10.- "Una tarde muy cálida"

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Hacía calor, Garreth encendió el aire acondicionado para refrescarse, no solo su cuerpo, también su mente. Crecer dolía, en ocasiones se sentía muy cansado y en muchas otras tenía un apetito voraz. Garreth no quería que ese cansancio sin sentido le impidiera salir a realizar su deporte favorito y con ello ver a su persona favorita. Tras merendar y realizar sus deberes escolares, salió al ambiente caluroso.

Entre los árboles del parque soplaba un viento refrescante, el cual le fue bien recibido por todas las personas que transitaban por el lugar, para Garreth fue un viento suave y agradable, sintió como si le regresara un poco de su energía. Cerró sus ojos bajo un gran árbol para disfrutar de esa brisa, al abrirlos de nuevo buscó con su mirada a Duke, pero no lo vio por ningún lado, en lugar de sentirse triste decidió jugar baloncesto y esperar paciente a que Duke llegara.

Garreth encestó varias veces la pelota, ignorando todo lo demás, la temperatura de su cuerpo se elevó y comenzó a sudar. Hizo un último tiro para tomar un descanso y recuperar el aliento.

—Buen tiro —dijo Duke y Garreth volteó a verlo.

Lo observó por un momento para asegurarse de cuál de los dos era, por la expresión de su cara sabía que se trataba de ese pelirrojo que estaba esperando.

—¿Garreth?

—Ah, disculpa... —titubeó Garreth.

—¿Acaso viste a un fantasma? —preguntó Duke.

—Bueno, tu piel es tan blanca que podrías pasar por uno —bromeó.

—Así que parezco un muerto, que malo.

—¿Qué?, no, es solo...

Duke sonrió, sabía que Garreth tomaba en serio todo lo que le decía y el ver sus reacciones le causaba gracia. Para Garreth no había maldad en esa sonrisa, siempre que Duke sonreía quedaba maravillado sin darse cuenta, el deslumbrante rostro del pelirrojo era como un imán para sus ojos.

—¿Y tu patineta? —preguntó Garreth al deshacerse del hechizo.

—Bueno... la olvidé —Duke sonrió —. Hace mucho que no jugamos, y veo que has mejorado mucho. Quiero intentar —señaló que le pasara el balón.

Garreth aceptó, había pasado bastante tiempo desde la última vez que jugaron juntos. Le pasó el balón a Duke, se colocó frente a la canasta e intentó encestar varias veces, pero no tuvo el resultado esperado.

—Tú eres muy bueno o yo soy muy malo en esto —expresó Duke algo decepcionado.

—No eres malo, solo te falta práctica. Toma el balón así —Garreth le indicó.

Garreth se situó detrás de Duke y colocó sus manos sobre las de él, las cuales sujetaban el balón. El pelirrojo comenzó a sentirse nervioso, Garreth estaba muy cerca, demasiado cerca, su corazón se aceleró sin su consentimiento, reaccionando al roce de sus pieles en contacto. El refrescante viento no lograba disminuir su temperatura, el calor en su cara ni el color en sus mejillas. En anteriores ocasiones, Duke buscaba ese contacto físico y mantenía en control sus emociones, pero en esa ocasión fue distinto, había perdido el dominio de sí mismo.

—«¿Por qué me siento tan nervioso?» —Pensó el pelirrojo.

—¿Sucede algo? —preguntó Garreth al notar la distracción de Duke.

—Nada.

A pesar de sus intentos por aparentar normalidad, Garreth apreció el color en el rostro de Duke y el sutil temblor de sus manos.

Recuérdame: más que una historia de amor [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora