032 ; existimos en un globo de nieve

384 49 23
                                    

Un globo de nieve, donde solo cabemos tú, yo y la nieve que cae mientras nos besamos.

...

Las Navidades pasan y el año nuevo también y al recibir está nueva etapa la nieve sigue cayendo por muchos meses más.

Japón era especial, grandioso en realidad. Las calles cubiertas de nieve y los postes congelados, todo era frío como Alaska.

Hanae sostenía mi mano, mientras caminabamos por el lugar. Después de un tiempo a su lado he decidido que caminar no es tan agotador si estás con alguien con quien andar.

La soledad te hace ver de forma agotadora muchas cosas pero cuando alguien más está contigo todo lo que haces parece fluir con más facilidad

Hanae llevaba en su cuello aquél regalo que le di antes de su cumpleaños, la estrella que brillaba en su pecho era llamativa ante mis ojos y nunca creí que un humano fuera merecedor de alguna hermosa pieza del mundo como lo son las estrellas. Sin embargo, Hanae podría tener la luna como broche en el cabello y no podría pensar en nadie mejor para usarla.

— ¿Estás mirando lo guapo que es tu novio? — me dice con sus ojos zafiros sobre los míos, esos ojos que me encantan y que me recuerdan al océano.

— En realidad, sí

— ¡Es inevitable! ¿Qué le puedo hacer? Solo puedo dejarte disfrutar de esta hermosa vista.

Me río mientras juego con nuestras manos unidas.

— ¿No es pesada? — Le pregunto, señalando la estrella enfrascada que cuelga en su cuello.

Él niega con la cabeza — Las estrellas son más ligeras de lo que pensé. ¿Crees que el sol pese más? Es también una estrella después de todo.

— ¿El sol? — Miro al cielo, no veo al sol porque hay demasiadas nubes. Vuelvo a mí vista hacia él y lo cargo por las piernas como puedo. — ¡Oh! ¡Pesa mucho el sol! — Me quejo mientras lo vuelvo a poner en el suelo después de darle vueltas cargado y el solo se carcajea.

— ¡Eres un idiota cuando quieres! — Sigue riendo mientras toma una bola de nieve y la tira en mi dirección, volteo y esta impacta en mi espalda.

— ¿!Ashiya-dono!? — Escucho una pequeña voz desde el lugar donde estoy parado — ¡Abeno-dono también está!

Miro hacia mis pies y encuentro sobre mis zapatos a dos pequeños youkai con yukata.

— ¿Suitshi-dono? ¿Shina-hime?— Me agacho para poderlo tomar en mis manos a los dos pequeños seres.

— ¡Qué bueno que los encuentro! ¡Shina-hime y yo estábamos pensando en ir a la Mononokean!

— ¿Hay algún encargo? — Pregunta Hanae a mi lado.

— ¡La princesa Shina está preocupada! ¡Algunos vándalos han robado su castillo y ahora ha estado vagando por horas en busca de un refugio! — Explica preocupado el youkai de yukata azul — Shina-hime, por favor. ¡Confíe en el amo y su empleado para encontrarle un nuevo castillo!

La youkai de yukata rosa se sonroja y hace una reverencia ante nosotros.

— ¿Debe ser un castillo?

— Las princesas que viven en el mundo humano deben tener un castillo. Es la única manera de que podamos quedarnos en este lugar sin ser arrojados.

— ¿Cómo ha perdido su castillo?

— ¡Vivía en un vecindario de Princesas!

— ¿Qué?

— Habían muchos castillos allí, sin embargo no podíamos visitarnos unos a los otros... ¡Pero siempre salíamos a mirar a los humanos juntos a la misma hora! — Decía la pequeña— Un humano tomó mi castillo entre sus manos y al dejarlo caer se ha roto la barrera que protegía mi castillo... Pedí ayuda a mis vecinos pero sus barreras estaban activadas y no podía entrar con ellos.

Skin | AbeshiyaWhere stories live. Discover now