Capítulo 4

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Lauren POV

Había extrañado tanto mi casa, es más, ya casi ni recordaba los pequeños detalles que abundaban en ella. Como la regla de medición que mi papa había hecho en la cocina para medirme a mi y Chris todos los años, o la casa del árbol del patio que seguía igual a como la recordaba. 

Aspire el aroma de mi casa, mi hogar. El hogar es donde tu corazón esta, decía una canción y cuanta razón tenía. Por más que amara Londres, mi corazón siempre estaría en Miami. 

Aunque ahora, en estos precisos momentos odiara esa ciudad más que nada en el mundo, pero no era tanto la ciudad, sino sus personas. Aquellas que juzgan sin saber motivos, que se aterrorizan de lo simple y le temen a lo desconocido. 

La gente puede ser cruel, eso siempre lo había pensado, pero nunca lo había vivido. 

Subí hasta mi recámara y esta seguía igual a como la había dejado hacia tres años atrás; todo se mantenía en su lugar. Mi cama tenía la misma almohada pequeña en forma de Bob Esponja, las paredes seguían cubiertas por pósters de Lana del Rey y diferentes bandas independientes. Lo único diferente era que mi closet ahora tenía ropa más acorde a mi edad y a Miami. 

Me recosté en mi cama y mire el techo y suspire pesadamente. 

Es duro—me incorpore en mi cama y vi los ojos color miel de mi hermano—pero todo se arreglara, buddy.

Yo sonreí 

Es como si tuviera quince años otra vez—dije después de varios segundos sin decir nada—Creo que no importa cuantas veces se diga que soy inocente, para los demás siempre seré la asesina de mi tía hasta que se demuestre lo contrario— termine de decir suspirando.

Chris envolvió sus brazos alrededor de lo cuerpo y descase  mi cabeza en su pecho.

Se sentía tan bien estar de nuevo en los brazos de mi hermano. 

Estuvimos así unos minutos hasta que mi mama aviso que la comida estaba lista. Salude a todo el personal de servicio, una vez que llegue al comedor, y después me dispuse a comer. 

Extrañaba la comida de casa; la descendencia cubana de mi familia se hacía presente cuando en la mesa me esperaban platillos originales de aquel país. Aspire el aroma de todos los alimentos y comencé a comer. 

El sabor de la comida era tan diferente a lo que había comido en Londres por tres años. 

Platicamos un poco más hasta que me retire y subí a mi al habitación. El viaje había sido pesado pero había sido más pesado el haber llegado a Miami y encontrarme con toda la atención innecesaria que me estaban dando. 

Me di una rápida ducha, me puse ropa cómoda y me dispuse a dormir. 

Me desperté ya entrega la noche. Baje a la cocina y tome un vaso con jugo de naranja, nunca me había gustado la leche pura; mire el reloj y este marcaban las dos de la mañana. Me restregué los ojos y salí al patio. 

El cielo brillaba como si millones de diamantes estuvieran allí arriba. El aire fresco golpeaba mi cara y sentía un poco de tranquilidad. 

No sabía cuanto más podía aguantar aquella situación, no sabía si mi mente daría para más.

Cuando eres adolescente por lo que te tienes que preocupar es a cual fiesta tienes que ir, a que concierto vas a poder asistir, que ropa vas a utilizar el primer día de clase; nunca por cuantas personas te vas en mirar con despecho en las calles y tachare de asesina. 

Suspire

Que vida y apenas es verano—suspire pesadamente.

**

La mañana golpeaba mi rostro, el son me pegaba de frente y sentía que moriría. Me sentía como aquella vez que Darvin, Freya y yo nos habíamos ido al pub más cercano de nuestro departamento, a tomar unos cuantos tragos, y al otro día terminamos con la peor jaqueca del mundo. 

Las ventanas del carro siempre iban arriba, nunca abajo. De alguna forma los medios de Miami siempre sabían a donde iba, como y por que.

Cosa que comenzaba a fastidiarme.

Me baje del automóvil y camine a un lado de mi padre, y a nuestro lado dos guardias de seguridad. Nos adentramos hacia las oficinas de “University Of Miami”

Siempre habían pensado que a los 18 años, estaría viajando por el mundo, regresando a los 20, para así continuar con la universidad, y lo quería hacer. 

Pero no lo haría.

Estaba por inscribirme en  University of Miami en su facultad de Derecho. 

Si después de tres años no se había podido resolver el caso, tal vez conmigo dentro de el, esto de resolvería más rápido.

El Artículo del Amor (Camren) Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ