008 ; Sentimientos

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...

Hanae había corrido hasta llegar a la parada de autobuses, aún estaba un poco sorprendido por lo que había pasado. Jamás lo superaría. Cuando vio el bus que lo llevaría casa recordó que había dejado su bolso en su asiento en el salón frente Abeno; tendría que irse a casa caminando.

Cuando llegó a su casa no evitó ser visto por su madre quien se encontraba en la floristería arreglando un ramo de camelias rosas -anhelo-. Se acercó a ella y la mujer reconoció aquel rostro que su hijo le mostraba. Se acercó al joven pálido y lo abrazó dejando que este apoyase su cabeza en su hombro mientres él se aferraba a su cuello y escondía su cara en su nuca.

- Mami -  Sollozó- ¿Por qué me siento tan extraño? Es tan doloroso y desconocido todo.

- Hanae - Habló la mujer sorprendida por como su hijo sonaba - ¿Que pasó mi pequeña flor? - Eso solo hizo sollozar más fuerte al más alto.- ¿Quieres que vayamos a dentro y te haga un té de rosas? - El más joven asintió con la cabeza mientras era guiado por su madre dentro de su hogar.

..

Hanae era un libro abierto. Era una persona pura e inocente; incluso si intentaba no mostrar sus emociones era inevitable porque era muy sensible a cualquier cosa.

El no podía simplemente esconder sus sentimientos por Abeno las veces que su mamá le preguntaba que había hecho en el día. Incluso aunque lo intentara acabaría hablando sobre su feliz día con Abeno-san.

Su madre los descubrió aquella vez en que sin querer comentó lo lindo que se veía el rubio en kimono. Su madre simplemente fue directa y le pregunto preguntó si ese chico era del gusto de su hijo.

Hanae lo quiso negar pero obviamente no podía mentir.

Ahora mismo estaba en la mesa donde su madre y él comían juntos la cena. Frente a él un té de color marrón claro con un pétalo de rosa en el fondo refleja su rostro con mirada perdida.

Se sentía extraño, inseguro y nervioso

Su cabeza era un total signo de Interrogación y una mezcla confusa de sentimientos abordaba en su corazón preguntándose que sentir ahora sin saber que hacer.

- Hanae ¿Quieres hablar? - Dijo su madre con voz tranquila- ¿Pasó algo malo?

- ... no lo sé - murmuró- No creo que sea malo - añadió dando un sorbo a su té.

- ¿Pasó algo con Abeno-kun? - Acertó su madre recibiendo un asentimiento.

- M-me besó - habló nervioso - aquí - acercó su mano a su rostro y tocó sus labios con sus finos dedos.

- ¿Y que ocurre? pensé que te gustaba ese chico - dijo confusa- eso significa que siente lo mismo por ti ¿no?

- ...no lo sé. ¡Es que fue inesperado mamá! ¿Y si es una broma? ¿Un accidente?

- ...Siempre vienes aquí después de la escuela con una sonrisa, me cuentas todo lo que has hecho, lo que aprendiste y con quien estuviste. Siempre hablas de Abeno-kun con mucho entusiasmo y nunca te olvidas de hacerle un cumplido. Tu mismo me has dicho que es una persona amable y dedicada, correcta y segura de sí. ¿Por qué dudas de él ahora? ¿Al menos lo dejaste explicarse?

El de ojos azules negó.

- Tal vez fui cobarde...- murmuró

- No lo fuiste querido. Eres muy lindo e inocente solamente te sorprendiste.- su madre sonrió- un beso es especial si te lo da una persona especial. No olvides eso nunca, Hanae. - Habló suavemente la mujer levantándose y recogiendo en sus manos las tazas de té para luego irse.

Skin | AbeshiyaWhere stories live. Discover now