Esa noche.

46.7K 2.5K 269
                                    

Bueno, hola! Sé que me tomé mi tiempo esta vez, pero es que tenía que hacer muchas cosas y si me ponía a escribir a las apuradas, tal vez sólo iba a terminar forzando el capítulo. Pero en fin, espero les guste... ya saben como es esto. Si quieren pagar con joyas, ya tengo a Lucas para que las valore xDDD Saludos. 

Capítulo XXIX: Esa noche.

Me tomó todo un día de limpiar mesas y equivocar pedidos, el llegar a una conclusión sobre el tema de Lucas. En parte me fastidiaba tener que estar pensando en él como si ahora mi mundo orbitara en torno al suyo, pero no podía evitarlo del todo aunque lo quisiera. Me había convencido que sólo le daba vueltas, porque no me había creído en lo absoluto eso de la reunión nocturna. Y es que, ¡vamos! ¿Reunión nocturna? Dudo que alguien en verdad pudiera tragarse eso sin más.

Pero más allá de la veracidad de la reunión, estaba esa sensación de incomodidad que cada vez parecía ser más frecuente en mí. Por un lado la Keila que quería creerse lo de la reunión y simplemente dejarlo correr, y por el otro lado la Keila pesimista que quería mandarlo al diablo. De momento y para que no quepan dudas al respecto, la Keila pesimista iba ganando. Para ser honesta, no le veía sentido a este tira y afloje en el que estábamos metidos. Y me era sumamente difícil erradicar la sensación de que toda la relación estaba mal planteada.

No era tan extraño pensar que Lucas me atrajera, porque lo hacía. Pero quizá no era por las razones correctas, es decir; tenía su aire de chico solitario, sombrío, oscuro y frío. Sumado a su innegable atractivo físico, era como la suma perfecta de todos los atributos imperfectos en una persona. Era el clásico héroe herido que debía ser salvado, ¿y yo era su salvadora? No, definitivamente algo estaba mal con ese cuadro. Tal vez muy dentro de mí pensaba que podía hacerlo, que podía tomar el desafío y volverlo un hombre digno de cualquier papel protagónico en una telenovela. Pero Lucas no era un personaje de ficción, su dolor—viniese de donde viniese—no era pretendido, su aire taciturno y distante no era una invención que lo volvía perfecto para la tarea. Y aunque conscientemente sabía esto, inconscientemente parecía creer que si me esforzaba lo suficiente lograría sacar algo en limpio. Allí, exactamente en ese punto, estaba uno de los grandes errores. Yo estaba buscando salvarlo, pero ni sabía de qué o por qué, ni tampoco sabía que él quisiera ser salvado.

Hasta donde recordaba Lucas nunca había negado que amara a otra mujer, nunca dijo que esto había dejado de pasar o que dejaría de pasarle con algo de tiempo. Tal vez el hecho de saber que nunca en verdad sería mío, me mantenía de alguna forma dentro de una carrera que había terminado antes de que yo llegara. Y no estaba negando que una persona no podía querer a dos, no estaba negando que Lucas no se interesara por mí, el problema es que su afecto apuntaba en otra dirección. El problema mayor era que yo lo sabía, aún cuando nuestros cuerpos se entendieran completamente, había censura y distanciamiento en sus maneras. Lucas y yo no hacíamos el amor, teníamos sexo. Sí, un sexo genial ¿para qué negarlo? Pero sexo al fin. Limpia y llanamente. Podía ser delicado o más tirando a salvaje, podía ser lento o casi tan rápido que no había tiempo a desnudarse, y aún así seguía siendo lo que era.

Al llegar a su casa esa tarde luego del trabajo, tenía una voz susurrando en mi mente que me pedía pegarme la vuelta y dejarlo ir. Lucas no era bueno para mí y yo no era Gabrielle, nunca iba a ser lo que él quería. Entonces, ¿por qué martirizarme con esto? ¿Realmente me había metido en la cabeza que podía cambiar las cosas? Desde el principio había asumido el papel de la tolerante, le había dado más permisos de los que podría recordar, lo había justificado sin saber las causas. Y mierda, él no era el único con problemas. Si tuviera que asumir una personalidad por las cosas que me pasaron en la vida, entonces mi personalidad sería doblemente más horrible que la suya. Pero yo no permitía que mi pasado me afectase tanto, lo intentaba superar como mejor podía y la cuestión real radicaba en que él, él no quería superar el suyo.

Lista de la Novia Perfecta. (Libro 2)Where stories live. Discover now