Luck (Luke Hemmings fanfic)

Madres

-La comida estuvo genial, Liz. -Comenté.

-Muchas gracias. ¿Queréis postre?

Ambos asentimos y Liz se levantó para recoger los platos y traer el postre. Aun seguía algo nerviosa, aunque la madre de Luke era un auténtico amor. Éste me cogió la mano debajo de la mesa.

-no quiero asustarte pero,¿sabes lo que viene ahora, no?

-¿A qué te refieres?

-A la entrevista de madre que estas a punto de sufrir.

Negué con la cabeza y de pronto llegó Liz con un enorme flan de huevo que estaba realmente rico.

-Bueno, Angel...- "Mierda"- ¿Y tus padres?

-En mi país. Estoy en Sidney estudiando.

-Sí, musica, me lo ha contado Luke.

Asentí.

-Música y danza, sí.

-¿Me cantáis?

-¡Mamá! ¿Qué pregunta es esa?

-Venga, será divertido. Hijo, que nunca voy a los conciertos al final, siempre me quedo en el back stage. Además quiero ver si la voz de Angel honra a su nombre.

Me reí tímida y sonrojada.

-Tú mandas- Me dijo Luke un poco extrañado.

-Está bien. -señalé encogiéndome de hombros.

-Subiré a por la guitarra.

Lo miré a ver si recibía mi telepatía diciéndole: "Luke por favor, no me dejes sola con tu madre. Tengo miedo..." Pero no, no recibió el mensaje y subió escaleras arriba.

-Por fin estamos solas, Angel. Quería hablar contigo. -Tragué saliva- realmente, lo único que quiero saber es si te gusta mi hijo, porque últimamente está monotemático hablando de ti todo el rato.

-Sí, claro que me gusta.

-Confío en ti, Angel, pareces muy buena chica. Sólo que tienes que comprender que siendo quién es Luke, me es difícil no pensar mal.

-Por supuesto, es normal. Pero no voy en busca de fama ni de dinero. -Recapacité un poco- Bueno, no a costa de Luke. Nunca haría eso.

-Sí, si no dudo de tí, querida. De hecho me encantaría que fuésemos amigas. Siempre que te haga falta una figura materna, aquí estaré.

-Muchas gracias, Liz.

-Y quiere mucho a mi niño.

-Luke se ha convertido en una de las personas más importantes en mi vida. -Ni siquiera sabía por qué le había dicho eso, supongo que era porque en realidad, era la única persona que tenía que saberlo.- No voy a hacerle daño.

-Uy, en eso estás muy equivocada. El amor hace daño, Angel. Siempre. No puedo pedirte que no lo hieras, porque eso es imposible. Sólo que lo quieras.

-Eso ya lo hago...

Se escucharon pasos rápidos escaleras abajo.

-¿De qué hablais?

Ambas nos encojimos de hombros y dijimos "nada"

-Muy bien. Bueno mamá, ¿Qué quieres escuchar?

-¡Torn! Sabes que me encanta esa canción.

-¿Te la sabes, An?

-Sí.

Empezó a tocar la guitarra con su púa favorita. Bebí un poco de agua para aclararme la voz y seguí el ritmo de la canción con la pierna. Puede parecer una situación un tanto ridícula, una madre viendo a su hijo y su novia cantar con una guitarra en medio del salón, sin más público ni instrumentos. Pero la verdad es que lo vivimos como si fuese lo más cotidiano para nosotros. Empecé a cantar yo. "I thought I saw a man brought to life..." Mi voz salía con mínima intensidad al principio, después inundaba toda la sala. Liz parecía entusiasmanda. "It's Nothing well, I used to lie..." Comenzó a cantar Luke con esa preciosa voz desgarrada, se me erizaron todos los vellos del cuerpo cuando nuestras voces sonaron al unísono. Al terminar el último alcorde, sonaron los solitarios aplausos de Liz.

-Bravo, chicos, muy bien. Ay, que contenta estoy. Cantaré esa canción todo el día ahora.

Cambiamos el chip y nos pusimos a recoger la mesa. Después nos tiramos al sofá.

-Chicos, tengo que ir al súper, os veo luego.

-Vale, mamá.

-Llamaré antes de llegar por si os molesto...

Eso último lo dijo casi susurrando metiendo las llaves para cerrar la puerta, pero Luke y yo nos enteramos perfectamente.

-En serio, ¿De qué habéis hablado mientras estaba arriba?

-Eres un cotilla, Hemmings.

-Por fa...

-Hablábamos de ti.

-Ya, lo he supuesto. Es lo único que tenéis en común.

-Me ha dicho una cosa rarísima, en realidad. Me ha dicho que te quiera.

-Ya, es que no confía desde que soy famoso.

-Súbete el ego un poco más, cariño.

Provoqué su risa.

-No quería que sonara tan prepotente.

-Da igual, si eres famoso, es la verdad. Pero le he dicho que no iba a hacerte daño y me ha dicho que eso era imposible porque todos los amores hacen daño. No sé, me he quedado un poco fría.

-Mi madre, que es muy profunda. Con las novias de mis hermanos fue peor. Tú le caes muy bien. -pausó un poco mientras yo pensaba que mi madre nunca había hecho una entrevista de madre. -¿Quieres ver un capítulo de cómo conocí a vuestra madre?

Asentí.

Vimos acurrucados en el sofá el capítulo en el que salía Katy Perry y cuando terminó, 20 minutos más tarde, nos quedamos en el mismo sitio, tumbados en el sofá. Yo estaba encima de Luke, jugando con su pelo y dándole besos cortos mientras hablábamos de tonterías.

-No sabes lo de menos que te eché anoche...-me dijo.

Me reí levemente. Siempre estaba igual. Nos metíamos el uno con el otro, nos picábamos, decíamos tonterías, hacíamos idioteces guiadas por la edad, y de repente ¡pum! Frase romántica.

-Yo he dormido con tu camiseta puesta.

-Yo dormiría con una tuya, pero estaría un poco ridículo.

-Idiota, es porque huele a ti.

-¿A qué huelo?

-A Luke.

-Se un poco mas detallada.

Bajé la nariz a su cuello y aproveché para acariciarlo con mi boca. Estaba justo encima de él con las rodillas apoyadas a cada lado de sus caderas.

-Hueles como a...

-¿A qué? -Dijo con la voz entrecortada.

Me ayudé con una mano para abrir el primer botón de su camisa y rocé mi lengua con su clavícula.

-A Luke. Hueles a Luke.

Le costaba respirar y lo escuché tragar saliva. Le mordí la clavícula y escuché un lejano "auch". Abrí poco a poco los botones de su camisa y fui bajando por todo su cuerpo dándole besos. Su torso era despampanante, su piel caliente contrastaba la temperatura de mis labios. Jamás nadie me había hecho perder el control tantísimo como este chico. Me encontré al final de su ombligo, con el botón de sus pantalones. Lo desabroché. Mi boca estaba a milímetros de sus boxers negros. Entonces, noté vibrar mi móvil.

-Maldición. -Dije cogiéndolo torpemente.

Miré el número y no tenía ni idea de quien era. Era como un número oficial, supuse que era la compañía telefónica, pero algo me impulsó a cogerlo. Y menos mal que lo hice, porque esa llamada, tiempo más tarde, cambió mi vida.