2

2.5K 187 13
                                    

— ¿Por qué me trajiste aquí? ¿Quién eres?— las palabras se atoraron en su garganta mientras intentaba hablar, pero le entendí perfectamente.

— Me dieron simples órdenes, y las cumplí— le sonrío sarcasticamente—. Soy quien menos te imaginas, recibí un informe, de algo muy feo que hiciste, y te voy a matar.

— ¿Qué he hecho? ¡No sé nada, lo juro!— dice más claro que la última vez que abrió la boca.

— Todo criminal, delincuente se niega cuando están en Peligro— sonrío—. Pero no te preocupes, conmigo no quedarás impune.

— No logro entender que quieres conmigo, no he hecho nada, ni siquiera te conozco no sé qué quieres.

—Matarte es lo que quiero— le doy una bofetada.

— No sé qué demonios quieres— me grita con lágrimas en sus ojos.

— A mi no me grites idiota— le pego otra bofetada, ésta aún más fuerte que la anterior.

Salgo furiosa de la habitación, me dirijo hacia mi auto, voy a una velocidad diligente a una reunión con mi padre.. Llego a una de sus cabañas, protegidas allí por guardas de seguridad. Inrrumpí a la oficina de padre quien me espera en su escritorio severamente con su vaso de Whisky en mano.

— Estoy muy orgulloso de ti hija— me sonríe tomando un sorbo de su vaso.

— Ya me lo has dicho repetidamente— le devuelvo la sonrisa.

— ¿Qué has hecho con la víctima?

— Nada, no me sale...

—¡¿NADA?!— golpea el escritorio con su mano empuñada—. Si te puse esta misión a ti, es porque confío en que le darás muerte pronto. Te crié con la capacidad de ser fuerte y una chica sin escrúpulos, que tuvieras la facilidad de utilizar un arma; eso no es lo que estoy viendo.

— ¿Cuándo te he fallado Padre? Nunca me has visto rendirme y ésta vez tampoco lo haré.

— ¿Y por qué estás dando demasiada vuelta, cuando a esta altura del juego, ya tenias a tu víctima bajo tierra?— sostiene un arma en la mano y me la entrega.

— Ya sé lo que quieres, solo dame tiempo— intento calmarlo.

— ¿Cuándo me has pedido tiempo para matar a una persona? ¡NUNCA!.. Así que vaya, y haga lo que tenga que hacer— me ordena.

— Sí jefe..

— Espera— me detiene justo antes de salir de su oficina—. Quiero que lo traslades, antes de que cualquiera se de cuenta.

Sin pensarlo, salgo cuanto antes, arranco con mi auto a cumplir y terminar con Richard como se me había encomendado.

Entro al cuarto a dónde estaba él, atado con cadenas. Entran mis hombres repentinamente, le sujetan de los brazos, apretandole aún más las cadenas y lo lanzan al suelo, y le colocan una bolsa sobre la cabeza. Siente pánico, su respiración se agita cada vez más, temiendo de lo que puedan hacerle. Lo sacan por la parte trasera de la casa directo a la camioneta.

No pasaron menos de 5 minutos, estábamos saliendo de nuestro atajo cuando una Camioneta se nos atravesó en medio del camino evitándonos el paso.

—Detenganse ahí— sale a nuestro una vez femenina, era una chica medio alta y de tez india. Nos apuntaba con una pistola mientras su gran grupo de hombres sacaban el cuerpo moribundo de Richard.

—¿Qué estás haciendo imbécil? Dejen a Richard, ¡ya!— le apunto con mi arma, ella me brinda una sonrisa sarcástica.

— ¿Para qué quieres tú a Richard?— se acerca más a mí.

— ¿Para qué lo quieres tú?— me voy acercando a ella para enfrentarla.

— Para que no le hagas daño— me sonríe.

— ¿Qué harás con él idiota?— me enojo más aún.

— Tenerlo "secuestrado" pero junto contigo— dos de sus hombres me esposan y llevan a su camioneta.

Llegamos a una cabaña frente aún río, un tanto parecida en la que tenía secuestrado a Richard. Me bajan de la camioneta y me quitan las esposas. Sigo a la chica que se dirigía hacia la cabaña. Entramos a un despacho y había alguien allí de espaldas, era alto y fumaba un cigarro. Siente nuestras presencia y se gira.

— Que gusto es conocerte Amaya— me sonríe de manera maliciosa.

— ¿Quién es usted y de dónde me conoce?

— Matt— se ríe—. El enemigo de tu padre, no sabía que él podría llegar a tener una hija tan hermosa.

— ¿Qué quiere?— lo enfrento.

— Lo mismo que tú pero con algunas diferencias— recalca—. Este chico, Richard, tiene unos muy buenos demás 4 amigos, lo presionamos y le sacamos plata.

— Yo no quiero plata, quiero matarle— le explico.

— Piénsalo pequeña— me guiña el ojo, le hace señas a uno de sus guardias, me sujetan las esposas nueva vez y me llevan a un sótano.

Había una lámpara encendida allí en el sótano, camas, sofás. Me vuelve a quitar las esposas y me deja allí. Escucho unos sollozos, me acerco poco a poco y ahí estaba Richard tirado, estaba golpeado el triple de lo que lo había yo dejado. Me acerco a él, lo ayudo a subirse en la cama. Busco un botiquín para curarlo. Me acerco a curarle un hematoma de su pecho hasta que él me detiene con un brusco agarre mi mano.

— ¿Qué quieres ahora de mí?— me pregunta furioso, pero su voz lucia aún débil.

— Sólo déjame curarte— le sonrío.

Mi Objetivo |Richard Camacho|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora