedó a dormir con Ingrid y los dos se metieron en su habitación nada más entrar, poniendo la excusa de que estaban muy cansados. Luke y yo subimos hasta el mío. Me pregunté por un momento dónde estaban los demás, pero mis pensamientos se desvanecieron cuando vi a Luke tropezar con la alfombra y caer al suelo muy cómicamente, sin doblar las rodillas.

-Au- dijo dos segundos después. Me preocupé y me acerqué a ver si le había pasado algo. Pero no pude contener la risa.
-¿Estás bien, amor?
-La alfombra no paraba de moverse. No quiero alfombras movedizas en casa.

Aún tumbado en el suelo, alargó la mano y señaló al frente.

-¡Ahí hay un Dan! -exclamó.
Miré hacia donde estaba señalando y, exacto, había un Dan.

-¿Estáis bien? He oído un ruido.
-Sí, Dan tranquilo, Luke se ha tropezado.
-¡Dan!- Exclamó Luke dando un bote para levantarse y acercándose a él.- Dan, perdón por haberme enfadado contigo cuando te conocí. Me caes bien, de verdad. Pero es que me enteré que te acostaste con mi novia y nadie puede acostarse con mi novia, ¿comprendes? Porque Angel es el amor de mi vida ¿sabes? Y no la puedo perder.

-Luke, estoy aquí delante.

Se giró para mirarme, ya que estaba a sus espaldas.

-Angel, cariño, eso es detrás. -Revolví los ojos y sacudí la cabeza. Después volvió a mirar a Dan. -El caso es que... Estoy borracho,¿vale? Por eso hablo tanto. El caso es que no quiero que nadie me la quite pero yo se que tu no me la vas a quitar porque en el fondo eres gay.

-No soy gay. -le contestó Dan sacudiendo la cabeza mientras cruzaba los brazos en el marco de su puerta.
-No, espera. Te gusta Ingrid, eso. Te gusta Ingrid.
-Vale, Luke. -Le dije cogiéndolo del brazo. -Nos vamos.

Le hice una señal con la cara a Dan para decirle que se volviera a meter en su cuarto a dormir y nosotros fuimos a mi habitación.

-Luke, túmbate ahí que voy a entrar al baño.
-¿Me perdonas? Doy mucho asco.
-¿qué dices? Túmbate, anda.

Entré y me lavé las manos y la cara, me duché en dos minutos y me puse ropa de estar por casa.

-No sé para qué me he lavado la cara y las manos, si después me he duchado entera. -Salí diciendo.

Luke estaba mirándome desde la cama.

-Doy mucho asco. Te prometo que nunca voy a volver a beber.
-Luke, que no pasa nada, todos nos emborrachamos alguna vez, no significa que seas un alcohólico.
-Pero no me gusta.

Me senté a su lado y le acaricié el pecho por encima de la camiseta.

-Estás particularmente guapa hoy.
-Eso sí es cosa del alcohol.

Sacudió la cabeza y me acercó para que le diese un beso.

-¿te acuerdas- me dijo- de nuestro primer beso?
-¿Cómo no me voy a acordar?
-Me encanta esa azotea. ¿Cuantos besos nos habremos dado ya?
-Pocos, para los que nos vamos a dar.
-Te quiero.
-Y yo a ti. Muchísimo.
-¿De verdad que no te doy asco?
-Pesado. Que no.
-An...
-¿Qué?
-Mañana por la noche será la última noche que nos vayamos cada uno a nuestra casa.