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Narrador Omnisciente.

Jimin se acercó al mostrador del hospital, en dónde estaba una mujer vestida con uniforme de enfermera hablando por teléfono, al ver que él se acercaba colgó aquel teléfono para atenderlo.

—Buenas tardes. —habló la enfermera luego de esbozar una sonrisa.

—Buenas tardes, estoy buscando a alguien de aquí...—cerró sus ojos para recordar su aspecto y luego los abrió (tampoco se iba a quedar con los ojos cerrados ahre)— A un enfermero que es medio... (ortiva) Tiene cara de no hacer tantos amigos. ¿Me explico...?

—No tanto. —ladeó su cabeza— Pero tal vez tenga una idea de quién es.

—A ver, tiene el cabello oscuro, es delgado, peli-negro, y alto. —describió.

Ah, y tenía una voz perfecta.

—¿Es pálido? —preguntó la enfermera.

—Sí. —asintió.

—Oh, sí. —asintió varias veces y se levantó de su asiento— Él no es un enfermero, es un pasante. ¿Quieres verlo?

—Claro, por eso venía...

—Entonces sígueme. Por aquí estaba...—comenzó a caminar hacia el ascensor, mientras Jimin la seguía.

Subieron hacia la planta alta por medio del ascensor, al salir caminaron por todo el pasillo hasta llegar a la última puerta blanca.

Allí, la enfermera abrió la puerta para ver a varios jóvenes riendo, tomándose un descanso ya que era su hora, en dónde también estaba este chico buscado por Jimin sentado en un costado con auriculares puestos moviendo sus dedos de la mano al ritmo de la canción que oía.

—¡Yoongi! —gritó para que lo escuchara y lo obtuvo— Alguien te busca.

Retiró sus auriculares de su oreja y la miró casi con desprecio por haberle gritado.

—Dile que no estoy. —respondió.

—Deja de bromear y ven aquí. No tengo todo el día.

—Tsk. chasqueó su lengua y luego hizo un mohín.

Se levantó de la silla, y salió del cuarto. La enfermera se retiró de allí rápidamente al ser llamada por un doctor, dejando a ambos solos.

Jimin observó a al enfermero, al mismo que lo había atendido aquella vez en dónde casi se desnucó.

‹‹ Qué hermoso tipo, maldita sea. ›› Pensó el motociclista y sonrió sin ser consciente de ello.

—Oh, tú. —recordó el chico— ¿Para qué me buscabas?

—Para agradecerte y darte esto. —le entregó un sorbe negro, el contrario lo agarró no sin antes fruncir el ceño al extraño.

—¿Qué es esto...? —agarró el sobre oscuro e intentó abrirlo.

—Son un pedazo de papel que te permite ver una carrera de motocicletas el sábado por la tarde, también junto a alguien más.

—¿Eh? —parpadeó lento— ¿Porqué me obsequias esto? Tómalo. —lo devolvió, pero Jimin se negó.

—Esto es una forma de agradecimiento. —sonrió.

—Qué forma de agradecimiento tan costosa, deja de bromear y toma. —intentó devolver aquel sobre.

—¿Porqué? ¿Acaso no lo quieres, Yoongi? —preguntó.

Al decir aquello, el silencio incómodo se hizo presente.

—¿Cómo sabes mi nombre? —rompió el silencio.

—La enfermera gritó tu nombre y lo oí, obvio. —respondió.

Y Yoongi que quería mantener su anonimato.

—suspiró— De acuerdo.

—¿Irás? —preguntó Jimin ansioso por la respuesta.

—No lo sé, tal vez no. —hizo que Jimin deje de sonreír.

—Bueh, aun así, tengo esperanzas que vendrás a verme correr.

—¿Para verte si te desnucas?

—Tal vez... Bueno, tengo que irme. Adiós. —se fue mostrando una sonrisa.

A Yoongi le pareció raro que este paciente le obsequie tal cosa, ni sus amigos le obsequian algo y un extraño lo hace. 

física ; jm + ygWhere stories live. Discover now