¿Coincidencia?

Capítulo 36

Me levanto a las 6 de la mañana, me colocó mi bata de seda y me dirijo al cuarto de Izan, ya era hora de levantarse porque tenía que ir al kinder.

Camino con pereza, sabía qué aunque le hubiera puesto la alarma no se levantara, sí lo sé, salió igual de perezoso como yo, es algo que no me tiene muy contenta.

Al entrar, cómo lo deduje, seguía durmiendo y su alarma estaba en el piso, todo destrozado, he perdido la cuenta de cuantas le he comprado. Me dirijo a la ventana y jalando una cuerda las cortinas se juntan.

—¡Vamos, arriba Izan!, ya salió el sol.- lo veo removerse mientras hace sonidos raros de queja.

—¡Mamá!, ¿qué se supone que haga? ¿fotosíntesis?.- reprimo una carcajada, debía mostrame enojada.

Izan a pesar de sus casí 5 años, es muy inteligente, incluso llego a pensar que mi hijo es un hombre mayor en cuerpo de niño.

Lo veo de mala gana.

—Que sarcástico.- digo mientras me paro delante de la cama con los brazos cruzados.

—Qi sircistisci.- se sienta en la cama y mueve las manos burlándose de mí.

Me siento en la cama, junto a él, comienzo a desbaratarle más el cabello en forma de juego.

—¡Mamá!.- se queja, me comienzo a reír, me levanto de la cama.

—¡Mimi!.- repito la misma burla que me hizo. Camino a la salida mientras comienzo a reír.

—Que inmadura eres, madre.- me detengo en seco al escucharlo. Tenía ese mismo todo de autoridad cómo la de Germán.

Dejo de reír para voltear a verlo.

—A bañarse Izan Haynes.- me cruzo de brazos viéndolo seria.

—¿Por qué llevo tu apellido y no la de mi... mi... padre?- comienza a jugar con la cobija.

Esa pregunta viene haciéndolo desde los 4 años, aun no tengo el valor de decirle que su padre esta muerto, no sé cómo se lo tomara, siento miedo, no quiero verlo sufrir.

—Izan.- advierto.

—No madre, ya estoy grande y debo saber la verdad.- se cruza de brazos, se veía tierno.

—Bueno señor grande, es hora de bañarse para la escuela.- dicho eso salgo rápidamente de su habitación.

Debía pedirle ayuda a Paul o Tomás, ellos sabrán aconsejarme.

Voy a la cocina ha preparar su desayuno, yo no la daba el típico "cereal con leche", el comía tocino con huevos.

Después de media hora Izan entra a la cocina bien vestido y peinado, hace tiempo que deje de hacer eso, ahora el "señor grande" lo hacía solo. Me sorprendía lo rápido que lo hacía.

—Siéntate, tu desayuno ya está listo.- pongo delante de él su plato de comida.

—Aun tenemos esa plática pendiente.- dijo mientras se metía un trozo de tocino.

Ruedo los ojos y me siento enfrente de él, me pongo a desayunar. Luego de terminar el desayuno esperamos a Tomás quien se turnaba con Paul para llevar al kinder a Izan.

—¡Tío!.- Izan salió corriendo a recibir a Tomás. Le ha tomado cariño que lo llama tío, incluso Paul se pone celoso de eso porque según él, él es el único tío, ¡Bah! Ni que fuera el único.

Tomás se lleve a Izan y me voy a dar un baño para irme al trabajo.

Cuando es hora de ir a traer a Izan me despido de Jenny y afuera este Braulio quien me espera, cuando Izan no esta, no soy fuerte para conducir, sólo con él lo hago.

Nos dirigimos al kinder, Izan ya esta afuera, mientras plática con un amiguito me acerco a él.

—Nos vamos, mi príncipe.- me agachó para darle un beso en la mejilla quien lo recibe alegre.

—Sí mami.- me toma de la mano. El papá de su amigo se acerca y me da la mano.

—Samantha.- me jala a él para darme un beso en la mejilla, siento como Izan apreta nuestro agarre.

—Federic.- sonrió de lado mientras me separó de él.

—Nos vamos madre.- la voz de Izan muestra lo enojado que esta. Exacto, salió todo un celoso.

—Sí, hijo.- me despido de Federic y nos encaminamos al auto.
En el camino de regreso a casa Izan no dice nada y va con los brazos cruzados.

Al llegar baja del auto y se dirige a su habitación sin decir nada, prefiero darle su espacio. Se le pasará.

Al caer la noche voy a su habitación junto con un bol de palomitas.

—¿Izan?.- tocó a su puerta que se encontraba medio abierta, al no recibir respuesta me adentro a la habitación y lo veo durmiendo, sonrió de lado. Dejo a un lado el bol de palomitas y lo cubro con su cobija, le doy un beso en la mejilla y apagó las luces para después salir de si habitación.

Me dirijo a mi habitación y decido ver una película, lo programó para que se apague a las 2, a veces quedó dormida y olvido apagarlo.

No me doy cuenta en que momento me quedo dormida, entre sueño escuchó el ruido de algo cayéndose, me remuevo y medio que abro los ojos, creo ver a Hernán parado a un lado de mi cama, esto era un sueño, por mas que su mirada era muy real  me di la vuelta y seguí durmiendo.

Al día siguiente me levanto a la misma hora, debía despertar a Izan.

Cuando llegó a su habitación hago lo mismo que ayer, abro la cortina.

—Izan no me hagas repetir lo mismo de todas las mañana, levantate, mi nene.- al no escuchar sus quejas me acerco a la cama pero mi mirada se dirige al bol que se encontraba en el suelo y las palomitas dispersas en el piso, frunzo mi entre-ceja.—Izan, ¿por qué hiciste eso?.- levantó mi mirada y no lo veo en la cama, ¡Ja! Que milagro que se haya levantado temprano.

Voy al baño y no escuchó la regadera, abro y no lo veo. Mi corazón comienza a latir rápido y luego el supuesto sueño de anoche llega a mí.

Fue un sueño.
Me repito una y otra vez.

Salgo corriendo hacia la cocina y no está, comienzo a buscarlo desesperadamente en toda la casa. Comienzo a llorar a no encontrarlo.

—¡IZAN!.- grito con la voz quebrada. Esto no estaba pasando.—¡Por favor...mi niño...esto no es gracioso...sal de dónde sea que estés!.- no paraba de llorar. El timbre suena y voy abrir rápidamente, Paul esta del otro lado.

—Hola.- dice alegremente y cambia su sonrisa por una mueca.—¿Pasa algo?.-  se acerca a mí y lo abrazo.

—Izan...- mis sollozos se hacen mas fuertes. —No...no esta.- y me derrumbo delante de él. —No esta... Paul, mi niño.- niego varias veces.—Mi niño...

¿Pero qué...? ¿Dónde esta nuestro pequeño Hemmings? 😱😥😰😪

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Los quiero.

Valentina💀