| 117 | Tom Holland

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— Entonces decidí dispararle en la cabeza. Boom. Una bala justo en medio de la frente.

— Vaya.

— Si, vaya. ¿Y qué te parece irnos a tatuar mañana "Viva Las Vegas" a lo largo de los brazos?

— Si.

— Oh ¿Y qué opinas de que mañana salga y oferte al bebé? Ya sabes, quien ofrezca más se lo lleva.

— Esta bien.

— ¡Lennon, basta! Esto dejo de ser divertido hace media hora.— el grito me hace levantar la vista.— Cariño, tienes un problema.

— No, yo solo...— mi vista no puede evitar bajar al dispositivo en mis manos.

— Lennon, mírame solo dos segundos. Es todo lo que pido.

— Perdóname. De verdad, Meg. Lo siento.— le digo apenada mientras bloqueo mi celular.

— Está bien, supongo que si no estuviera recientemente casada y esperando un bello bebé, también me sentiría atraída por alguien desconocido y triste de 60 años.

— No tiene 60 años.— suelto una pequeña risa y Meg rueda los ojos mientras bufa.— Tú lo has visto.

— Sigo sin creérmelo, hay elaborados programas de computadora. O pudo haberle pagado a alguien más.

— Meg.— suelto un bufido.

— ¡Es demasiado bueno para ser verdad! — asiento lentamente por qué sé que es verdad. En ese momento mi pantalla se ilumina nuevamente con un mensaje.— ¿Es él, verdad?

— Si. Pero no importa, vine a pasar tiempo contigo y a preparar tu Baby Shower. No más mensajes.— mi mejor amiga me mira con una ceja encarnada.

— Esta bien. De todos modos me quede sin cosas extrañas que decirte mientras no escuchabas.

— Creo que oí algo de que mataste a Ryan.

— Oh, si, pero es mi esposo, así que puedo decir esas cosas.— suelta una risa y se pone lentamente de pie.— Te traeré los pequeños recuerdos que pienso dar.

— ¡Se supone que alguien debe de organizarte el baby shower, no hacerlo tú! — grito cuando ella desaparece, pero Megan es tan obsesiva al control que no dejaría que nadie más lo planeara.

La oigo en su habitación, así que lentamente saco una esquina de mi celular y lo miro de reojo.

Tom: Sabes que no me gustan esas películas. Pero estoy seguro de que verla contigo sería fenomenal.

Es el mensaje que recibo después de contarle la película que vi con Meg hace unas noches.

El es Tom. Lo sé todo de él y a la vez no sé nada.

Se lo que él me ha contado. Anécdotas de la infancia, hobbies, sueños, problemas, gustos, de la cosa más tonta y cotidiana hasta lo más escabroso y profundo de nosotros.

Jamás lo he visto en persona.

Todo no es más que una fuerte relación a través de unos cuantos aparatos electrónicos. Una fuerte relación de casi tres años.

| one shoots |Onde histórias criam vida. Descubra agora