El Artículo del Amor (Camren)

Capítulo 26

CAPÍTULO 26

Lauren POV

Presione mis labios con los de Camila en un intento desesperado de poder transmitirle todo lo que quería decirle con palabras.

Segundos después desprendo el agarre de nuestros labios y la tomo de la mano para adentrarnos  en uno de los cubículos llamados “baños” de aquel lugar.

El espacio era pequeño por lo que puse a Camila sobre la pared, presionando mi cuerpo con el suyo y comencé un recorrido a fondo con mis manos en su cuerpo.

Nuestras respiraciones se exaltaban  conforme los segundos pasaban y sentía la piel de Camila erizarse con los pequeños toques de mis manos; Mis manos eran inquietas y tenían una manía de querer descubrir todo al paso del tiempo, por lo que en cuestión de minutos mis manos tomaban a Camila de las piernas y hacia que estas mismas se enredarán en mi cintura provocando la máxima excitación del momento.

No había necesidad de espacio entre nosotras, era lo que menos quería; tener a Camila de aquella manera hacia que mis sentidos se dispararan y comenzara a actuar de aquella manera.

Camila bajo sus piernas de mi cintura y ella empezó un viaje que comenzaba en mis brazos y terminaban en mi nuca, jugando con mi cabello y saboreando mi interior.

Mis manos comenzaban a inquietarme más, así que actúe por impulso y baje mis manos hasta la cintura de Camila, viajando por su espalda baja, recorriendo el largo de sus piernas y terminando el recorrido en su firme trasero.

Al contacto de mis manos con aquella parte del cuerpo de la chica que tenía bajo mis brazos, esta dejo salir el sonido más excitando jamás escuchado por los mortales: un gemido.

Mi corazón comenzó a latir a mil por hora y la temperatura de mi cuerpo comenzaba a elevarse más y más conforme la lengua de Camila se sumergía más en mi boca.

El cansancio llegaba a mí y volví mis manos hasta la cintura de Camila para guiarla a mi dirección. Con mi pie izquierdo, baje la tapa del escusado para poder sentarme y que la chica de los ojos marrones que me estaba besando como si no hubiese mañana, se sentará en mi regazo.

Con esta nueva posición, no había espacio alguna entré nuestros cuerpos, podía sentir el calor que Camila desprendía, su cuerpo lo hacía, escuchaba sus suspiros que luego de volvieron en gemidos de placer.

El oxígeno comenzaba a faltar pero lo quería terminar aquel beso. Quería sentir aquellos labios junto a los míos por una eternidad, no quería que aquel momento acabara, pero tenía que hacerlo, sino moriría.

Apreté más mis brazos en la pequeña cintura de Camila y dio un último beso a sus labios, pero seguimos en la misma posición, yo sentaba y ella en mis piernas; la mirada marronesca de Camila estaba más clara, sus pupilas estaban dilatadas y yo sabía el por qué.

—Tus ojos han cambiado nuevamente de color —dijo en mi odio mientras comenzaba a hacer una línea de besos en mi cuello.

—Los tuyos… también cambiaron…de color —trate de decir mientras Camila seguía haciendo aquello que me estaba volviendo, literalmente, loca.

Camila detuvo lo que estaba haciendo para después tomar mi rostro entre sus manos y depositar un delicado beso en la comisura de mis labios.

—Esto está mal en todos los sentidos de la palabra — susurro —Mi novio esta abajo con mi hermana, tal vez preguntándose donde estoy, mientras que yo estoy aquí —me miro a los ojos — contigo sintiéndome tal completa y tan bien, pero al mismo tiempo tan mal.