| 114 | Cole Sprouse

9.8K 513 58
                                    

Sujeto con más fuerza la correa de mi bolso.

En este punto es más un estímulo para olvidar el dolor que comienzo a sentir en mis piernas, más que por el miedo de que alguien pueda pasar y arrebatar mi bolsa.

Ese potencial miedo lo perdí hace dos horas.

Las fuertes luces lastiman mi vista cada vez que un auto pasa. El fuerte sonido también me obliga a permanecer cada vez más lejos de la orilla de la carretera. Ese potencial miedo de que un auto decida arrollarme no se ha ido como el miedo de que arrebaten mi bolso.

El cielo se tiñe en colores anaranjados y yo suelto mi suspiro número cien. ¿Cuál será mi límite?

Doy fuertes respiraciones que distraigan el hormigueo en mis piernas. No puedo parara ahora. Necesito encontrar un lugar antes de que anochezca, por muy exhausta que me encuentre ahora. O hambrienta. O sedienta.

Desventajas de fugarse, supongo.

El fuerte sonido de unas llantas en el pavimento me hace estremecer, estaba demasiado cerca de mi. Giro con el ceño fruncido y únicamente es un idiota en motocicleta que quería pegarme un buen susto. Ruedo los ojos y sigo caminando. Él regresa a la velocidad habitual de su motocicleta.

Camino más tiempo. Mis uñas comienzan a rascar con más fuerza mi mano.

Puedes hacerlo, Reign. Puedes hacerlo.

Mis ojos pesan. Eso no debería pasar. Especialmente no cuando caminas a un lado la carretera.

El estruendoso ruido de la motocicleta hace presencia nuevamente. Está a un lado mío. ¿Acaso es el mismo idiota de hace un rato?

Detengo mi caminata y lo observo fijamente. Él detiene la marcha de la motocicleta, trae el casco puesto pero sé que me mira fijamente. Ese miedo que ya había superado acerca del bolso regresa, pero es distinto. Puede que este sujeto quiera mucho más que mi bolso, así que mi atrofiada mente hace lo primero que le parece sensato. Corre.

Ese pequeño subidon de adrenalina hace que olvide el dolor en mis piernas.  Trato de correr aún más rápido cuando oigo su motocicleta siendo puesta en marcha nuevamente. No soy una corredora eficaz, mucho menos en el estado exhausto en el que me encuentro. Pero puedo dar unas buenas zancadas hasta que él se coloca nuevamente a un lado mío. Tengo que parar de correr, él se recarga en el  manubrio de la motocicleta mientras me observa tratar de recuperar desesperadamente el aire. Suelta una risa.  ¿Es jodidamente en serio?

Se quita el casco y revuelve su cabello. No puedo evitar verlo de forma indignada. Él sonríe brillantemente mientras sigue observando mis movimientos.

— ¿Qué demonios quieres? — pregunto ajustando mi mochila nuevamente.

— Parece que estás en un buen aprieto.— quiero golpear esa sonrisa en su rostro. Quiero que sus ojos dejen de lucir tan brillantes y emocionales, quizá un buen golpe ayuda a eso.

— Deja de seguirme.— doy media vuelta y comienzo a andar mientras doy grandes zancadas.

— Anochecerá pronto.— lo oigo decir a mis espaldas.

— Gracias. Puedo cuidarme sola.— me abrazo a mi misma. Para rematar esta escena, el frío se hace presente cada vez más. Ruedo los ojos cuando oigo la motocicleta nuevamente.

— No voy a hacerte daño.— dice conduciendo lento a un lado mío.

— Eso es exactamente algo que alguien que quiere hacerme pedacitos y meterlos en una bolsa de plástico diría.— lo oigo soltar una risa. Otra.

| one shoots |Where stories live. Discover now