Skin | Abeshiya

023 ; Respiración

Lo único que pasaba por la cabeza del rubio era desesperación. Una multitud de personas empezó a acumularse alrededor de él y el cuerpo de su novio en el piso.

Todos miraban expectantes como el rostro del azabache se volvió más pálido de lo normal. A través de su boca salían sonidos asfixiantes y lo peor de todo es que nadie podía hacer nada al respecto.

Hanae sentía sus pulmones quemar, como si estuviera respirando azufre puro. Su cuerpo se siente pesado, se siente débil y quiere llorar.

La sensación de ver el mundo moverse, pero no te mueves tú.

¿Que clase de sentimiento era este?

Cuando estuvo en una situación similar en el momento en que el Ejecutivo mostró su verdadera forma y su presencia fue demasiado para él, Haruitsuki de inmediato revirtió la presencia de este para poder salvarle.

Pero ahora, este espíritu era intocable.

Haruitsuki no podía salvarlo esta vez.

Tendría que sufrir el dolor como los demás.

Sabía que volvería a respirar, porque este espíritu atacaba durante un corto lapso de tiempo.

Los minutos son largos.

Los segundos son eternos.

Así se siente cuando no respiras, cuando no puedes hacer más que sufrir.

El sufrimiento hace del tiempo un lago sinfín.

¿Volvería a respirar? Espera que sea así.

Tal vez su cuerpo no soportaría más ¿Por qué pasaba esto?

Un espíritu debe tener en su corazón mucha maldad como para hacer sufrir a las personas de esta manera.

No hay tiempo que dure más que el tiempo del aire fuera de tus pulmones sin que regrese.

Tal vez este youkai ha sufrido por más tiempo.

Tiempo.

Es todo tan doloroso.

Cuando Hanae siente que está a punto de perder la consciencia, cuando su mente se encuentra en el aire; aire que sólo existía en su mente, porque en sus pulmones no había. Sintió como sus fosas nasales empezaban a cumplir su función de absorber oxígeno.

El aire llega rápido a sus pulmones y su vista ya no es borrosa, lo primero que nota es que está en la enfermería, con un nebulizador que le priporcionaba de manera artificial el oxígeno.

Vió como Haruitsuki sostenía su mano y miraba al techo.

¿Rezaba? Quien sabe. Veía desesperación en sus ojos, y preocupación en su rostro.

Y ganas de llorar en su corazón.

Incluso cuando sabía las condiciones del espíritu, estaba aterrado.

Hanae era débil de salud.

Haruitsuki lo sabía y estaba tan lleno de coraje y desesperación.

Hanae apretó su mano, haciendo que el rubio rápidamente mirada devuelta abajo para observarle.

Los fragmentos de oro brillante se encontraron el azulado color de los hermosos diamantes zafiro que se asemejaba al mar profundo.

El oro se derritió, dejando un camino abrillantado por las mejillas del rubio.

Estaba llorando.

Aliviado.

Hanae abrió los ojos totalmente sorprendido.

Jamás pensó ver a Itsuki llorar.

Una faceta tan débil y sensible, tan hermoso.

Incluso llorando era hermoso.

- Las lilac¹ son hermosas viniendo de ti, especialmente cuando florecen para ver las peonias² danzar con el viento.- Susurró el menor dándole una leve y débil sonrisa al otro.

Haruitsuki no entendía, solo hipaba intentando acallar su llanto.

Pero la voz de Hanae se oía hermosa.

Tan hermosa como él.

¹; Las lilac helenio significan lágrimas.
²; Las peonias significan alivio.

Mis bebés son tiernisimos.