El Artículo del Amor (Camren)

Capítulo 37

Capítulo 37

Camila POV

Mi corazón estaba al borde del colapso. Mi cuerpo estaba en un estado hiperventilación mayor. Había algo en mí que decía que tenía que llegar lo más antes posible si no quería que algo más malo le pasará a Lauren.

Tenía un mal presentimiento sobre esto. No podía creer el comportamiento de Austin con respecto a Lauren. Había tanto rencor y odio hacia ella y era algo que no podía descifrar.

Austin no conocía a Lauren, bueno en persona dado que después del incidente con la muerte de su tía, la familia Jauregui era bastante popular en toda América del Norte.

Aun así, mi ahora ex novia nunca había tenido algún contacto con respecto a Lauren o alguien de su familia por lo que el hecho de que Austin dijera que Lauren debía pagar por la muerte de su madre, era algo bastante fuera de lugar.

De igual manera la madre de Austin había muerto de un infarto al corazón, no había lógica alguna en la situación.

A lo lejos, y después de casi 20 minutos de viaje, vi a Kristen, quien llevaba un poco de sangre en su labio y su cara estaba roja y sudada.

Inmediatamente nos detuvimos e ingresamos a mi amiga en la camioneta. Cuando la vi, la abrace fuertemente y comencé a llorar, Kristen correspondió el abrazo y beso mi mejilla.

—Hey, deja el romanticismo cuando veas a tu chica—sonreí levemente—Si fuera ustedes, traería mi artillería pesada. Austin está como loco, parecía un episodio de Pretty Little Liars. Da miedo entrar allí. Lauren está muy lastimada así que llamen a una ambulancia, entraremos por la parte de atrás, por una puerta secreta que sólo yo sé—Kristen hablaba tan rápido que sentía mi cabeza explotar una vez más.

—Respira, Mila—sin decir nada más, Lea tomo su celular y comenzó a hablar con el resto de los policías que nos seguían en los demás carros.

Mi corazón seguía latiendo incontrolablemente. Quería llegar ya, saber que Lauren estaba bien, salir ya de esta pesadilla.

—Camila, tienes que quedarte aquí—negué

—Iré, no importa que peligroso sea, después de todo allí hay una persona que me importa mucho y otra que, aunque no lo merezca, me importa también.

Tanto mi madre como Lea suspiraron pesadamente. El agente Ortiz me puso un chaleco antibalas, así como protección por su algo más allá de un susto pasara.

La casa de campo de los Mahone estaba rodeada en todo el perímetro. Kristen nos guió hasta un pequeño cobertizo en donde en la parte posterior hacia una pequeña puerta. Entramos uno por uno, con Kristen al frente y con tres policías detrás de ella, luego iba el Agente Ortiz, mi mama, Lea y yo siguiéndonos un centenar de policías.

—JODER MALDITO BASTARDO—escuche gritar a alguien y ese alguien era mi persona especial.

—Lauren—susurre y mi mama me tomo de la mano.

Caminamos por un camino largo hasta llegar a una pequeña sala, luego el resto de los policías se quedaron en todos los puestos de la casa hasta que por fin llegamos a donde Lauren y Austin estaba.

—Policía Local de Miami—grito el agente Ortiz para después abrir la puerta de un golpe con el pie.

Sentí mis ojos inmediatamente llenarse de lágrimas. Ante mis ojos estaba Lauren irreconocible, llega de sangre por toda su cara, su ojo izquierdo completamente hinchado, el ojo derecho con moretees y su ceja izquierda rota. Su labio estaba hinchado así como roto cubierto de sangre, su piel blanca tenía más sangre y más hematomas.

Aquella escena ni la podía quitar de mi mente. Me dolió tanto que quería matar a Austin en esos momentos.

— ¡Eres una traidora! — grito Austin a su hermana mientras se ponía detrás de Lauren con una pistola apuntando a su cabeza.

— ¿Que mierda te pasa, Austin? ¿Qué mierda es esto? —grito de la misma manera Kristen al ver aquel lugar.

Fotos de Lauren, con amigos, familia. Fotos mías y de ella, fotos y más fotos cubrían las paredes de aquella habitación. Titulares que anunciaban la muerte de Miriam Jauregui, recortes de periódico y en un lugar una foto de la madre de Austin.

¿Que era todo eso?

—Sr. Mahone, baje el arma y nadie saldrá herido—Austin soltó una gran carcajada

—Todos aquí estamos lastimados. Física y mentalmente, todos estamos jodidos de alguna manera—razonó mi ex novio

—Austin—hablé casi en susurro. Sus ojos azules se posaron en los míos y sólo había un vacío en él, dolor, odio, rencor... Nada quedaba del chico del que me había enamorado.

—Duele, ¿sabes? Ver cómo siempre un Jauregui destruye mi felicidad—hablo con lágrimas en los ojos.

—Aus, nadie destruyo tu vida—trate de razonar con el—Y menos los Jauregui.

—Ellos son la causa de todo. De qué mi mama no esté con nosotros, de que mi papa sea un bastardo hijo de puta que le duela más la muerte de una zorra que la su propia esposa. Duele que me hayas dejado por alguien tan ruin como ella— escupió con rencor Austin.

— ¿Cómo te convertiste en esto, Austin? ¿Dónde quedo el chico lindo y amable del que me enamore? ¿Dónde quedo el chico de hace tres años? — pregunte

—Fue una mentira—susurro— ¿que sí te amé? Si, lo hice... Lo hago; pero ese chico fue una mentira, yo siempre he sido esto. Un chico de 16 años que vio a su padre engañar a su esposa, así como también vio cómo su madre se quitaba la vida por culpa de ese hombre— dijo

¿La madre de Austin se suicidó? ¿Su padre la había engañado?

Escuchar todo aquello era darme cuenta de que me había enamorado de una mentira. Que del chico del cual me enamore había sido una mentira.

No podía creer todo aquello, si bien no era una historia bonita, al contrario era una historia totalmente terrorífica. Pero, ¿en dónde encajaba Lauren y su familia?

—Pero, ¿qué tiene que ver Lauren y su familia? — pregunte

—La amante de mi padre era Miriam Jauregui— mis ojos se abrieron por completo.

Por el rabillo de mi ojo veía como el Agente Ortiz juntó con el resto de los policías utilizaban la distracción de Austin, quien estaba tan sumergido en la historia que relataba, que en menos de un mili segundo, tres policías tomaron a Austin de los hombros haciendo que el arma que tenía en sus manos cayera.

El agente Ortiz rápidamente tomo a Lauren en sus brazos e inmediatamente corto hasta él y abrace cuidadosamente a Lauren.

—Mi amor, mira cómo te dejo— dije llorando. Lauren trato de hablar pero no pudo, eso hizo que mi corazón se apretara en mi pecho.

Ella realmente estaba golpeada y lastimada. Las ambulancias llegaron así como los padres de Lauren que al verla se soltaron al llanto y comenzaron a preguntar por el responsable de aquellas heridas a su hija.

—Aunque ella siga viva, tome algo que jamás van a recuperar—salió Austin gritando— realmente fui una mente maestra al matar a la bastarda Miriam Jauregui y que después de tres años, jamás me atraparan.

Mi corazón se detuvo. Todo este tiempo había estado con un asesino. Sentí mi estómago agitarse y las ganas de vomitar llegaron a mi garganta.