53.- "Temores"

748 106 24
                                    

A pesar de los temores presentes, pasados y la incertidumbre del futuro, ambos jóvenes disfrutaban el tiempo que pasaban juntos, grabando en sus memorias cada instante. El periodo vacacional estaba por concluir, en ese lapso su relación había progresado, se estaban adaptando el uno al otro.

—Me he estado preguntando... ¿a qué le temes? —cuestionó de pronto Garreth tras beber agua.

—Creo que el calor te está afectando, ¿por qué me preguntas eso? —mencionó Duke y se apoyó en el cercó metálico para secar su frente.

—Tal vez, pero quiero saber más sobre ti. Sé que les temes a las películas de terror.

—¿Qué?, me encantan las películas de terror, voy a pensar que no me conoces bien... —replicó Duke.

—Entonces es solo a "tu otro yo" a quién le asustan.

—¿Tengo un cobarde dentro de mí?... qué triste —elevó su tono de voz.

—No es un cobarde, a todos nos asusta algo —contradijo Garreth.

—¿A qué le temes tú?

—Yo... tal vez suene ridículo... pero temo quedarme solo. Que aquellos a quienes quiero se olviden o alejen de mí —expresó con la mirada baja.

—...No creo que sea ridículo, pero... eso me hace pensar... ¿hay alguien a quién quieras además de mí?

—Si, a mi madre. Aunque no tenemos una buena relación, aunque discutamos mucho, me ignore y hasta me pegue, la quiero.

—«Esa bruja...»

Duke no comprendía como Garreth podía querer a su madre a pesar de los malos tratos. En el fondo Garreth estaba agradecido con su madre por no haberlo abandonado como lo hizo su padre, por haber permanecido a su lado pese a no ser el hijo que ella deseaba. Al escuchar los motivos de Garreth, el pelirrojo comprendió con tristeza.

—A diferencia del tuyo, mi temor si es absurdo. Ni siquiera yo entiendo, pero... por alguna razón le temo a mi padre, no sé si temo decepcionarlo o si es su presencia. Verás...en casa hay una habitación que solía ser su despacho y... hace años que no entro en ella, no sé por qué, solo me da temor hacerlo... —el semblante de Duke lucía confuso.

Al ver el decaído rostro del pelirrojo, Garreth acortó la distancia entre ambos, pasó su mano detrás de su cuello para alcanzar el hombro de Duke y lo acercó a él. Tampoco comprendía el motivo de tal temor, pero su interior dolía al ver el entristecido rostro de Duke, con su cercanía deseaba poder transmitirle que todo estaría bien y que permanecería a su lado para protegerlo. Ansiaba poder abrazarlo con fuerza, que la calidez de sus cuerpos fuera una sola, pero el ajetreo de su entorno no se lo permitía.

Solo bastaba ese suave roce para que Duke se sintiese seguro y a la vez agitado. El pelirrojo solo guardaba en su memoria gratos recuerdos de su padre, pero había un lapso vacío en su cabeza, en aquel tiempo cuando cursaba su primer año de secundaria. Constantemente trataba de recordar aquellos días, pero ninguna imagen evocada le daba indicios de que algo estuviera mal con su padre, aun así ese sentimiento de incertidumbre no cesaba. Esa tarde junto a Garreth, con la mirada fija hacia el frente, Duke trató de recordar esa borrosa época, pero no lo logró. Sintió un fuerte dolor de cabeza que le impidió continuar jugando al baloncesto después de ese breve descanso.

—¿Estas bien? —cuestionó Garreth.

—Si.... esto pasa tan seguido que ya me acostumbré —respondió Duke presionando su cabeza con la mano.

—¿Te duele mucho? ¿Quieres que te acompañe hasta tu casa?

—Tranquilo, en un rato se me pasará. Además mi "escolta" Ari aparecerá en cualquier momento. ¡Es tan molesto que solo me dejen salir con él! —el dolor que sentía solo lo irritaba más.

Recuérdame: más que una historia de amor [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora