Y nada volvió a ser igual... MAGCON

Capítulo 9

-Skylynn estará contentísima de conocerte.-me dijo Hayes con una sonrisa- Ve todos tus videos.

-¿En serio?-alcé una ceja y él asintió.

-Los cuatro veíamos juntos tus videos.

-¿Los cuatro?-pregunté extrañada.

-Si. Will, Skylynn, Nash y yo.

-Llegamos-indicó Nash aparcando el coche delante de una casa enorme, que supongo que será su casa.

Los Grier nos invitaron a todos a comer a su casa, ya que nos querían conocer y ya hacía unos días que no veían a Nash.

Nash, Hayes, Shawn, Taylor, los Jacks y yo salimos del coche al igual que Cameron, Carter, Matt, Maho y Aaron del otro coche.

Nash toca el timbre y en cuestión de segundos una mujer morena con una gran sonrisa abre la puerta para acto seguido abrazar al ojiazul.

-¡Hijo mío!-exclamó alejandose un poco de él y tomando su rostro con sus dos manos- ¡Cuanto has crecido!

-Mamá, hace años dejé de crecer- contestó divertido y todos reímos.

La mujer volvió a abrazar a su otro hijo.

-Mamá, yo si que he crecido- le dijo Hayes asintiendo.

Todos volvimos a reír.

La mujer abrazó a cada uno de nosotros, aunque ya conocía personalmente a Cameron y Mahogany.

-Oh tú eres Leire ¿verdad?

-Si, así es- sonreí.

-Encantada de conocerte cielo, yo soy Elizabeth- me sonrió mientras me estrechaba entre sus brazos.

-Igualmente.-le devolví la sonrisa.

-Por favor, pasad- se hizo a un lado para que podamos pasar dentro.

Un hombre alto y de ojos azúles se nos acercó y abrazó a cada uno de nosotros, definitivamente es el padre de Hayes y Nash.

-Pero bueno, eres más mona en persona- sonrió y me dió un gran abrazo.

Reí.

-Gracias- dije un poco avergonzada.

-Hijo mío, estoy muy orgulloso de tí. Buena elección- le dijo a Nash para después abrazarle y guiñarme el ojo a mí.-Por cierto, soy Chad.-se presentó.

-Encantada.

-Hola Leire, yo soy Will.-me sonrió y me abrazó.

-Hola Will, mucho gusto- sonreí.

Dios, aqui me siento enana. Todos son gigantes.

-¿Dónde está Sky?-preguntó Nash mirando a todas partes en busca de su hermanita.

Antes de que nadie pudiera decir algo, una niña rubia con dos coletas apareció corriendo con una gran sonrisa plasmada en su rostro.

-¡Hey Sky!-exclamó el ojiazúl con una gran sonrisa agachandose y abriendo los brazos para recibir a su hermanita, pero ésta pasó de largo y se me tiró encima.

Abrí los ojos sorprendida pero luego sonreí y la cogí en brazos abrazándola.

-Hola bonita-sonreí y la besé la mejilla.

-¡Leire!-exclamó y me abrazó aún más- No sabes cuanto te quiero. ¡Eres la mejor!

Reí y la dejé en el suelo.

-Gracias, yo también te quiero.

-¡Oh Nash! ¡No te ví!- se fue corriendo hasta su hermano quien la miraba con los ojos entrecerrados.