50.- "Un viaje juntos" (Pov Garreth)

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Desde que Karen mencionó lo de ir a acampar, me dio la impresión de que el tiempo transcurrió más lento. Quería que las vacaciones llegaran pronto, era la primera vez que hacía planes con personas a quienes consideraba mis amigos. Karen fue mi primera amiga, sentía un gran cariño por ella, también le tenía mucho aprecio a Ari, aunque me daba la impresión de que no le agradaba. En cuanto a Duke, él era mi persona más especial en el mundo, fue mi primer amigo, mi primer beso, mi primero en muchas cosas. Lo que sentía por él era inexplicable, intenso, pero a la vez algo suave y reconfortante. Algo que mi cuerpo y mi mente solo experimentaban con Duke.

Por un tiempo olvidé su problema, mis sentimientos por él no dividían como lo hacían sus personalidades, sus pequeñas, pero marcadas diferencias me recordaban que solo una parte de su ser me correspondía. Ese lado de Duke que conocí mucho después, con él que pasaba la mayor parte de mi tiempo me era incierto. A pesar de que no lo aceptara con frecuencia, sabía que al menos le agradaba.

De lo que más disfrutaba hacer en aquellos días, era mirar el atardecer junto a Duke, el color del sol al tocar el horizonte era tan hermoso, se asemejaba al color de su cabello.

—¿En qué piensas? —me preguntó Duke.

—En que se parece mucho a ti —miraba en dirección al bajo sol.

—Que romántico. Si quieres decir que soy tu sol e ilumino tu vida, solo dilo —sonrió y se acercó a mí.

—¿Eh?, no, no era eso —sus palabras y cercanía me ponían muy nervioso.

—Ah, entonces no lo soy —su tono cambio.

—No, tú... tú eres más que eso —sentía la temperatura subir en mi rostro.

Su sonrisa volvió justo después de mis palabras, miró hacia los lados y unió sus labios con los míos en un breve, pero muy cálido beso. Duke me había besado varias veces, aun así, no podía evitar que mi corazón pareciera a punto de estallar cada vez que lo hacía.

—Mmm, ¿por qué no te pusiste de nuevo el piercing? —tocaba con su índice mi labio.

—Lo había olvidado. ¿Quieres que lo vuelva a usar? —me había deshecho del anterior, pero podría conseguir otro si él lo quería.

—Si, quiero saber cómo se siente —me miraba con su constante sonrisa, no comprendía sus palabras —. No importa —dijo a la vez que se alejaba un poco de mí. Quizá mi rostro delató la confusión que sentía.

Con él podía conversar de lo que quisiera, de nuestros gustos musicales, comida favorita, hasta que profesión aspirábamos para el futuro. También me cuestionaba acerca de su otro yo, tenía cuidado con al dar mis respuestas, no quería incomodarlo, aunque a veces lo hacía sin intención. El tiempo que pasaba con él era poco, pero lo apreciaba bastante, la parte más difícil era despedirme de él cada puesta de sol. Aunque lo veía al día siguiente, no podía evitar esa sensación de soledad cada que veía su espalda alejándose.

—No te lo había dicho, me gusta mucho este collar —tomó con su mano el dije.

—Es curioso que lo digas, me lo regalaste tú.

—¿Yo?, ah... ya entiendo.

Tal vez fue mi imaginación, pero ese día al marcharse su rostro se veía menos alegre de lo usual. Al llegar a mi casa me di cuenta de que no le mencioné nada del campamento, daba por hecho que él sabía. Esa ocasión fue la última vez que conversé con él antes del viaje.

El tiempo que parecía lento por fin alcanzó el día anterior a nuestra salida. Con anterioridad le había pedido permiso a mamá para ese paseo, no se me dificultó que aceptara, creo que hasta estaba feliz de que me fuera. La noche anterior empaqué lo necesario para estar dos días fuera, debido a la emoción que sentía no logré dormir muy bien. A la mañana siguiente, nos reunimos muy temprano en la estación de autobuses, cuando llegué Karen estaba esperándonos, poco después Ari y Duke aparecieron. Contábamos con buen margen de tiempo, además el autobús venía retrasado, por lo que nos tocó esperar un poco más de lo pensado.

Recuérdame: más que una historia de amor [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora