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Jungkook se limpió el rostro con ayuda de la polera que traía puesta, sin importarle mancharla más de lo que ya estaba. Se puso de pie y se acercó a la puerta con la intención de irse, pero antes de hacerlo se tomó unos segundos para observar la casa en la que se encontraba. Era bastante bonita, todo parecía estar en su sitio, el menor juraría que no había ni una sola pizca de polvo por allí.

Su mirada se enfocó en unas fotografías enmarcadas que estaban sobre unos estantes, se acercó a ellas y notó que en una de las fotos aparecía Taehyung junto a una tierna ancianita, lo que más le llamó la atención es que en las fotos Taehyung sonreía, pero de manera sincera, cosa que jamás había visto hacer al mayor, por lo menos no en la escuela ni mucho menos junto a él, sin mencionar que Taehyung ni se molestaba en siquiera fingir una sonrisa frente a los demás.

Aunque las fotos eran antiguas, pues Taehyung se veía como un niño apenas entrando a la adolescencia, calculándole unos catorce años, unos tres menos de los que tenía ahora.

"Entonces ¿Hubo alguna vez en la que Taehyung podía sonreír de manera no espeluznante?" Pensó el menor, que si no fuera porque Taehyung era el causante de sus desgracias, le habría parecido tierno.

Dándose cuenta de que ya había pasado más tiempo del debido en la casa ajena, decidió irse rápidamente a la suya.

El menor al entrar a su casa fue directamente a darse un baño, y por supuesto, lavarse muy bien la boca. Aunque se haya cepillado los dientes más de lo que el menor pudo contar, además de gastarse media botella de enjuague bucal, seguía sin parecerle suficiente.

Resignado, simplemente se fue a su cama, y abrazando a su almohada quedó profundamente dormido.

Al día siguiente, Jungkook desperdició todo su día de domingo tirado en su cama, realmente no quería hacer nada. Su primo le había preguntado por mensaje el por qué no lo vio en la fiesta, y el menor sólo respondió diciendo que se había ido temprano porque se sentía algo enfermo, Jackson insistió en venir a cuidarle, pero el menor se negó rotundamente, sólo quería estar solo.

Ya eran las seis de la mañana del día lunes y Jungkook no podía seguir durmiendo, y cómo hacerlo si lo había hecho todo el día anterior.

Prendió las luces y se sentó en el borde de su cama observando sus pies. Y como si de repente hubiera podido observarse a sí mismo desde fuera, vio su patética situación, la manera patética en la que estaba actuando. Sí, Kim Taehyung le había privado de su libertad y arrebatado su dignidad humillándolo en todas las ocasiones que pudo. Pero, ¿Qué había hecho él al respecto? Sí, al principio intentó defenderse por sí mismo, pero ¿Qué tan estúpido tienes que ser para elegir pelear con la fuerza cuando sabes que no tienes ninguna oportunidad de ganar?

Jungkook se jaló de los cabellos y empezó a reír levemente. Se dio cuenta de que, si quería que Kim Taehyung cayera, debía hacerlo de otra manera, la encontraría y sin duda la usaría, no había nada más que perder ¿O sí?

Al menor se le ocurrió un plan, sabía que no era el mejor, pero tenía que intentarlo, y lo llevaría a cabo desde ese mismo día, estaba decidido a encontrar un punto débil en Taehyung y usarlo contra él, estaría dispuesto a lo que sea con tal de devolverle la mala jugada a su mayor.

Ya eran las siete con quince de la mañana y Taehyung ya debería venir a su casa para llevarle a la escuela. Jungkook esperaba nervioso la llegada de su mayor, empezando a dudar de su plan. Y mientras estaba perdido en sus pensamientos, Taehyung abrió la puerta encontrándole frente a frente, el menor tragó saliva y le fingió una sonrisa a su mayor dejándole extrañado.

—Buenos días, daddy —saludó Jungkook haciendo una pequeña reverencia.

Por supuesto que Taehyung no comprendía el comportamiento del menor.

—¿Y a ti qué te pasa? —preguntó directamente en tono desconfiado—. ¿Es que acaso fue tanto el semen de ayer que se te subió al cerebro y te causó serios daños? —aprovechó de burlarse.

Jungkook tuvo que concentrarse en controlar sus expresiones y mantener esa falsa sonrisa en su rostro, se iba dando cuenta de que no sería nada fácil seguir con su plan.

—Sólo intento comportarme como usted quiere, realmente no quiero más castigos —dijo Jungkook volviendo a sonreír—. ¿Está mal, daddy?

Taehyung sabía perfectamente que el menor a algo estaba jugando, y no importaba el juego que fuese, se encargaría de que todo siempre terminara en contra del menor.

—¿Me estás diciendo que por fin harás todo lo que te pida de buena manera? —le preguntó a Jungkook mientras le tomaba del mentón haciendo que el menor se estremeciera y le costara mucho más aparentar bajo la penetrante mirada de su mayor.

Jungkook no pudo sostenerle la mirada por más tiempo, por lo que la desvió y simplemente asintió, cosa que le causó gracia a TaeHyung.

—No sabes lo mucho que me alegra —habló TaeHyung con una sonrisa maliciosa, pensando desde ya cómo aprovechar la repentina disposición de Jungkook.

Call Me Daddy ➳TaekookHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin