Capítulo 50

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—En serio Cameron, te agradezco mucho, pero no. —Negué por séptima vez, creo. La verdad es que ya perdí la cuenta.

—¿Pero por qué?

—Ya te lo he explicado mil veces —puse los ojos en blanco —no creo que sea buena idea y tenía planeado volver a San Sebastián.

—Pero acabas de estar ahí...

—Y he estado con vosotros durante meses.

—Ya, pero en San Sebastián has vivido años...

—¡Pues claro! ¡Nací allí! —grité histérica.

Llevamos más de una hora discutiendo por lo mismo. Cameron insiste en que me quede con él durante estas semanas antes de que volvamos a estar de gira por Europa.

—Por favor, en mi apartamento hay espacio de sobra —. Hizo un puchero —. Así conocerás a Chris también, mi mejor amigo. Nos conocemos desde hace años.

Suspiré. No creo que sea buena idea quedarme con él. No sé por qué, pero tengo el presentimiento de que lo único que nos traerá esto será problemas. ¡Y no quiero saber nada de ellos durante un largo tiempo! Ya he tenido suficientes.

—¿De qué hablan? —Aaron nos acercó con una sonrisa y dejo un beso en las comisuras de mis labios.

—Cameron quiere que me quede en su apartamente estas semanas en vez de que vuelva a San Sebastián —. Le expliqué.

—¿Qué? ¡Eso es genial! —exclamó y le miré confusa —. Yo estaré en Luisiana con mi familia pero así será más fácil que nos veamos.

—¿Lo ves? —Dallas alzó las cejas y abrió los brazos —hasta tu novio está de acuerdo. Si te quedas podrás ver a Sammy, Nate, los Jacks, Taylor, etc. Venga, no seas aburrida —. Me golpeó el brazo levemente.

—Pero le prometí a Maider que me iría...

—Pues no creo que te haga mucho caso... —Aaron sonrió de lado y le mire con el ceño fruncido, confusa —Shawn pasará una semana con ella antes de que comience la gira por Europa.

Abrí la boca ofendida.

—Pero será... ¡no me dijo nada!

Los chicos comenzaron a reír ante mi reacción, pero después volvieron a ponerse serio y pesados.

—¿Entonces? Te quedarás ¿verdad? Ya veras, lo pasaremos genial —me aseguró y tras poner los ojos en blanco y suspirar pesadamente, asentí con la cabeza lentamente —. ¡SI! —saltó a abrazarme y casi me dejó sin oxígeno.

—Pero no te emociones mucho tampoco, primero tengo que hablar con papá.

Asintió con una sonrisa de oreja a oreja. Parecía un niño a punto de comer una piruleta.

—¿Y tú cuándo te vas? —miré a mi novio. No me había comentado nada de que se iría a Luisiana, pero entiendo que quiera pasar tiempo con ellos. Casi no los ve desde que vive en Los Ángeles.

—Pues... ¿mañana? —soltó una risita nerviosa rascándose la nuca.

—Mañana... —repetí asintiendo con la cabeza —¿y recién me lo dices? —le miré con una ceja alzada y sonrió nervioso.

—Ha sido cosa del último momento.

—Si... bueno, da igual. Volvemos a estar de gira juntos en unas semanas.

(.../...)

—Vamos Leire, suéltalo tiene que irse —me dijo Gilinsky intentando quitarme de encima de Matt.

Y nada volvió a ser igual... MAGCONWhere stories live. Discover now