thirty-two ; the city

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Narrador Omnisciente.

—Lo extrañas, ¿verdad?—preguntó Namjoon mientras estaba probando el sonido. 

—¡Cállate!—respondió Yoongi— Me lo has preguntado al rededor de unas cuarentas y seis veces, Nam, dejame de joder. 

—Respeto tu privacidad, pero reafirmo mi seguridad como amigo preguntándo. —sonrió— Ya, ya te dejaré de joder.—jugó con el clossfader de un controlador— ¿Irás a pinchar esta noche?

—Claro.—asintió. 

—Hoy llega Jimin al país...—avisó.

—Sí, lo sé. Pero seguramente esté cansado y no tenga deseos de estar conmigo, sino descansar y listo.—respondió.

—¿Cómo mierda dices eso, Yoongi? ¿Te fumaste algo? Histérico. —frunció el ceño— Jimin ni bien pisa suelo surcoreano querrá verte, imbécil cara de culo ortiva de mierda. Y apuesto que ha deseado eso durante toda la competencia...

—Estoy muy...—apretó su puño— Sólo estoy muy nervioso por esta noche.

—¿Qué sucederá esta noche? ¿Te la van a poner?—lo miró y se rió— Bueno, ¿por la fiesta de hoy? No hay que estar nervioso...

—Es la primera vez presentando mi música, ¿acaso tú no has estado de la misma forma? 

—Sí, pero, ¿sabes qué? Yo me clavo un vaso de fernet y se me pasa.

—Bueno, entonces, ve preparando el vaso de fernet. 

× × ×

Jimin sonrió mientras salía del ascensor e iba directo a la puerta de Yoongi. A penas llegó, fue hasta su residencia, dejó todas sus cosas, agarró su motocicleta y fue directo hacia el edificio que estaba el muchacho de piel blanquecina que lo volvía loco. 

Golpeó la puerta unas dos veces. Se puso nervioso al oír pasos. 

—¡Hol—

Jimin fue interrumpido por el fuerte abrazo de Yoongi, él por supuesto lo correspondió.

Sonrió a volver a sentir su mundo en sus brazos.

Sus cuerpos duraron unos minutos, de los cuales eran los minutos más cariñosos para ambos.

—Te extrañé, estúpido.—dijo Yoongi después de darle un casto beso.

—Y yo demasiado, cariño.—sonrió y lo abrazó.

—Entra, no quiero estar aquí besándonos para que luego las vecinas tengan tema de cotilleo.

Entraron y el mayor cerró la puerta con llaves, cosa que nadie entre y los interrumpan.

—Pensé que llegarías por la noche, Jimin...—dijo entre besos.

—Me adelanté por mi cuenta. Namjoon me ha dicho que hoy presentarás música, pensé que estabas en la medicina. ¿Puedo ir a verte?

—sonrió— Dejé todo eso porque ya no me gustaba tanto como antes. Y claro que sí puedes.

—Y aún que no puedo, igual lo voy a hacer. Así que...—tomó a Yoongi en sus brazos y lo llevó hasta el living, para dejarlo sobre el sofá— Amo que hagas lo que se te cante el orto sin importar de que tus ''padres'' piensen de ello.

—¿Qué haces, Jimin...?—sonrió— Sobre el sofá, no... 

× × ×

La fiesta en dónde Yoongi presentaba su música, ya estaba a minutos de terminar, ya casi amanecía y todo cerraba antes de ello. 

Su acompañante lo estaba mirando atentamente, apreciando cada cosa que hacía. De un momento a otra, observó cómo se sacaba sus auriculares de la oreja y los apoyó sobre los platillos del controlados, para luego bajar la cabeza y apoyar ambas manos al borde de la consola. 

El castaño fue hacia él y lo abrazó por la espalda, acercando su rostro al ajeno para ver que de sus ojos escapaban lágrimas. 

—¿Qué sucede, Yoonnie...?—acarició su mejilla sacando sus lágrimas. 

—sollozó— Mis padres...—lo miró— Están aquí. Viéndome. 

—¡Por fin!—gritó— Vinieron a ver a su hijo. ¿Por qué lloras? ¡Debes estar sonriendo, no llorando!—besó su mejilla— Deja de llorar, sino yo te haré llorar con razón esta noche.

—Sí...—sollozó y sobó su nariz— Ya estoy sintiendo algo dura en mi trasero...—movió su cuerpo.

—Te amo, Yoongi...—miró a los ojos cómo se dilataban. 

—Yo también. 

—¿También me amas? 

—No, yo también me amo.—sonrió— Mentira, te amo, estúpido.—lo tomó con sus manos su rostro y lo besó suavemente. 

Jimin lo dejó seguir con lo suyo. 

...

—Has estado excelente, cariño.—dijo mientras miraba a su mayor poniéndose el casco de seguridad sobre su cabeza y subir a la motocicleta. 

Yoongi rodeó la cintura ajena con sus brazos y se acorrucó sobre la espalda de Jimin mientras este manejaba. 

—¿A dónde vamos?—preguntó el mayor. 

—A la Torre Namsan. —respondió mientras aceleraba la motocicleta— Para ver la salida del sol. 

Fue velozmente hacia la torre, antes de que amanezca.

Ambos observaron cómo el sol salía lentamente, mientras iban a toda velocidad. Yoongi temía por chocar en cualquier momento, pero no saca que esto era lo mejor que vio.

Jimin detuvo su motocicleta en un sitio, en dónde se apreciaba perfectamente aquella torre y su maravilloso fondo.

—No te regalé nada lujoso.—habló Jimin— Sólo te mostré algo que me encanta hacer, manejar una motocicleta para venir hasta aquí y mostrarte una estrella muy brillante. 

—sonrió— Te contaré algo... Yo hace tiempo conocí a un chico perfecto, él me animó a hacer las cosas que amo, me aguantó mientras era una mierda. Y no sólo me encanta por que haya hecho cosas por mí, sino porque es una persona muy cálida, muy amable por más que se la boludee, y es tan débil... Que me vuelve loco. Él es mi parte blanda, él completó el lugar blanco. A mi me faltaba amor, y el ha llegado con eso.. Me encanta demasiado que deseo que esté en mi vida. 

—Ese chico tiene demasiada suerte.—entrelazó sus manos— Me causas demasiados sentimientos, tarado... 

—Sí, tienes razón. Tú tienes mucha suerte de encontrar a alguien 'frío' como yo.

—Tú tienes una lamentable suerte para encontrar a un desastre como yo, Yoongi.—sonrió— No eres frío, y menos conmigo. 

—Tú no eres un desastre. 

—Estamos hasta las manos.—ambos dijeron unísono con una sonrisa. 

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weno pija colorada, el fic se ha terminado 

gracias totales a la gente que se ha quedado hasta el final, love u 

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gracias totales a la gente que se ha quedado hasta el final, love u 

física ; jm + ygWhere stories live. Discover now