Recuérdame: más que una historia de amor [BL]

45.- "Temor de una verdad absoluta"

Duke caminaba deprisa y Ari trataba de mantener el paso para no quedarse atrás, estaba preocupado por su primo, no entendía su comportamiento. Cuando ambos se encontraban cerca de la casa del pelirrojo, éste se detuvo.

—¿Ahora si me dirás que pasó? —preguntó Ari.

—Ari, lo hice... —respondió con inusual timidez.

—¡Espera!, ¿qué?, ¿qué hiciste? —cuestionó sobresaltado.

—Yo, a Garreth... —fue interrumpido.

—Mejor no me des detalles —su expresión era como si le hubiera fallado a alguien.

—¡Oye!, no sé qué te estas imaginando, déjame terminar —frunció el ceño, sabía que su primo tenía una idea equivocada.

Le explicó que en un arrebato había besado a Garreth y confesado sus sentimientos hacia él. Duke, tras ver el rostro confundido de Garreth se arrepintió de su repentina e imprudente acción segundos después.

—«Me alegra que Garreth sea tan torpe» —Ari se sentía aliviado —. ¿Y piensas que te va a rechazar?

—Si —suspiró —. Tengo miedo de su respuesta.

—Supongo que, si le dices que estabas bromeando, tal vez te crea —se frotó la cabeza.

—No lo sé —se sentía inseguro —. Por cierto, ¿por qué intercambiaron números? —lo volteó a mirar de manera acusadora.

—Porque, aunque me caiga mal, es más confiable que tú —aun sentía el peso de esa mirada —. Tranquilo, a mí no me gustan con el mismo "equipamiento" que yo.

Hablaron un poco más, el pelirrojo había perdido un poco la confianza, se sentía inestable, la reacción de Garreth era la causa de ello. Si no correspondía a sus sentimientos, probablemente su amistad no podría continuar, y eso le hacía perder la calma.

En toda la noche Garreth no podía apartar de sus pensamientos el beso que Duke le había dado. Por más que trató de no pensar en ello, no pudo hacerlo, su mente estaba invadida por completo de escenas del pelirrojo. Cada vez que cerraba los ojos no podía evitar recordar esos hermosos ojos azules que estuvieron tan cerca de su rostro aquel atardecer.

—«¿Por qué no dejo de pensar en él?, ¿por qué me siento así?» —esas preguntas no dejaban de dar vueltas en su cabeza.

Desde afuera la respuesta sería obvia, pero para él, quién apenas conocía lo que era tener amigos, quién nunca había experimentado algo similar, le era difícil saber con exactitud lo que significaban esos sentimientos provocados por su amigo. Ya había probado los labios de Duke, la primera vez fue accidental, y no le dio mayor importancia. La segunda vez Garreth creyó que se trataba de un sueño, pero la tercera vez no había error, fue su amigo quién lo besó por voluntad propia, su primer beso real.

A la mañana siguiente, Garreth se despertó tarde, el caos dentro de su cabeza limitó sus horas de sueño. Tuvo que correr para llegar justo a tiempo, antes de que cerraran la puerta principal. En el aula, se encontraban Karen y Duke, así como muchos otros estudiantes, estudiantes a los que no prestaba atención. Al llegar a su pupitre, saludó en tono bajo a sus amigos, la chica devolvió el saludo con esa energía que la caracterizaba, Garreth evitó mirar a Duke, el pelirrojo se percató de ello.

La presencia de Duke inquietaba a Garreth, durante las clases percibía la mirada en su espalda, lo cual aumentaba su nerviosismo impidiendo así que lograra mantener la concentración en la clase. Durante la última clase de la primera mitad del horario escolar, los tres jóvenes no terminaron una actividad de algebra a tiempo, pero si la terminaban unos minutos después podrían llevarla al cubículo del profesor. Para no ir los tres hasta el edificio de los docentes, Karen le pidió a Duke que él las llevara, el pelirrojo protestó, pero al final accedió a petición de la chica.