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‹ POV JIMIN ›

Abrí mis ojos lentamente al oír el sonido del timbre de mi loft. Moví mi cuerpo para levantarme de la cama, e ir primero a ponerme una bata, ya que estaba desnudo. De nuevo, otra noche de ser borracho y hacer cosas que luego me arrepentiré.

Fui para atender la puerta, no sin antes vestirme y mirar la hora que era, y fue muy temprano para que alguien me viniera a visitar.

Al abrir la puerta me encontré a mi hermano, con una maleta plateada a su lado. Medio hermano, en realidad, de parte de padre, con otra mujer más vieja que la escarapela y que no era la jovencita. Pero igual. (dejadme en paz como escribo bc soy pelotudo vieron)

—¿Te echaron de la casa de nuevo, Jungkook? —pregunté y lo dejé pasar.

—Por algo vine aquí, ¿no? —arrojó su maleta sobre un sofá oscuro.

Lo guíe hacia el comedor, haría un desayuno para ambos y así hablamos.

—¿Y ahora cuál es el motivo por el cual tu vieja te echó de tu casa? —pregunté mientras lo veía sentar sobre la banqueta frente a la mesada de mármol.

—Cosas del estudio, que no importa ahora. —apoyó sus brazos sobre la mesada— Perdón por no aparecer ayer para ver tu torneo, Jimin. Es que estaba en el hospital, pero igual me arrepiento de no verte ganarles a los otros.

—No importa. —sonreí— ¿Fuiste al hospital? ¿Por qué?

—Control. Tenía que hacer varias cosas para entrar a una competencia y...

—Oh, lo entiendo. ¿Café o té?

—Ninguno, haré un licuado yo. Porque tú...—inclinó su cabeza— No eres master chef.

—Ah bueno, Maru Botana.

—rió— ¿Y tú qué haces solamente con una bata y debajo desnudo?

Me abrasé a mí mismo para sentir que no tenía nada de bajo.

—¿Qué tiene? Es mi casa y puedo andar en pelotas si así lo deseo, ¿algún problema con eso, Kookie?

—Ningún problema. Pero a veces temo por el día que me recibas en pelotas.

—No lo haré, tenlo por seguro.

—Gracias a Dios. —sonrió y fue a la cocina para hacer lo que había dicho— ¿Y cómo estuvo la fiesta de ayer?

—Y bueno...—suspiré— Por algo me desperté desnudo.

—Ahhh, con razón. —carcajeó— ¿Y quién fue la estúpida que se acostó contigo? Si sólo eres un motociclista. Es sólo es por el interés, ya te digo.

—Pero igual se folla.

Y sí.

...

—Cocinas muy bien, Kook. —hablé.

—Ya lo sé. —dijo con orgullo— Apuesto que ninguna mujer con las que te acostaste te ha hecho comida, ¿no? —sonrió. Cara rota— Igual que tu viejo.

Pareciera que le fascinara molestarme por mis malas elecciones de pareja.

Bueno, es cierto, pero igual es molesto.

—¿Te puedes calmar con eso?

—Me encanta molestarte, hermano. Pero tango razón...—inclinó su cabeza hacia un lado y se levantó con su plato.

—Bueno. Cállate, ¿quieres? Encima que te estoy dando techo en dónde quedarte a vivir por un tiempo...

—Bueno, señor supremo. Con más respeto, ¿n—el sonido de su celular lo interrumpió. Él rápidamente sacó su celular y lo observó, parece que le había llegado un mensaje.

—Uyyyy....—grité— ¿Mi hermano tiene novia o qué?

—¿Qué? —me miró con esa cara de culo (orto)— ¿Novia? Okey. —siguió atendiendo su celular.

—Ah, no es novia, ¿novio?

—Deja de hablar, Jimin. —puso su celular sobre su oreja. Ajá, este anda en otra cosa...— Hola, amor. —dijo.

Río y corrí hacia él, muy cerca de su celular para que me escuchara.

—¡Vuelve a la cama, cariño! —grité.

—¡Imbécil! —dijo enojado— No, no es nadie, cariño. Es el salame de mi hermano.

Jungkook cortó su llamada y volvió a guardar su celular en su bolsillo.

—Qué pollerudo eres, Kook.

—No es novia. Supéralo, Jimin, no soy heterosexual. Homo. Gay. Puto. Todos los sinónimos posibles.

—Bueno, eso era más que obvio... No mientas, Jungkook. Tú no fuiste a mi fiesta de celebración por que tu novio se puso celoso.

—N-No. No, o sea, yo no fui porque no quería...—rascó su nuca— Bueno sí.

—Mi hermano que es menor que yo tiene pareja y yo acá, a punto de conquistar a un chico que al final tenía novio y me quede mal parado. Qué fracaso.

No me canso de triunfar en mi vida.

—¿Coqueteaste a un chico que tenía novio...? Ah no, pero no puedes más de idiota, hermano.

—Bueno, ¿qué sabía yo? No sabía nada de lo que ocurría entre ambos, no soy un adivino.

—La próxima averigua eso para no comerte un garrón de la gran flauta.

Había obsequiado dos entradas a Yoongi, el enfermero que resultó ser un pasante bastante hermoso, y fue con su pareja. Vamos Bien. ¿Para qué demonios también yo le había regalado una entrada de más? Para auto joderme la vida.

Y ahora como hago para poder acercarme a él, nunca lo voy a ver.

Ahora solo vive en mi memoria. (ahre)

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no po creer la estupidez que escribo jeee

física ; jm + ygWhere stories live. Discover now