El Artículo del Amor (Camren)

Capítulo 6

Capítulo 6

Lauren POV

—Pues ese chico es un idiota—dije una vez que estaba en el auto. 

—Yo ya me acostumbre; a estado con Camila desde hace tiempo ya—dijo mi papa

—aunque ni a Sinuhe ni a Alejandro les gusté para Camila. 

Pues con razón, el chico era arrogante y parecía una versión americana de Justin Bieber cuando empezaba a dar gritos en las radios. 

—Al parecer me dará problemas—mi padre suspiro 

—Y más por Camila—rodé los ojos 

—¿Por que tendría que darme problemas a causa de Camila?— mi padre sonrió y yo rodé los ojos—oh por Dios, acabo de llegar y ya me quieres con novia. 

El sonrió—yo no dije nada.

Rodé los ojos una vez más. Mi papa era una cajita de sorpresas. Quien iba a pensar que tres años después, iba a aceptar tan bien el hecho de que soy gay. 

Si retrocedemos el tiempo, mi mente me lleva a ese día donde mi vida cambio. Me traslado a ese día en donde estoy con esa chica, cuyo nombre no recuerdo por que estaba algo bebida o más bien seguía bajo los efectos dados la fiesta posterior a ese día. 

Mi papa abre la puerta, comienza a gritar, yo también lo hago. Todo de vuelve un caos, salgo de la casa y llego al lugar en donde todo cambio. 

Ese había sido el motivo por el cual yo me encontraba ese día en la casa de mi tía Miriam. Mi papa me había descubierto en la cama con una chica. 

A los 15 años, el hecho de ser gay, para algunos es un tabú, muchos te dicen que no sabes lo que quieres, que estas confundida o que es una fase y tratas de negarlo, de esconderlo y refuta aquel acto natural y normal de la vida. 

No culpo a mi papa por haber reaccionado de la manera en que lo hizo, pero creo que si hubiera sido un poco más comprensivo, no estuviera pasando nada de lo que esta pasando. 

Al llegar a casa no hay nadie. Supongo que Chris esta trabajando al igual que mi mama. Como dice ” Las aventajas de ser invisible” las personas cambian, las cosas cambian pero el tiempo no se detiene; el tiempo sigue su curso y eso era lo que pasaba en mi caso. 

Mi familia seguía su curso de vida, uno del cual no había tomado espació en tres años. No lo reprochaba, nunca lo haría. Todos siguen su curso de vida sin esperar a otros. 

Mi papa avisó que iría un rato a la oficina, que no tardaría. Yo solo le dije que se cuidará y que lo quería, el beso mi mejilla y salió nuevamente de la casa dejándome sola. 

El reloj marcaba las ocho de la noche. Me dio un baño y me puse  unos shorts con una camisa, que si más no recuerdo es de Chris; me amarre el pelo en una coleta y baje a la cocina a hacerme algo de cenar. 

Después de prepararme un delicioso emparedado de nutella con fresas, me dispuse a ver un poco de tele, después me acorde todas las llamadas que había rechazado. Por lo que subí a mi habitación y tome el aparato en mis manos. Tenía cinco llamadas de Freya, dos de Darvin y una de Alexa. 

En los dos días que tengo aquí en Miami no había visto a nadie de mis antiguos “amigos” y sabía que Alexa estaría en Cuba visitando a sus familiares, sin embargo no sabía cuanto tiempo iba a estar por allá. 

Le mande mensaje a Darvin y Freya contándoles toda la locura que había desatado mi regreso a Miami y como ellos bromearon diciendo que tenían una amiga famosa. 

En verdad extrañaba a esos dos

Entrada ya un poco más la noche, escuche que el timbre sonaba pero no baje a abrir la puerta, alguien tenía que abrirla tarde o temprano. Al cabo de los minutos el timbre dejo de sonar y escuche algunas voces, no preste lucha atención dado que mi conversación con mis amigos estaba sumamente interesante. 

Dos toques a mi puerta, me levanté a abrirla y lo último que sentí fueron dos largos brazos alrededor de mi cuello, unas piernas alrededor de mi cintura y el duro concreto del piso en mi espalda. 

—Eres una maldita—la voz de Alexa—¿por que no me dijiste que ya habías llegado?—dijo mientras besaba toda mi cara

—Será por que tu no estabas aquí— trate de decirle procurando quitarles de encima mío. Ambas nos levantando y nos abrazamos pausadamente. Aspire el aroma de mi mejor amiga. 

Mi única amiga.

Alexa y yo nos conocíamos de toda la vida. Su padre era el mejor amigo de mi papa, digo que era por que desgraciadamente el Sr. Ferrer murió cuando Alexa tenía 10 años. Fue una etapa dura para mi amiga; desde toda la vida siempre habíamos sido ella y yo contra el mundo 

—No puedo creer que estés aquí—me dijo. Estábamos en la sala de la casa, y yo no podía creer que ella estaba allí. 

Era increíble la sensación que de tiene al ver a una persona que tenías tanto tiempo sin ver, y que cuando la vez, la encuentres tan igual y tan cambiada al misma tiempo.  

Platicamos un poco más de como le había ido estos últimos tres años y de como había pasado esos tres años sin mi, teniendo que soportar los comentarios estúpidos de mis “amigos” con respecto a todo lo que estaba pasando conmigo. 

—¿Y como lo llevas?— pregunto mientras tomaba un sorbo de su te. 

Yo alce los hombros— No lo puedo llevar más, no debo dejar que me vean derrotada— suspire—siento que gane una batalla pero que perdí la guerra—termine de decir. 

—Todo saldrá bien. Las cosas se arreglarán y pronto podrás restregarle a todos en la cara el hecho de que nunca tuviste nada que ver con todo lo que paso, y ellos quedarán como los viles idiotas que son. 

Sonrei. En verdad necesitaba esas palabras. 

—Deberíamos salir—dijo Alexa de la nada. Mire el reloj y la voltee a ver.

—¿Estas loca? Son las once de la noche—ella todo los ojos

—Es verano, tenemos 18 y somos sexys—rodé los ojos—vamos a tu recámara, ponte tus jeans más entallados que de que salimos, salimos. 

Esta sería una larga noche.

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Hola...aprovecho para presentarme. Me llamo Karla y originalmente esta historia esta siendo públicada en Tumblr. Decir que es de mi autoría y bueno, espero que la lean y me digan que piensan. 

Un gran saludo(: