‹ POV JIMIN ›
Murmuraba todo lo que estaba en mi mente, todo lo que había estudiado, nervioso, ya que hoy sería mi examen. Mientras estaba entrenando con mi motocicleta, entrenar y estudiar al mismo tiempo, por lo menos para mí, es fácil.
—¡Haz un stoppie!—gritó mi entrenador desde su asiento, mientras anotaba algo en su cuadernillo.
Observé lo poco que quedaba de la pista, al terminar, lo hice. Intenté girar durante lo hacía, pero lamentablemente fracasé.
Caí sobre la grada húmeda, junto a mi motocicleta, que por suerte no se había caído sobre mí.
—Mala idea, chico.—habló el entrenador.
—No me digas.—respondí sarcástico, mientras me levantaba del suelo y agarraba la motocicleta.
—Nunca fallas en hacer acrobacias, Park. —caminó hacia mí y cruzó sus brazos— ¿Qué te sucede?
—Estoy ansioso.—respondí— Hoy tengo examen, y creo que es unos de los últimos.
—Física, ¿no?
—Exacto.—asentí— Casi no he dormido, y tengo microsueños, creo.—bostecé.
—Y ve a descansar, muchacho. Lo dejaremos para mañana lo de hoy, ¿vale?
—Pero... Mejor entrenaré hoy y mañana, mientras más entrene mejor.—sonreí y caminé hacia mi mochila, para agarrar una botella de agua.
Observé mi celular y ya era hora de salir del instituto e irme hacia la universidad para presentarme en la mesa de examen.
—Bueno, me voy, entrenador. —terminé de beber de mi botella, la cerré, la guardé en mi mochila y me la puso sobre mi espalda— Nos vemos mañana.
Nos despedimos comos los americanos, con un apretón de manos.
—¡Hey!—gritó— Tienes la mano hervida, ¿estás bien?—tocó mis mejillas— ¡Chico, estás hirviendo!
—¿Eh?—fruncí el ceño— No sé de qué habla, yo me siento normal.
—Estás hirviendo, en serio. ¿Te sientes normal?
—Claro.
× × ×
No me siento bien.
Estaba en pleno examen, sólo me quedaba las dos últimas preguntas, pero el dolor de cabeza me impedía pensar con tranquilidad.
Tenía escalofríos y eso que el tiempo no era baja.
Concéntrate.
Contrólate.
No podía salir del aula porque no me lo permitían, y mucho menos cuando estamos en examen.
Respiré hondo, como el psicólogo recomendaba realizar cuándo uno está nervioso.
—Quedan 5 minutos, alumnos.—avisó el profesor.
Gracias por joderme mi mísera y maldita vida, amado profesor.
Logré concentrarme y hundirme en los recuerdos en los que repetía incontables conceptos y cuadros sinópticos. Todo sea para responder una condenada pregunta.
Con suerte terminé, me levanté lentamente, ya que mi cerebro estaba que explotaba y con cada paso era como un golpe en todo mi cuerpo. Fui hacia el escritorio del profesor y entregué el examen.
—¿Terminó, señor Park?—preguntó mientras miraba mi examen sobre su escritorio.
Solamente asentí y salí inmediatamente de allí, no quería estar ahí ni un segundo más.
Bajé rápidamente las escaleras y fui hacia el campus, sintiendo la luz del querido sol chocando contra mi rostro, pero ni siquiera eso disminuyó la sensación de frío.
Pensé que tal vez irme a mi casa me tranquilice, así que caminé hacia mi motocicleta, me puse el casco, con este estado inestable que tengo, temo que me mate andando en motocicleta.
Inicié a manejar lentamente, se me cerraban los ojos lentamente y el frío se hizo más intenso en mí.
...
