4 .- "Un nuevo comienzo"

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El comienzo del nuevo ciclo escolar fue más difícil de lo que Garreth había imaginado. Ese joven de cabello rojizo estaría ahí, en el mismo grupo y por mucho tiempo serían compañeros, pero tras ese incidente el asistir a la escuela sería más incómodo. Garreth no dejaría de asistir a la escuela, consideraba los estudios una gran responsabilidad a pesar de no sobresalir en ellos.

Garreth entró en la bulliciosa aula de clases con la esperanza de no encontrarse con Duke, estaba avergonzado por lo sucedido el día anterior y no se sentía con la fortaleza necesaria para tenerlo de frente. Ocupó su pupitre, alrededor había muchos jóvenes, ninguno de ellos era el pelirrojo y eso lo hizo sentir aliviado. Solo habían transcurrido pocos minutos cuando el asiento a su lado derecho fue ocupado por la misma persona del día anterior. Garreth volteó hacia ese lugar, tuvo la idea de que Duke cambiaría de sitio al encontrarlo fastidioso, pero para su sorpresa no fue así.

Sus miradas se conectaron en silencio, los oscuros ojos de Garreth proyectaban un cálido sentimiento mientras que los azules ojos de Duke lucían emocionalmente distantes. El pelirrojo desvió la mirada sin decir una sola palabra, ese indiferente comportamiento convenció un poco más a Garreth de que estaba equivocado, que ese chico frente a él era un desconocido.

Las jovencitas que estaban dentro del aula pusieron su atención sobre el chico de deslumbrante cabellera y hermosos ojos, una encantadora apariencia la cual era poco usual y que cautivaba las miradas. Las chicas no podían apartar sus ojos de Duke, a la vez que conversaban entre ellas, el aspecto del chico destacaba no solo en ese grupo sino en todo el colegio.

Duke pretendía no escuchar lo que decían sobre él e ignoraba esas constantes miradas, esos murmullos fueron perceptibles al oído del chico de cabello blanco.

—«Sabía que por su apariencia sería popular con las chicas. Pero ¿qué estoy diciendo?, él... no es el Duke que conocí» —pensó Garreth.

Todo era confuso para Garreth, una parte de él quería creer que ese chico era el que formaba parte de sus recuerdos. Se le dificultaba creer que se tratara de alguien más, la apariencia había cambiado tan solo un poco debido al tiempo, pero el nombre era idéntico, además lo que ese joven provocaba en su interior era similar al pasado. Por otra parte, la personalidad de ese joven era totalmente opuesta a la de su querido amigo, Garreth se percató de que los ojos del pelirrojo no mentían cuando dijo no recordarlo. Garreth hizo a un lado esa pequeña esperanza que aun guardaba, admitió que estaba equivocado y que en realidad se trataba de dos individuos diferentes.

Quiso disculparse con ese chico, pero Garreth no estaba acostumbrado a interactuar con otras personas, no sabía lo que debía hacer para llevar a cabo ese acercamiento. Trató de encontrar una oportunidad para hablar con Duke, en todas, el miedo y la vergüenza lo detenían. Como las palabras no salían, escribió un mensaje en un pequeño trozo de papel y lo lanzó al escritorio del pelirrojo. Duke miró el pedazo de papel y evitó mirar hacia la dirección en que provino, así que lo desdobló para leerlo.

—"Quiero hablar contigo" —era el contenido del mensaje.

Duke tomó su lápiz para escribir en el reverso y luego lo arrojó de vuelta.

—"Si es por lo mismo no me interesa" —fue su respuesta.

—"Es importante" —Insistió Garreth.

No escribió una respuesta tras leer el último mensaje, Duke quiso decirle en ese mismo momento lo que pensaba, pero al mirar directamente a los ojos de Garreth se quedó en silencio, esos ojos oscuros reflejaban la enorme intranquilidad que llevaba por dentro. Duke desvió la mirada y siguió con lo que estaba haciendo como si nada hubiese ocurrido. Garreth se sintió ignorado y bastante desanimado por la actitud del pelirrojo, sus disculpas se habían reducido a cero al darse cuenta de que no sería escuchado.

Cuando llegó el momento de tomar un descanso, todos los jóvenes salieron apresurados a comprar comestibles, platicar, despejarse un poco o simplemente estirar las piernas. La gran mayoría se concentraba en la tienda cerca de las canchas deportivas, no había una fila organizada, tan solo era un cúmulo de adolescentes abalanzándose unos sobre otros para hacer su pedido antes de que el breve receso terminara. Garreth formaba parte de esa multitud, miró a su alrededor pero no veía a ese joven de cabello llamativo por ninguna parte, tampoco lo encontró en las bancas y mesas situadas cerca de la tienda.

Sonó el timbre y todos regresaban a sus respectivas aulas, en el camino Garreth vio al pelirrojo arrojar una bolsa en el cesto donde se depositaba la basura. Duke había tomado un refrigerio sin acudir a la tienda, a Garreth le resultaba extraño que el pelirrojo desapareciera durante ese cuarto de hora, era la segunda vez que no lo miraba en los lugares habitualmente concurridos de la escuela.

Las asignaturas impartidas durante el segundo periodo del horario escolar terminaron rápidamente. El profesor finalizó la clase al escuchar el estrepitoso timbre de salida, el ruido aumento debido al alboroto de los alumnos por apresurarse a guardar sus objetos y salir casi corriendo del aula. El bullicio disminuía conforme el aula quedaba vacía, Garreth guardaba con calma sus pertenencias dentro de su mochila la cual colgó de su hombro y se dispuso a abandonar el salón como el resto de sus compañeros.

—¿Y bien?, ¿qué es lo que quieres decirme? —escuchó Garreth antes de atravesar la puerta.

Detuvo su paso al escuchar la voz de Duke, observó a su alrededor y notó que dentro de esa gran aula solo quedaban ellos dos. La sorpresa de que ese chico mostrara interés en conocer lo que él quería decir lo hizo sentir nervioso. Garreth entendía que quizá era la única oportunidad para transmitirle sus pensamientos y acortó la distancia que los separaba. La expresión corporal del alto joven, más que una disculpa, se equiparaba a una despedida.

¡Lo siento! —dijo Garreth sin aclarar sus ideas —. No volveré a molestarte comparándote con alguien más, espero que puedas perdonarme —expresó muy sincero.

Duke lo miró inexpresivo, tras escuchar esas palabras examinó silencioso el rostro de ese chico alto y de cabello blanco.

—Está bien. Mientras no lo vuelvas a hacer —mencionó Duke.

—Gracias, y... me gustaría que fuéramos amigos —el tono de su voz se hizo más leve al final.

Amigos... Al escuchar esa palabra algo resonó muy dentro de Duke. Un intenso eco en su cabeza, el cual Duke no comprendía. Sin embargo, para él era evidente que esa extraña sensación fue provocada luego de escuchar esa simple palabra.

—No puedo ser tu amigo —respondió Duke de forma fría y directa.

—Entiendo.

—Pero... al menos podemos ser compañeros.

Garreth asintió con una ligera sonrisa de alivio en su rostro, para él ser compañeros era un concepto muy cercano a la amistad. Duke quedó impresionado al apreciar esa sutil expresión de felicidad en el rígido semblante de Garreth y, sin notarlo, el pelirrojo lo observó atento.

—«¿Por qué su cara me hace sentir tan extraño?» —Pensó Duke sin apartar su vista de él.

Caminaron juntos hacia la salida de la institución, la interacción entre ellos era escasa, para Garreth el que ese chico no lo rechazara y aceptara sus disculpas fue más que suficiente. Por un instante fue como si hubiera regresado a aquella época, Duke estaba ahí, cerca de él, aunque no de la misma manera y eso lo hizo regresar a la realidad. En cuanto a Duke, una extraña sensación lo invadía al estar cerca de ese chico de ruda apariencia y quería descubrir el motivo tras ese sentimiento.

Parecía que un ciclo se había cerrado y que uno nuevo estaba por comenzar, o al menos así lo percibía ese chico.

Recuérdame: más que una historia de amor [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora