‹ POV YOONGI ›
Ya estábamos en el avión, por suerte los demás nos habían esperado solamente y no nos dejaron atrás. Puesto que todos mis compañeros ya ocuparon los asientos del frente, tuve que sentarme junto a Jimin en el fondo de todos.
Los imbéciles de mis compañeros me obligaron a hacerlo, por mí podría ir sentado sobre las piernas de unas de las enfermeras e ir tranquilo, no es que no me gusta estar con Jimin, sino que sus compañeros son muy ruidosos y si estoy con él, tengo que soportarlos.
Mientras que yo miraba hacia la pequeña ventana de la aeronave, escuchando canciones, inundado en mis estúpidos pensamientos, él acostó su cabeza sobre mi hombro.
Dirigí mi miraba hacia él y estaba moviendo sus labios, retiré mis auriculares, ya que no podía oír lo que me estaba diciendo.
—¿Qué decías...?—pregunté mirándolo.
—¿Qué escuchas? Estoy aburrido y no puedo dormir.—hizo un mohín.
Le presté un auricular para que pudiera oír.
—Me dieron ganas de mirar un película de terror.—dije y comencé a buscar algo en mi tableta.
—Ah, pensé que me iba a decir una porno.—sonrió.
—Deja de hablar pavadas.
—Estoy jodiendo...—esbozó un tierno mohín— No me gusta tanto las películas de terror.
—Dale, ¿tienes miedo?—pregunté gracioso.
—No es eso, sino... Desde pequeño no me gusta y lo sigo haciendo. Y yo sé que tu eres muy siniestro, Yoongi. Sé que optarás por una película muy siniestra...—se acercó a mí— Yoongi, usted es diabólico.
—sonreí sin mostrar los dientes— Jimin, usted ya me va conociendo. Mm... ¿El Niño?
—¿Es una película?
—No, manzana.—dije sarcástico.
—Bueno, mamita, hacé lo que se te cante.
...
—Yo no po cree...—dijo Jimin cansado— ¿Qué mierda tienen las víctimas de películas de terror en su cerebro? ¿Nada? Mamita, tú ahí podías hacerle bien una llave de brazo, pero no.—puteaba a la protagonista de la película— Encima tienes todas las armas del mundo y venís a elegir una más trucha... Estas son unas de mis razones de la cual me disgusta las películas de terror; el cliché, siempre la protagonista o el protagonista es débil. Deberían variar un poco y poner de protagonista a un tipo que practica Artes Marciales Mixtas, o un alguien que domina el jiu-jitsu, onda para ser original.
—Tienes razón.—dije— Bueno, ¿seguimos mirando la película o seguirás puteando?
—Ahora me agarró un cagaso (miedo). Ni loco, sigue mirando tú si así lo desea usted, señor diabólico.—bromeó.
—¿Por un muñeco?—pregunté intentaod no reírme, para no despertar a los demás que estaban tomando una siesta.
—Odio los muñecos. —volvió a poner su cabeza sobre mi hombro— Story time; cuando era pequeña me regalaron por mi cumpleaños un muñeco, era muy similar al de la película ''El títere'', me provocaba pesadillas y lo terminé quemando en el patio de mi casa.
—reí bajo— ¿Lo quemaste?
—Me daba mucho miedo seguir mirándolo, ponte en mi lugar...
No sé por qué me causa ternura ante él, habitualmente miro películas con personas que no le temen a esto, pero Jimin sí lo hace y causa una gran diferencia.
Sin pensarlo dos veces, me acerqué a sus labios, pero allí me quedé. No me animé a besarle, así que volví a distanciarme de sus labios.
—¿Por qué no lo haces?—preguntó Jimin.
—¿Q-Qué?—cuestioné— Ya fue.
—Yo nunca lo voy a dejar ir.—agarró con sus manos mi cuello y me acercó a sus labios, y ahora sí lo había besado.
—A veces, tengo vergüenza...—intenté mirarlo— No estoy acostumbrado a robar besos, como tú lo haces, Jimin.
—No estás acostumbrado a ser cariñoso, eso es. —acarició mi cuello— Ya que eres muy introvertido.—sonrió— Hacía mucho que te saqué la ficha, cariño.
—Cállate, Jiminnie.
—sonrió arrugando su naríz— Cállame, Yoonnie.
× × ×
—¡Por fin!—gritaron unísono todos los compañeros de Jimin al salir del aeropuerto de Australia.
Ya habíamos llegado a aquel país, después de un aburrido viaje. Ahora caminábamos hacia el una camioneta, en dónde nos esperaban unas personas de la organización para llevarnos al hotel.
Mientras caminaba, observé a Jimin que tocaba su herida, la herida que se había hecho antes de llegar aquí en su frente, parecía que le dolía y al tocarla lo hacía peor. Busqué en mi mochila la primera venda adhesiva sanitaria que encontrase, y encontré una curita de Hello Kitty que me había regalado una chica del equipo médico en forma de broma.
Sonreí pro dentro y llamé a Jimin para que se acercara a mí.
—¿Qué pasa, Yoongi..?—preguntó viéndome.
—Quédate quieto...—dije mientras pegaba el adhesivo de Hello Kitty sobre su herida— Listo, no te toques la frente con frecuencia, Jimin, estás haciéndolo peor.
—¿Me pusiste una venda..?—intentó tocarla pero lo detuve.
—¿Es que a ti cuándo se te habla te entra por un oído y se te sale por el orto, pajero? Si te sigue tocando la herida vas a infectar más y más, cuando lleguemos voy a desinfectarla mejor, ¿estamos?
—Gracias.—sonrió y besó de nuevo mis labios rápidamente para volver a caminar.
Las risas se hicieron presentes, por parte de los compañeros de Jimin.
—Jimin, ¿hiciste un pacto con el diablo para que se te salga un tercer ojo en la frente?—dijeron— Hello Kitty es diabólica.
—¿Qué mierda dices, Marco?—preguntó a su amigo— Deja el porro, cuántas veces te he dicho esto...
—La Yenny, La Kitty y la Chenny, KRpro, Cu-Li-Sueltas...—empezaron a cantar.
—Me dicen la culisuelta, llego a mi casa cuando sale el sol, te la hago corta, no me des vuelta, invita un trago y pinta el descontrol.—otro muchacho siguió la canción y los demás empezaron a bailar— Me dice la culi, la culi —unos del montón ya empezaron hacer twerking.
—Basta chicos.—el más alto de todos dijo— Dejen de pelotudear, gracias.
—Uhh, qué ortiva...
Todos se quedaron en silencio hasta que uno gritó.
—¡Y gritaa fuego, mantelo prendido, fuegooo!—siguieron bailando.
—¿¡Quién me tocó el orto!?—gritó unos de los que hacía twerking— ¿Fuiste tú, Marco?—comenzó a pegarlo al nombrado— Arrodillate y pedime perdón, vas a aprender a respetar.
—¡Ay, ay, yo no toqué nada!—se cubrió de los golpes.
—Ya lo sé, estoy bromeando.—rió.
—¿Ustedes trajeron marihuana o alguna droga por el estilo?—preguntó Jimin— ¿Qué consumieron? ¿Tomaron las pastillas para boludear?
—Tienes a Hello Kitty en tu frente, Jimin.—dijo el alto— La curita...
—¿Me has puesto una venda de Hello Kitty, Yoongi?—Jimin me preguntó mirándome.
—Era la única que tenía.—alzé mis hombros— Pero te queda bonito, no lo arrojes a la basura.
—sonrió— Gracias por el piropo.
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estaba mezclando música y se me vino a la mente la cumbia de antes (horrible lpm) qué tiempos boludos
