James Dean.

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¿Qué se cuentan? Yo la verdad tuve una semana puaj, estoy enferma con estas gripes de ¿otoño? No estoy muy segura en que estación estamos, en fin... eso. Pero tenía que escribir, con fiebre, con gripe o sin ella xDD Saludos, disfruten de la lectura... o no xD

Capítulo XX: James Dean.

 

                                                         Keila.

Comenzaba a entender porque las bodas tenían el efecto llanto incluido, era como una condición o quizá una tradición, pues hasta donde veía ningún ser humano con una pizca de sentimientos podría evitar que sus ojos se humedecieran. La imagen de Jace estrechando la mano de Sam mientras se giraban al unísono para enfrentar al cura, el hermoso vestido griego que cubría sutilmente un hombro de la novia, la gran sonrisa demasiado feliz del novio y el momento de los votos…

Ese momento que más o menos fue así:

Cura—: Sam y Jace, ¿vienen a contraer Matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?

Ellos—: Sí, venimos libremente.

Cura—: ¿Están decididos a amarse y respetarse mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?

Ellos—: Sí, estamos decididos.

Cura—: ¿Están dispuestos a recibir de Dios responsable y amorosamente los hijos, y a educarlos según la ley de Cristo y de su Iglesia?

Ellos—: Sí, estamos dispuestos.

Cura—: Así, pues, ya que desean contraer santo Matrimonio, unan sus  manos y manifiesten su consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Y está fue la parte en donde las lágrimas comenzaron a picar en más de una mirada a mi alrededor. Había una pequeña variación de lo que estuvimos ensayando, pero dudo que alguien en verdad lo hubiese notado o que Bill realmente se hubiese aprendido tanto diálogo.

—Yo, Jace Di Lauro, te recibo Samantha Hassan, como esposa y me entrego a ti, tal y como aquel primer día en el que cruzamos palabra y me convencí que nunca iba a poder tener suficiente de ti. Fuiste mi vecina, amiga, crítica culinaria y de la vida en general, pero nunca ninguna opinión me pareció tan importante como la tuya. Siempre supe que ibas a ser mía, sólo que me tomó un poco de tiempo hacerte saber que debía ser tuyo. Y lo soy, Sam—su mirada fija en la de ella—. Cada parte de mí te pertenece y te pertenecerá siempre que tú así lo quieras, y en caso de que no lo quisieras te recordaría constantemente porque debes de amarme y dejarme que te ame. Prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la  enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.

Sam le sonrió cubriéndose la boca con la mano libre, casi como si estuviera intentando sofocar una risa o sólo mantener las lágrimas a raya, era difícil decirlo con ellos dos.

—Yo, Samantha Hassan—inició con voz insegura—, te recibo Jace Di Lauro, como esposo y me entrego a ti…—Hizo una pausa sacudiendo la cabeza a lo cual Jace respondió con una breve risita, parecía ser una cuestión privada entre ellos—. Una vez me dijiste que en un arrebato de honestidad, lograba demostrarte más cosas que con cualquier intento de afecto. Y es cierto, no podría poner en palabras lo que haces por mí, lo que hiciste por mí… o lo que siento en este momento. Tú eres el de las palabras lindas y las confesiones románticas, pero quiero que sepas que mi necesidad de ti es infinita. Y he escrito estos patéticos votos y estoy haciendo el ridículo ante tanta personas, sólo por ti. Haría cualquier cosa por ti…—Él le acarició la mejilla dulcemente atrayéndola como si estuviese por besarla, pero no lo hizo—. Incluso casarme para que no sintieras que estamos viviendo en pecado…

Lista de la Novia Perfecta. (Libro 2)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon