Capitulo 13

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Aquí estaba, delante de la casa de la madre de Germán, según él , toda su familia estaba aquí, me sentía nerviosa y era porque su familia me odiaba.

—Vamos.- me animo Germán. Nos adentramos al lugar y el decorado de la casa era diferente a cuando vine por primera vez. Habían colores mas vivos y eso me confundió.

—Pero, ¿que paso?.- miro a Germán.

—Mi tía, hermana de mi abuelo.- creo que entendió a que me refería. Me alegraba el hecho de saber que Don Fernando tiene una hermana alegre.

Seguimos caminando hasta llegar a una espaciosa sala donde toda la familia estaba y cuando digo toda es toda. Desde ancianos hasta niños, todos platicaban tan pacíficamente hasta que sintieron nuestra presencia y todos nos quedaban viendo, me sentía peor que cuando iba a exponer en clases - claro, cuando iba-.

Algunas personas me miraban con una sonrisa, pero otros, Dios, mejor ni les digo.

—Familia, ella es Samantha Haynes, mi prometida.- uy no, que feo sonó eso.

—Buenas días- Sonreí nerviosa, Germán posó su mano detrás de mi espalda haciendo que me pusiera mas incomoda.

Una señora de avanzada edad tomo la iniciativa y se levanto.

—Mucho gusto querida.- me dio un beso para después abrazarme.
Era la hermana de Don Fernando, se parecían.
Algunos me saludaron y otros solamente me quedaban viendo feo, nos dirigimos al comedor donde un gran banquete nos esperaba.

Cuando nos sirvieron quede mirando mi plato con horror, esto no era comida, es qué acaso esta gente no come.

—Pisss, Germán.- susurré bajo para que solo el me oyera.

—¿Que pasa?.- dejó a un lado sus cubiertos.

—Esto no se ve bien, acaso no hay algo mejor que esto.- señale el platillo que ni su nombre sabia.

—Por favor, comete eso y no me hagas quedar en ridículo como en el restaurante, solo come Samantha.- pero quien se creía el para decirme eso, lo deje de mirar y decidí comerlo.

Corte un trozo de la carne que parecía hoja por lo delgada que estaba, lo dirigí a mi boca y entonces lo escupí, esta mierda estaba salado.

—Pero que...- Germán se levanto rápido y me dio un pañuelo. Tome la copa de agua y tome, realmente sabía horrible.

—Esta cosa esta asquerosa.- tire en la mesa la servilleta. Todos me miraban sorprendidos y sólo la mamá de Germán me veía con una sonrisa maldita perra.

—¡Basta Samantha!.- Germán se veía muy molesto.

—Pero...

—Pero nada.- me todo del brazo y me saco a la fuerza mientras todos aun nos miraba sorprendidos. Germán comenzaba a lastimarme.

—Germán... me.... Lástimas.- dije entre dientes mientras fruncía el ceño.
No hizo caso, a pasos firmes seguía caminando hasta que llegamos a una puerta grande, la abrió y entramos. Parecía la biblioteca, tantos libros que había me lo confirmaba.

Este me soltó de golpe haciendo que tuviera que sostenerme de una mesa que había ahí.

—¡Acaso te gusta hacer el ridículo!.- su respiración era pesada.—¡Pareces una corriente que no sabe ni siquiera comer, es más, solo mirate como vienes vestida!.- eso dolió, pero no lo hice intencionalmente, eso estaba muy salado, además que tenía de malo mi vestido, no era de marca pero la ropa no define quien eres.—¡Has quedado como una corriente ante mi familia!.- basta, eso dolía.

—¡BASTA!.- mis ojos se llenaron de lágrimas, nadie me había humillado de esa forma.—¡Esa cosa estaba salada!.- me pare firme.—¡Si tanto te molesta lo corriente que soy, pues no te cases conmigo!.- una lágrima resbaló por mi mejilla.—¡No necesitó que me digas que no soy suficiente para ser una más de esta porquería de familia!.-otra lágrima callo, el se relajó un poco, sus hombros ya no se veían tan tensos.

Camine hacia la salida pasando a su lado, pero me agarro del brazo.
—Samantha...

—Sueltame.- me solté de su agarre.—Vete al demonio.- abrí la puerta y al hacerlo la familia estaba parado haciéndose los que no han oído nada, limpie mis lágrimas y pase a su lado.

Camine hacia la salida, me sentía asfixiada en este lugar, al estar casi a la salida me encuentro con la hermana de Don Fernando.

—Hija.- esta me llamo a lo que tuve que detenerme.

—¿Que paso?.- agarre un mechón de mi cabello y lo coloque detrás de mi oreja. Le Sonreí ya que ella no ha tenido nada que ver con esto.

—Sé lo que paso y estoy apenada, mi sobrina hizo mal.- me dio un apretón en el brazo.

—Eso ya no importa, después de todo he quedado como una corriente.- Sonreí melancólica.

—No digas eso hija, ven vamos te llevo a casa.- asentí.

—No, yo la llevaré.- Germán venia en dirección a nosotras. Yo realmente no quería ir con él ni a la maldita esquina.

—Iré con tu tía.- dije seria, él había pasado mi limite.

—Dije ...

—¡Que no entiendes que no es no!.- mi miraba emanaba rabia hacia él.

—Yo la llevare hijo.- la hermana de Don Fernando me tomó del brazo y salimos de la casa.

[...]

Ayer fue el peor día de mi vida, jamas había pasado una humillación así. Mamá ha estado preguntando por mi relación con Frank a lo que le dije que ya no andábamos, no sé si se puso feliz o triste pero no importa. Desde la ultima vez que hablé con él ya no lo he vuelto hacer, tan poco le importe que no hizo nada que pedirme una segunda oportunidad.

Me sentía pésimo como para ir a trabajar, por lo que hoy tengo una cita con el sillón y la televisión, claro sin olvidar el tarro de helado.

Estaba viendo una película de comedia -Donde están las rubias- esos dos hacían que me muriera de risa, como se les ocurre vestirse de mujer, acaso los demás no se dan cuenta que no son las originales, ó sea estos no tienen nada femenino, ni él cuerpo y su voz, Dios, es tan falsa, definitivamente la gente de ahí esta loca como para no darse cuenta.

Suena el timbre por lo que hago un puchero, no quería levantarme abrir, la película esta muy buena pero al parecer es algo serio porque no dejan de tocar, agh, me levanto dejando a un lado el control junto a mi tarro de helado -te extrañare-.

—¡Ya voy!.- grite para que dejaran de violar al botón de mi timbre, que diga tocar.

Al abrir la puerta encuentro solo un sobre, es enserio, para esto me levantaron, malditos hijo de.....

Lo recojo y vuelvo a entrar, al parecer es una invitación de boda, no recuerdo que alguien se vaya a casar, tal vez se han de haber confundido por lo que decido leerlo, a lo mejor y si es para mi, uhh boda.

Palidezco, deje de respirar y no siento mis piernas, es la invitación de mi boda con el imbécil de Germán, pero que coño, he sido invitada a mi propia boda, es mas ni siquiera sé si me voy a casar.

Mi teléfono comenzó a sonar, ¿quien será?

Perdón por no actualizar como les dije pero, tuve un problema muuuy grande con mi familia😭😭😭😭😭.
Esperó y me entiendan.
Los quiero❤❤❤
No olviden comentar y votar.

Valentina

¿Coincidencia?Where stories live. Discover now