Capítulo 20

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Germán en multimedia😍💕💕.

Germán sólo entró a cambiarse para después salir a su trabajo, me quede sola, bueno no tanto, también estaban las chicas del servicio.

Eran apenas a las 10 de la mañana, por lo que decido desayunar. No quería comer en esa mesa sola por lo que decido ir a la cocina, en ella solo estaba una señora ya grande junto a la chica de la mañana, Hanna, me parece que así se llama.

—Buenos días.- salude, llamando la atención de las mujeres que se encontraban aquí.

—Señora, buenos días, ¿Se le ofrece algo?.- la señora se acerca a mí.

—Desayunar, pero llámame Sam.- le tendí mi mano en forma de saludo. Ella sonrió apenada y me dio la mano.

—Soy Renata y estaré a sus órdenes.- me sonrió.

—Vaya, nombre de chico.- volteo a ver a Hanna. No entiendo porque tanta agresión por su parte.

—¡Callate Hanna, respeta a la señora!.- la reprendió Renata.

—Descuida.- no quería ocasionar un problema con ellas.

—Ahora mismo le sirvo el desayuno.- Renata se dirigió a la estufa, Hanna sólo me observaba con tanto rencor.
Lo que hice fue sentarme en la silla que estaba junto a la isla de la cocina.
—Hanna, pasame una taza.- ella solo bufo.

—Ni que fuera su sirvienta.- dicho eso salio de la cocina no sin antes lanzarme una mirada de odio.
Renata voltea a verme sonrojada por la vergüenza que tal vez le ocasionó Hanna.

—Señora disculpala lo que pasa es que no asimila la idea que el señor se haya casado porque.....- se calló al darse cuenta que estaba hablando de mas, la mire con curiosidad.

—No te preocupes, sigue contándome.- quería saber por qué tanto rencor por parte de Hanna, ó sea, nadie le cae mal a nadie si no hay una razón de por medio.

-—Hanna ha estado enamorada de Germán, el señor solía venir de vacaciones con su familia a Italia, desde niños eran mas unidos que ahora, desde aquel accidente el joven cambio...- ella calló por un momento.

—Continua.- lo sé, soy muy curiosa.—¿Cuál accidente?.

—Creo que eso ya no me corresponde a mi decirle señora.- dicho eso, continuo sirviéndome el desayuno.—No sabía que el señor venia con acompañante por lo qué lo único que hay de desayunar son huevos.- dijo mientras colocaba el plato en la mesa.

—Descuida.- le Sonreí.

Me sirvió también café y me dispuse a desayunar, la verdad me la estaba pasando bien con ella, me contaba cosas de Germán cuando era niño, también sobre sus cosas de la infancia de ella y entre risas tuve un agradable desayuno.










Hace ya una hora que no tengo nada que hacer, estuve recorriendo la casa y me pareció algo linda, lo único que me gusto fue una parte del jardín en donde bajo un árbol muy frondoso se encontraba una mecedora, era perfecta para cuando quisiera leer un libró.

Me encontraba acostada en la habitación que me habían dado, gracias a Dios es una aparta a la de Germán. La puerta es abierta de golpe y aparece Germán sacando humos por la nariz, claro si eso se pudiera ver, su rostro mostraba lo mucho que estaba molesto.

—¿Quién te autorizó que podrías correr a Hanna de la casa?.- abrí los ojos de golpe, ¿De donde mierda sacaba eso?.

—¿Quién te dijo eso?, es mentira, desde la mañana no la he visto.- me levante de la cama y me puse mis pantuflas.

¿Coincidencia?Where stories live. Discover now