Capítulo 14

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Capítulo 14 

Lauren POV

Mire a Camila detenidamente una vez que le dije que no me gustaban los chicos. Sabía que algo tramaba, ella misma, hacia unas horas había dicho que Alexa era mi novia y ahora estaba tratando de emparejarme con su ex novio. 

Crei que ya lo sabias— le dije mirándola a los ojos-—no dejabas de insinuar que Alexa era mi novia cuando en verdad es mi mejor amiga, casi mi hermana. 

Vi como sus mejillas comenzaban a ponerse rojas y yo simplemente disfrutaba de aquello. Tenía a Camila encerrada en un callejón sin salida y ahora solo quería ver que era lo que me respondía.

Yo….—suspiro—es sólo que no estaba segura. Además ustedes dos actúan como pareja de casados—sonreí libremente ante aquella observación. 

Alexa fue la única de mi grupo de amigos, que estuvo conmigo a pesar de toda la mierda que me sigue hasta el día de hoy—dije mirando a ningún punto fijo—Fue la única que estaba conmigo por amistad y no por popularidad. 

Sentí la mirada de Camila en mi. No quería mostrarme débil pero aquello me dolía.

Recordar como aquellos que llamaba amigos me dieron la espalda cuando más lo necesitaba, como me miraban como si portara una enfermedad contagiosa, como en la hora del almuerzo me había quedado sólo con la compañía de Alexa. 

Lo siento—escuche a Camila

Apreté mis labios y eleve mis hombros—Eso pasa cuando eres ingenua. 

Nos quedamos en silencio unos minutos más, compartiendo aquel silencio abrumador pero pacífico para ambas. Por primera vez, desde que llegue a Miami sentía una paz conmigo misma, una tranquilidad que no había tenido desde hacía tres años. 

Y me preocupaba por que no sabía si era por la compañía del mar y las estrellas o por la de Camila Cabello. 

¿No deberías estar con tu novio o algo por el estilo?— me miro detenidamente y suspiro. 

Austin se fue molesto por lo de la pasantía que dijiste —agache mi mirada— tenía casi dos años pidiéndole a mi mama que lo dejara, tan siquiera observar en el bufete; y de la nada vienes tu y le dices eso, creo que entiendo su enojo. 

¿Lo lamento?— dije no muy convencida—no sabía esa parte, bueno tu mama me comento algo de eso pero nunca todo lo que tu me has dicho—ella asintió. 

Mire el horizonte. Aquello no lo sabía y no sabía si sentirme bien o como el excremento. 

Mire de reojo a Camila y la luz de la luna le daba de frente, dejando crear una imagen sumamente sublime ante mis ojos; sus facciones simplemente eran impresionantes, desde su nariz fina hasta sus labios carnosos. 

Camila simplemente era hermosa. 

Tómame una foto, durara más—sentí mis mejillas arder. 

No dije nada. Simplemente desvié mi mirada una vez más para ver el mar. 

¿Como es Londres?— pregunto de la nada.

Suspire—simplemente hermoso. Los días grises se podrían decir que son el sello de

garantía de aquel país. Los días lluviosos son tan comunes como un día soleado aquí en Miami; la gente mayor es muy refinada y los chavos y chavas son otra onda, son incluso más alocados que los spring breakers—termine de decir. 

¿Tuviste alguna novia?— sonreí ante su pregunta.

Salí con varias chicas pero si, tuve una novia. Se llama Freya. Terminamos hace tiempo sin embargo fue mi primera novia, puedo asegurar que mi primer amor—dije mirando sus ojos cafés. 

Estupendo— fue lo único que dijo—siempre he querido ir a Londres, pero nunca he podido.

¿Has salido de Miami? 

Si, he ido a varias ciudades de México. España, Portugal y Francia— asentí

¿A que ciudades de México has ido? Siempre he querido ir— dije

Veracruz, Guadalajara, Guanajuato y Puerto Vallarta; esta última es como un pequeño Miami en México—sonreí 

Fascinante—dije sonriendo

Tienes una linda sonrisa— inmediatamente la mire con una sonrisa coqueta. 

Gracias, supongo— ella se sonrojó—pero la tuya es más linda   

Camila se sonrojó y yo sentí una gran adrenalina en mi cuerpo, sin tener control de este mismo me fui acercando más a Camila, podía jurar que escuchaba los latidos de su corazón y de alguna manera podía senté que ella escuchaba mi corazón alocado por nuestra cercanía. 

Podía aspirar su aroma, aquel olor a perfume de frutas inundaba mis sentidos y hacia que mi corazón latiera incluso más rápido, como que si en algún momento este se quisiera salirse mi pecho. 

Nuestra cercanía se hacía más latente y sentía su respiración en mis labios, la mire y ella tenía ya sus ojos cerrados…. Acaso era que ella estaba ansiosa por lo que yo estaba desesperada por hacer? 

Tenía que hacerlo. Debía hacerlo. 

Nuestros labios se rozan y sentí enloquecer. No quería hacer algo de lo que ella se pudiera arrepentir y yo ni podía hacer algo de lo que me podía obsesionar. 

Y justo cuando iba a besarle su celular sonó rompiendo el manera que habíamos creado. Nos miramos a los ojos y los alejamos. Ella contesto y pude escuchar la voz de su novio. No dije nada más, simplemente me levanté y camine hasta la acera donde estaba mi auto. 

Tan cerca de perder la razón.

El Artículo del Amor (Camren) Where stories live. Discover now