Y nada volvió a ser igual... MAGCON

Capítulo 49

—¡Felicidades! Sabía que ganarías cariño.

—Gracias papá.

Si, desde que volví de San Sebastián, hemos estado hablando todos los días y me apoya en todo lo que hago. Por un lado estoy feliz, pero por otro lado me siento un poco ¿decepcionada? No lo sé, lo que quiero decir es... ¿para que tuvieramos una relación padre hija normal tuvo que haber pasado todo aquello? Si no hubiera intentado suicidarme, ¿todo seguiría como antes?

—¿Entonces pronto vuelves a casa?

—No creo... seguramente vaya a hacer otra gira, pero esta vez por Europa.

—Oh... bueno, está bien...

—Lo siento papá, pero tengo que colgar.

—Claro, adiós hija. Te quiero—cortó.

¿Te quiero? ¿Me ha dicho que me quiere?

—¿Por qué lloras?—me preguntó Nash preocupado.

—Mi padre acaba de decirme que me quiere-me limpié las lágrimas con la palma de mi mano y el ojiazul me sonrió cálidamente para acto seguido abrazarme.—No me acuerdo de la última vez que me lo dijo.

—Leire, eres su hija. Siempre te ha querido, nunca te lo dijo tal vez pero eso no quiere decir que no lo haya hecho ¿sabes? Es imposible no quererte.

Sus palabras lograron sacarme una pequeña sonrisa.

—Gracias Grier.—Me sorbí la nariz y me separé de él.

—De nada. Para eso está la familia—me guiñó el ojo.—Y ahora a emborracharse—pasó su brazo por mis hombros y entramos a la casa.

No sé de quién es la casa, pero está lleno de famosos. Según me dijeron es el after party y suelen ser las mejores fiestas y no podíamos faltar. Así que aqui estamos.

—Nash, agarrame que me caigo—le avisé mirando a la queen maravillada.

—¿Qué? ¿Por qué?—frunció el ceño confundido.

—Selena Queen Gomez está ahí. Bueno, aqui. A solo unos metros de mí... me va a dar algo.—Comencé a agobiarme y a autoventilarme con ambas manos lo que le causó gracia a Nash al parecer, porque comenzó a reír.—No te rías. La adoro ¿vale?

Soy su fan desde que tengo memoria. Siempre soñé con conocerla y ahora la tengo aquí en frente.

—¿Pues a qué esperas? Ve a hablar con ella.—Dijo tranquilamente y le miré horrorizado—¿Qué?

—Pensará que estoy loca.

—Entonces estará en lo cierto.—Bromeó y le golpeé el brazo con mi puño suavemente.—No, en serio. Acercate a ella, porque sino después te arrepentiras.

Dudé un poco hasta que vi que estaba sola y me acerqué a ella nerviosa. Iba a hablar con la Queen.

—¿Ey, a dónde vas?

—A conocer a la Queen.

—Pero si ya me conoces—Lox frunció el ceño y reí.

—Me refería a Selena Gomez—abrió la boca y se llevó la mano al pecho fingiendo indignación.—Dios, me da demasiada vergüenza. La admiro desde que soy pequeña.

—Vamos—me agarró del brazo y la burra me arrastró hasta ella.—Hola, disculpa—le dijo a espaldas de Sel, ésta se volteó con una sonrisa.

—Hola.—Nos saludó y sonreí nerviosa.

—Mira, esta es Leire—me señaló—y es tu fan número uno, no se atrevía a hablarte.—Su sonrisa se ensanchó aún más.

—Si, ya la conozco.—Mi cara debió de ser una poema en ese instante—He visto algún que otro video tuya.

No... no puede ser. ¿Selena me vio hacer el ridículo? No espera, esa no es la pregunta ¡¿Selena me conoce?! ¡¿ve mis videos?!

—¿E...en serio? ¿Tú...?—parpadeé incrédula.

—Si—asintió sonriente—me encanta la energía y la alegría que transmites con tus vídeos.

Me quedé observándola como si fuera una estúpida. Estaba delante de la Queen. Bueno, y a la otra Queen tenía a mi lado. Y la Queen que tenía delante me conocía... si la Queen que la tengo al lado no me hubiera ayudado seguramente no me hubiera atrevido a saludarla...

Dios, qué lio con los Queens.

Una vez que me había dado cuenta de que era real lo que estaba ocurriendo, poco a poco me fui relajando y pude mantener una conversación normal con Gomez y hasta sacamos algunas selfies, algunas sonriendo, otras haciendo bobadas, algo nuevo en mí...

(.../...)

Me sobresalté al sentir unas manos en mi cinturas pero en cuanto su perfúme inundó mis fosas nosales me volteé con una sonrisa plasmada en mi rostro y no dudé ni un segundo y besé a mi novio.

—¿Dónde te habías metido?—me preguntó con la respiración agitada una vez que nos separamos.

—Conociendo a la Queen—sonreí con suficiencia y frunció el ceño.

—Pero si ya hace tiempo que conoces a Lox.

Reí lo que hizo que su expresión de confusión se aumentara visiblemente.

—A ella no, idiota. A Selena Gomez—le aclaré con una sonrisa divertida acariciando su mejilla.

—Oh—alzó las cejas y asintió.—Qué bien.—Me sonrió y me besó. Y le besé. Y nos besamos.

Bailamos juntos un buen rato hasta que aparecieron Sammy y Nate.

—Suficiente.—Sammy nos separó.

—No seas egoísta. Comparte un poco.—le dijo Nate fingiendo dolor.

—Pero es mío—Aaron frunció el ceño y me acercó a él pasando su brazo por mi estómago.

Comenzaron a discutir entre los tres en broma, claro. Uno me tiraba de un brazo, el otro del otro y mi novio se negaba a soltarme. Hasta que llegó la Queen.

—Vamos a bailar Leire—se acercó a mí con una gran sonrisa.

—Vamos—exclamé con una gran sonrisa y me deshice de los agarres de los chicos y fui a bailar junto a Lox dejando a los tres indignados.

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