B.A.L.R.I.D.T.C. III

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-Mañana por la noche será la última noche que nos vayamos cada uno a nuestra casa.

Cierto. Eso fue lo que pasó. La siguiente noche fue la última noche antes de irnos a casa. Una noche que no disfruté por culpa de mis amigos.

Dormía plácidamente por la mañana, cuando escuche un estruendo de voz femenina que me chillaba en la oreja.

-¡FELICIDADEEEES!¡Hora de despertarse!
-Te odio, Holly. Con toda mi alma.
-Vamos, vamos, que tienes 19-Dijo botando sobre mi cama. Yo me tapaba las orejas con la almohada.
-Ahora te odio un poquito más.
-Levanta ya, que estamos todos esperando abajo.

Me senté mirándola al borde de la cama.

-Hol, soy oficialmente vieja.
-Anda, anda, ¿qué vas a hacer cuando cumplas 40?
-Morirme.
-No seas catastrofista. Vístete y ponte guapa para las fotos. Te espero abajo.-me dio un beso en la mejilla- buenos días y felicidades otra vez.
-Gracias...

Entré en el baño y me duché. No sabía bien que había que ponerse para estar "guapa" dentro de casa, así que me puse unos "ripped skinny jeans" y mi camiseta favorita. Bajé y respiré tranquila al ver que no habían montado la fiesta del siglo ni me esperaban con pancartas diciendo lo mucho que me quieren y la horrible cantidad de años que cumplo. Calum estaba apartado del mundo en un sillón y los demás moviéndose de un lado para otro y armando ruido como siempre. Estaban todos pero me faltaba alguien: Luke.

-¡Felicidades, cumpleañera!-Dan me abrazó por la espalda y empezó a besarme la mejilla sin parar unas veinte veces mientras yo le respondía achuchándolo contra mí.
-Gracias, enano.

Todos me felicitaron y yo les agradecí.

-¿Dónde está Luke? -Pregunté.
-Ni idea-contestó Michael- dijo que ahora venía.

Asentí.

-Y supongo que no tengo regalos hasta que él no venga...
-¿Tú no decías que no querías celebrar tu cumpleaños? -Me preguntó Ingrid- pues nadie te ha comprado regalos.
-Mentirosa, quiero mis regalos. Es lo único que me gusta de mi cumpleaños.
-Tendrás que esperar- Dijo Ash enseñándome uno de mis regalos desde lejos.
-¡dámelo!

Fui corriendo tras él pero me distraje al oír el timbre. Supuse que era Luke y salí corriendo en dirección contraria para abrir la puerta.

-¡Hola! -Le dije eufórica colgándome de su cuello.
-Felicidades, cariño. ¿Qué felíz, no?
-Porque tengo regalos, no porque sea mi cumple. ¿Dónde estabas?

Cerró la puerta tras sí y sonrió. Levantó su mano a la altura de su cabeza y agitó los dedos. Vi que entre ellos bailaban unas llaves y un llavero. Sorprendida me puse las manos en la boca y me lancé a abrazarlo.

-¿Cómo las has conseguido tan pronto?
-Tengo mis contactos.
-Te quiero, te quiero, te quiero.

Colgada en su cuerpo empecé a besarlo por toda la cara y escuchamos la voz de Ingrid quejarse.

-¿Podéis entrar ya? Se os escucha babear.

Entramos y al poco tiempo, todos eufóricos y haciendo fotos con sus móviles ( bueno, todos menos Calum, que desapareció) me dieron sus regalos.

Holly me regaló unas puntas de ballet negras con las que casi lloro al verlas. Michael y Ashton me regalaron entre los dos una edición especial de mi disco favorito de Rolling Stones, con DVD, un póster y un cojín negro con la épica lengua. Ingrid me regaló unos tacones de los que estaba enamorada y Dan, tan inusualmente sentimental, me regaló las baquetas que utilizó en nuestro primer concierto juntos. Ni siquiera le había costado dinero, sin embargo, fue el regalo que más me gustó.

Luke me dijo que tenía que ir a casa para darme el mío. Así que pasamos un buen rato todos juntos y después de comer, sin aguantar más, nos fuimos a casa. Estaba ansiosa, nerviosa, ilusionada, todo lo que se podía estar. Y cuando la vi de lejos me puse aún más. Por fin iba a entrar en mi casa, en nuestra casa, por primera vez siendo mía, metiendo mi llave.
Entre risas tontas, Luke me llevó a la habitación que teníamos pensada para ser nuestro dormitorio. Y cuando abrí la puerta, me di cuenta de cual iba a ser mi regalo de cumpleaños.

Luke había decorado todo el cuarto con nuestros colores favoritos. Había una cama enorme con un precioso cabecero y fotos nuestras por toda una pared. Lo había hecho el sólo y lo que más fuerte me parecía, en menos de dos días.

-Mira, he vuelto a afinártela, espero que no te importe.

Me dijo señalando mi guitarra, que estaba apoyada en el armario. Me lancé sobre él sin pronunciar ni una palabra y se me saltaron las lágrimas de la emoción.

-¿Como has hecho esto tú solo?
-Me han ayudado los chicos...
-Me encanta, Luke, me encanta.

Lo besé y yo llevé hasta la cama sin separarme de él. Lo tumbé pero me paró.
-Espera un momento.
-¿Qué?
-Hay...una cosa que no te he dicho.
-¿El qué?
-Cuidado, duele.
Se subió la camiseta y desabrochó el primer botón del pantalón. Siguiendo el camino de los vellos de su estómago justo en el sitio del botón de sus pantalones, había algo anclado en su piel:

"It's too cold outside for Angels to fly"

Luck (Luke Hemmings fanfic)Where stories live. Discover now