Luck (Luke Hemmings fanfic)

Mes y medio

Dos días después, fuimos a hacer la prueba al estudio de grabación. A Josh, el chico con el que había hablado por teléfono, dueño de la discográfica, le habíamos encantado. Tocamos una canción nuestra, que habíamos compuesto hace unos meses. Josh nos prometió mostrarnos el sencillo en unos días y nos dio tiempo para pensar si queríamos o podíamos grabar un disco, él estaría dispuesto a patrocinarnos.

Nuestro corazón saltaba de alegría por la noticia. Obviamente, queríamos sacar el disco a la calle para que todo el mundo nos escuchara. Los días pasaron y esto fue lo que pasó. Josh sacó nuestro sencillo( "good luck") , que sonaba fantástico, reflejaba muchísimo nuestra personalidad como grupo. Y después de eso estuvimos día y noche en el estudio de grabación una semana entera. La música estaba genial, y estábamos avanzando bastante rápido. Pero no todo era de color de rosa. Esa semana en la que estuvimos grabando, apenas pisé las clases y eso no era bueno para mi (aunque el diablillo de mi debate moral me decía que para qué quería ir a clases con lo bien que me estaba saliendo la vida laboral).

Nuestra relación con los chicos era cada vez más y más estrecha. Eran los mejores amigos del mundo. Incluso Dan, el que había vuelto a Sidney poco tiempo después de que empezara lo de la discográfica, se llevaba bastante mejor con ellos. Mike y él se toleraban e incluso hablaban de videojuegos y series malas. Aunque nada en cuanto a Ingrid había cambiado. Ambos estaban igual de enamorados de ella que antes, simplemente evitaban el tema.

En cuanto a Luke y yo... Tuvimos un hijo. Nah, es coña. Nosotros seguimos igual de empalagosos y de buenos confidentes que siempre. Sin lugar a dudas, cada día estaba más idiotamente enamorada de él. Cada vez que estaba un poco más decaida, venía el y me levantaba. Y cuando no estaba conmigo, todo me recordaba a él. Recuerdo el día en el que conocí a los hermanos de Luke: Ben y Jack. Ya habían pasado un par de semanas de nuestro primer mes de relación y todo lo del álbum estaba en progreso. Ambos eran mayores que él y los tres era rubios, musculosos y altos. Me sentía un poco fuera de lugar, con mi pelo castaño oscuro y mi metro sesenta, pero afortunadamente también estaba la novia de Jack, que tenía casi las mismas características que yo. Al perecer Ben acababa de cortar con su novia de toda la vida y estaba un poco hecho polvo, así que decidió no salir con nosotros y quedarse en casa a pesar de lo mucho que le insistimos.

Nuestro plan de cita doble era ni más ni menos que ir a jugar con los muebles de Ikea. Kate, la novia de Jack, me pereció realmente simpática e hicimos muy buenas migas. Una de las cosas que más me llamó la atención de ella es que no paraba de decir "amor".

-Amor, ¿me acompañas a la cafetería? Quiero un café. -Le dijo a Jack tirándole de la mano.

Luke y yo nos quedamos solos y nos sentamos en un sofá de algo que imitaba ser un salón con paredes grises y muebles blancos.

-Angel, mira que sofá. -Se sentó en el sofá blanco y puso los pies en una mesita de cristal que había justo delante de él. Me hizo señales para que me sentara a su lado y así lo hice- Imagínate que este salón fuera nuestro.

-Me gustaría mas si las paredes fuesen azules- le dije arrugando la nariz.

-Cierto. Tienes buen gusto. Pero tenemos un pacto en el que yo elijo el color de las paredes de nuestra habitación. Sólo te lo recuerdo.

Asentí sonriente. -¿Y sabes qué quedaría bien? Una chimenea moderna justo ahí en frente. Y unos altavoces gigantes.

-Y encima de ella mi televisor de plasma y mi play station 4.

-Y para qué quieres esas cosas si me tienes a mi?

Me acerqué a sus labios pícara y lo besé olvidándome de que estábamos en medio del Ikea.

-Amor, creo que hay gente esperando a ver esto.

-¿Amor? Se te está pegando de tu cuñada.

-Mierda. Es verdad.

Me reí de él y entrelazamos nuestras manos siguiendo las flechas del suelo hacia otra parte del gigantesco Ikea. Acabamos en la parte de niños. A Luke le encandiló un peluche de pingüino que había en un estante lleno de animales para jugar. De pronto, unas manos pequeñitas tocaron la parte baja de la espalda de Luke. Este se dio la vuelta extrañado. Era una niña pequeña de unos 8 años, con los ojos saltones y azules y el pelo rojo y rizado como una escarola.

-Hola, Lucas. -dijo con una voz de pito y chillona, actuando como si tuviese cuarenta años.

-Hola.- Le contestó este bajando con las rodillas para estar a su altura.

-Por favor, ¿puedes escribirme un autógrafo? Mi hermana Melanie está loca por ti y no para de hablar de tu grupo. Dice que sois los chicos mas calientes del mundo. -Se encogió de hombros- Yo no se lo que significa eso, pero quiero molestarle. Así que por favor escríbeme un autógrafo con mi nombre, me llamo Valerie.

Luke intentaba contener la risa mordiéndose uno de sus nudillos.

-Claro, Valerie. ¿Dónde están tus padres?

La niña volvió a encogerse de hombros.

-No sé, he salido corriendo.

-Cariño, eso no está bien. - Le dije yo.- A ver, vamos a dar una vuelta y si no los encontramos lo informamos.

-Creo que no va a hacer falta, novia de Luke. Vienen Por allí corriendo.

Cuando llegaron nos agradecieron que estuviésemos con ella.

-Mamá mira, Luke me ha escrito un autógrafo. Ahora voy a poder chinchar todos los días a Melanie.

La madre de la niña sacudió la cabeza.

-En realidad- siguió Luke- le he escrito otro a Melanie, porque creo que se lo merece. Pero, lo voy a dejar en tu poder para que puedas amenazarla con lo que quieras antes de darselo. -Dejó el papel en la mano de la niña y le sacudió el pelo- yo también he sido hermano pequeño.

-Muchas gracias, Luke. -Le contestó ella sonriente.

Pocos minutos después nos alejamos. Mientras seguíamos andando, Luke estaba risueño y sonriente, supongo que por la pasada escena. Yo no paraba de mirarlo.

-¿Qué me miras? Me estás poniendo nervioso.

Me puse de puntillas y le di un beso agarrándome de su cuello.

-¿No puedo mirarte?

-Claro. ¿Sabes de lo que me he dado cuenta, Lee? Se te iba a caer la baba mientras hablaba con la niña.

Sonreí sonrojada. Era completamente cierto.

-Solo un poco.

-No me importaría tener una así.

-uff, dentro de mucho, mucho, mucho tiempo.

-Me da igual cuando. Pero contigo.

Volví a besarle ahora más fuerte y estrujándolo entre mis brazos.

-Eh, tortolitos.- Era la voz de Jack -¿Volvemos o qué?

Asentimos y nos fuimos los cuatro juntos a tomar algo a mi casa. Cuando llegamos, nada más abrir la puerta se encontraba Holly esperandome.

-Angel, por fín. Tenemos que hablar.