Luck (Luke Hemmings fanfic)

Dos meses II

NARRA LUKE

Se me iba a caer la baba mirando como estaba ahí caminando al paso de una hormiga cuando no corría ningún peligro. Y con esa ridícula venda de patitos amarilla que le había obligado a ponerse.

-Ya hemos llegado.

Pensé que se iba a quitar la venda y correr a ver mi sorpresa, pero el sorprendido fui yo.

-Luke, ¿puedes besarme antes de quitarme la venda?

Fruncí el ceño confundido y me acerqué a ella. Le toqué la cintura subiendo un poco su jersey. Debía tener las manos frías porque se le puso la piel de gallina. La acerqué a mi y me incliné poco a poco hacia sus labios. Rocé nuestras barbillas y le di un beso fugaz en el labio inferior. Ella levantó una comisura de la boca, como si fuese a sonreír pero sin llegar a hacerlo. Antes de apartarme fue ella la que me agarró por la nuca y me besó pasionalmente. Tenía que ponerse de puntillas para que estuviésemos cómodos. Nuestras lenguas se acariciaban entre si. Me aparté pasados unos segundos y noté que le faltaba la respiración y aun tenía esa estúpida venda...

-¿No quieres ver mi sorpresa?
-Sí. Ya sí. - estiró las manos para que la guiara y abrí la puerta de mi salón. Seguidamente le destapé los ojos. Días antes habíamos ido al Ikea con mi hermano. Antes de encontrarnos a una pequeña fan, estuvimos en la parte de niños pequeños, donde había una sección de guardería para que los hijos se quedaran allí y dejaran a sus padres mirar muebles tranquilos. El caso es que en esa sección había una pequeña piscina de bolas de colores, en la cual los niños hacían cola para entrar. Angel me estuvo contando que de pequeña siempre había querido meterse en ese montón de bolas, pero sus padres no le dejaban hacerlo, así que, aprovechando que estaríamos unos días solos, decidí montarle su propia piscina de bolas casera.

-No me lo puedo creer...- dijo ella emocionada mirando mi salón lleno de colorines. -Luke, eres...
-Oh, por el amor de Dios, cállate.- la agarré por las rodillas y la cargué como los recién casados. Subí de pie a mi sofá mientras ella gritaba y pataleaba como una energúmena.- Uno...-Me di la vuelta chocando la parte de detrás de mis rodillas con el reposa espaldas del sofá- Dos... Y... Tres.

Nos dejé caer de espaldas con algo de miedo a rompernos la cabeza pero caímos encima de las bolas y rebotamos. Angel se empezó a reír y los ojos le brillaban de una manera realmente especial.

-¡Puto!¡Querías matarme!

Le ha vuelto la bipolaridad.

-Yo siempre quiero matarte, Lee.

Cogí una bola azul y se la tiré a la cabeza con la menor fuerza posible pero ella se puso roja de rabia y me atacó tumbándome en el suelo y tirándome del cuello de la camisa, mientras yo tenía un ataque de risa.

-Pegas como una niña.
-Soy una niña, idiota.

Nos sentamos entre todas las bolas de colorines a los pies del sofá.

-Luke, ¿y esto por qué?
-Porque hacemos dos meses.
-Sí, ya, entonces, ¿qué piensas hacer en nuestro aniversario?
-pedirte matrimonio.-Bromeé. Ella puso los ojos en blanco. - En serio, Luke.
-¿Cómo sabes que quiero contarte algo?
-Lo se desde que te he visto en la puerta.

Saqué todo el aire que tenía en mis pulmones y bajé la cabeza.

-Siempre juegas con el piercing cuando estas nervioso. -tomó mi mano y jugó con las huellas de mis dedos. -Cuéntamelo. ¿Estás mal conmigo?
Abrí mucho los ojos y dí un respingo.

-¿Contigo? Angel... Eres lo mejor...Agh... No sé porqué me dices eso.
-Vale, vale.
-Angel, ¿sabes lo de nuestro ultimo trabajo? Lo de Hi or Hey Records y todo eso...
-Sí.
-Pues nos vamos a Europa...los chicos y yo.
-Eso es bueno, amor. Os lo vais a pasar bien y las chicas van a volverse locas.
-Ya, pero tú no vas a estar.
-Ya nos veremos. No pienses en mi. ¿Cuánto tiempo te vas?
-No lo sé. Unas semanas. Puede que un més.

Escondió su cabeza en mi cuello y después se puso encima de mi, con sus rodillas en mis caderas. Empecé a jugar con su pelo.

-Eso no es nada. -Me dijo susurrando. -ya verás que rápido se nos va a pasar.
Sonreí tristemente.
-Mentirosa.
-Muy mentirosa, pero es lo que nos queda.
-¿Te apetece jugar un rato más con las bolas?
-Por supuesto. Te debo una venganza.