8

1.4K 137 22
                                    


Me había quedado totalmente dormida; ya había amanecido, era la primera vez que me despertaba después de las 9 de la mañana. Siento mi cuerpo todo cuajado, me giro un poco y siento mi cuerpo desnudo debajo de las sábanas. Recuerdo lo que había pasado el día anterior. Me giro y Richard no estaba en la cama. Me levanto rápido y me alisto, bajo apresurada buscando a Richard por todos lados, me canso de buscarlo y me quedo pausada en la cocina cuando siento unos brazos por detrás rodeando mi cintura.

— ¿Me extrañaste preciosa?— me susurra al oído.

— Richard, olvidemosno de lo que pasó anoche— quito sus manos de mi cintura.

— Lo siento, pero yo no puedo olvidar lo bien que la pasé contigo anoche— me besa en la cabeza.

— Richard, tu mismo dijiste que iba a ser sin contrato, así que olvídate de lo que pasó anoche— le aclaro.

— No te estoy pidiendo nada más Amaya; si me dejas, puedo hacerte feliz de nuevo, me encantaría repetir una vez más y si quieres después de eso te dejo tranquila— me seduce para luego besar mis labios.

— Yo no soy jueguito de nadie, más vale que te vayas olvidando de lo que pasó anoche— me vuelve a repetir.

— ¡No te entiendo! De verdad que no te entiendo Amaya- agarra su chaqueta y sale de casa enojado.

— ¿A dónde vas, IDIOTA?— salgo tras el, Richard se sube en mi camioneta y arranca.

Quedé traumada, ¿cómo Richard habría conseguido la llave si siempre la llevo conmigo? ¡ESO ES! Cuando estuvimos juntos anoche, fue que me la sacó. Acostarse conmigo fue parte de su plan para sacarme la llave y escapar.

Llamé a Sebastián, uno de mis hombres, mi mano derecha para que rastrearan dónde Richard se había metido.

Luego de quedarme más calmada; preparo el desayuno y me quedo viendo las noticias. De pronto, suena el timbre y me apresuro a ver quien era. Era Christopher, le abro la puerta rápidamente y le hago pasar.

— Hola Christopher, ¿a qué se debe esta misteriosa visita?— le cuestiono.

— Quería pedirte un favor Maya...—  le interrumpo.

— Amaya— le sonrío.

— Lo siento mucho— se ríe—. Bueno, como te decía, Amaya, me gustaría que aconsejaras a Richard para que vuelva a practicar, componer más músicas, hacer giras, lo veo muy sacado del mundo en estas últimas semanas después que te conoció.

— ¿Estás insinuando que Richard se ha alejado de ustedes por mi culpa?

— No es eso Amaya. Sabes que todo lo que ha estado pasando últimamente ha ocasionado ciertas conductas raras en él, ¿no crees?

— Si, como acostarse conmigo para robarme la llave del auto— le digo sarcásticamente.

— ¿Tuvieron relaciones tan rápido?—  pregunta asombrado.

— Él quiso estar conmigo, yo no quería estar con él, pero no te puedo negar que Richard tiene sus encantos, y un hombre así no se puede pasar por alto y terminamos en la cama.

— ¡No lo puedo creer!— grita aún mas asombrado—. No tengo ni un mes conociéndose y ya estuvieron juntos, creo que a Richard le gustas mas de la cuenta, y creo que a ti te gusta por igual, porque se te nota que eres un chica difícil de convencer.

— Richard solo me parece atractivo, no confundas las cosas Christopher.

— Bueno, y ahora, quiero hablar con Richard, ¿dónde está en estos momentos?

— Escapó— le digo molesta—. Para eso se robó las llaves del auto. Tuvimos una pequeña discusión y se fue en mi auto, en estos momentos he pedido que lo rastreen para saber donde está.

— Algo habrá pasado ¿no crees? Él tuvo la oportunidad de escaparse en muchas ocasiones y sin necesitar un auto. ¿Por qué tuvo que escapar justamente hoy?

— No me preguntes porque no sé de eso Christopher.

Suena mi teléfono y era Sebastian.

— Sebastian, ¿qué noticias me tiene?

— Jefa, hemos encontrado su auto. Éste ha sufrido algunos impactos, está totalmente destruido— escucho a Sebastian y siento un frío en mi corazón, mi auto no, por favor no.

—¿Qué mas información tiene?— pregunto desesperada.

— A Richard lo acaban de sacar de ahí dentro, está inconsciente, han intentado que vuelva en sí, es imposible. Los doctores han dicho que hay probabilidades de que pueda quedar en coma.

— Necesito salvarlo— cierro el teléfono desesperada.

— ¿Sucedió algo?— pregunta Christopher.

— ¡Richard!— le digo llorando—, Richard acaba de tener un accidente.

— ¡No puede ser! Vamos, yo te llevo— nos subimos en la camioneta en la que andaba Christopher.

Llegamos al hospital antes de lo que pensaba. Christopher anduvo a máxima velocidad. Me desmonto y corro a buscarlo. Estaba en intensivo, tenía el cuerpo y cara todo golpeado, quería llorar, sentía que mi mundo se venia a abajo. Me acerco a él y le empiezo a susurrar.

— Richard, mi amor. Recuperate mi vida, te juro que sin ti no soy nada, por favor, necesito que te pongas bien. Te amo.

Mi Objetivo |Richard Camacho|Where stories live. Discover now