Mi Objetivo |Richard Camacho|

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*Escuchar canción «Cometa» mientras leen el capítulo*

Hoy me levanté con mucho ánimo, hoy tenía deseo de cantar, bailar, sonreír, cosa que no hago nunca.

Me había bañado y puesto mi mejor outfit, chaqueta y pantalón negro.

Vi a Bryan durmiendo en el sofá aún, y aproveché para sacarle las llaves de la moto.

Di una vuelta por toda la ciudad, sintiendo el aire fresco en mí rostro, hoy me sentía como nunca, o tal vez sea euforia por lo de ayer, pero olvidaré eso. No le daré importancia y tampoco sufriré por alguien a quien nunca le importé y me dejó como si nada especial hubiese pasado entre nosotros.

Me dirijo a toda velocidad a casa de Taborda. Hoy tenía deseo de verlo y tal vez llegue a pasarme de la raya.

Toco la puerta con persistencia hasta que Jhon sale simplemente con una toalla al rededor de su cadera y exhibición su trabajado pecho.

— Buenos días— le saludo.

— Preciosa— visualiza mi vestimenta.

— ¿No me dejarás pasar?— le coqueteo.

— Ayer nisiquiera me dejaste pasar a tu casa, ¿crees que te dejaré pasar a la mía?

— No seas así— le sigo coqueteando.

— Soy un caballero, pasa— me deja entrar, y me acomodo en su inmensa sala—. ¿Qué se te ofrece?

— Vine a arreglar cuentas contigo.

— ¿De qué hablas Clayderman?

— Nuestra boda, Taborda. ¿No crees que sonaría lindo? ¡La familia Taborda Clayderman!

— ¿Me estás hablando en serio?— se ríe.

— ¿Me están tomando por mentirosa?

— ¡Nunca!— me mira de pies a cabeza y luego se muerde el labio inferior— ¿Qué hay con Richard?

— Se fue a buscar en el espacio lo que no encontró en mis brazos.

— Linda forma de decir que te dejó— sonríe—. O sea, que ahora sí tengo una oportunidad contigo, adiós a la barrera, al estorbo de Richard.

— No le digas así, aún lo sigo amando— le digo—. Richard me enseñó a amar, con él descubrí el amor verdadero pero ya él me dejó, él se olvidará de mí entonces de nada sirve que lo recuerde cuando él ya no me recuerde a mí.

— ¿Eso quiere decir que ahora tengo el camino libre para estar contigo?

— Más que libre— le guiño el ojo—. Me arrepiento de no haberme casado contigo ese día, quiero que iniciemos un nueva vida lo dos juntos y que nos olvidemos de Richard y de lo que pasó ese día, ahora solo seremos tu y yo Jhon. No sabes cuanto anhelo convertirme en tu esposa Jhon.

— ¿Te tengo que creer? Me estás confundiendo, no sé si creerte o no.

— Hagamos algo sencillo, solo tu y yo y luego hacemos saber nuestro compromiso, me da pánico estar frente a tanta gente así que, ésta noche esperame, vendré acá, tengamos una cena y después nos comprometemos.

— Esto es muy difícil de creer Amaya.

— Cuando me veas llegar, me pondré hermosa para ti, te darás cuenta que es de verdad que me gustas muchísimo.

— Te esperaré entonces- me abraza.

— ¡Me tengo que ir!— le tiro un beso en el aire.

Salgo de su casa y me dirijo a la mía.

Hoy sólo tengo que pensar en esa sorprensa que le daré ésta noche, tengo que sorprender a mi «futuro esposo».

Me desmonté de la moto para emprender mi plan de esposa para esta noche.

— ¡Amaya!— Christopher viene hacia mí basándose de un auto—. Vine a buscar a Richard.

— Richard ya no está, ayer terminó conmigo y se fue de acá— le respondo cortante.

— ¿Cómo que terminó contigo?- se queda sorprendido.

— Richard ha estado últimamente idiota, terminó conmigo por una idiotez y paranoia de él.

— Pero si hace dos noches te dijo que quería estar contigo para siempre- aún seguía sin entender lo que habia pasado.

— Está demente, lo sé— no le doy mucha importancia.

— Amaya, es raro que él se haya ido de aquí ayer y no haya aparecido allá en la casa, lo llamo y el teléfono me sale apagado... Amaya, ¿y si saliendo de aquí Richard fue secuestrado?

— Ayer lo estuvieron persiguiendo, me dijo antes de que se fuera— le digo asustada.

— ¿Y si esos que lo estuvieron persiguiendo ayer se los llevaron hoy? Amaya, ¡hay que buscarlo!