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TaeHyung bufó con exaspero, presionando sus puños con enfado por dentro de los bolsillos de la chaqueta de mezclilla que llevaba puesta, aquello debido a que podía observar al menor charlar y reír juguetonamente mientras estaba con otro chico, chico cual reconocía como uno de los que se juntaba con Bambam.

El mayor tuvo que ir de improvisto al hospital luego de ser llamado, y se suponía que JungKook debía estar esperándolo en casa para poder cumplir lo que ofreció en el salón de clases de historia en el que habían estado esa mañana. El menor había prometido esperar al contrario en casa, teniendo el vano plan de decirle que había salido a hacer unos trámites que le pidió su madre en caso de que él llegara antes de tiempo. Por su parte, ahora TaeHyung tan solo miró una vez más a los dos chicos que se encontraban a gusto en aquella cafetería, y decidió seguir su camino, ya en casa le enseñaría a JungKook a no mentirle.

...

La puerta principal de la casa de la familia Jeon se escuchó cerrarse, al mismo tiempo de que TaeHyung apagó su cigarrillo en el cenicero que estaba en la mesita a un lado del sillón en el cual estaba sentado.

—¿Por qué vienes llegando cuando debías estar esperándome? —cuestionó de manera indiferente, como si no le importara, como si no le hubiera molestado verlo riendo y jugueteando con otro chico.

Jungkook inmediatamente puso el mejor rostro de apenado que pudo.

—Lo siento tanto, daddy. Mi madre me mandó a pagar las cuentas de luz y agua, me llamó avisándome de que el plazo estaba por vencer —se excusó, desconociendo la ira que se mantenía en incremento en el interior de TaeHyung—. Creí poder alcanzar a llegar antes que usted, siento haberme atrasado —se disculpó, poniendo su voz lo más dulce que pudo. Había aprendido bien que lo mejor era mantenerse sumiso ante el mayor, tragándose por completo su orgullo y ganas de intentar dejarlo en su lugar. Jungkook comenzaba a aprender a controlarse.

Por su parte, una pequeña sonrisa cínica se formó en el rostro del mayor, sabiendo que Jungkook le estaba mintiendo en su propia cara. Sin embargo, decidió seguirle un poco el juego.

—Oh, ya veo. Entonces era importante —la mirada en TaeHyung era fría, al igual que el tono de sus palabras.

El menor lo miró por unos segundos, terminando por caminar hacia el contrario, subiéndose sobre su regazo al apoyar sus rodillas a los costados del sillón, quedando mirando hacia a él. TaeHyung no tardó en posar sus grandes manos en la cintura del castaño.

—Exactamente, daddy. Aún así, ¿yo debería recompensarlo por haberme esperado? —cuestionó en casi un ronroneo en el oído contrario, llevando sus manos a la camisa del mayor para comenzar a desabrocharla.

Jungkook sentía que las cosas iban por buen camino. Se dio cuenta de que estaba equivocado al sentir una fuerte mano enredarse en su cabello y jalarlo hacia atrás, siendo obligado a levantar su rostro.

—¿Recompensarme? —cuestionó con una risa agria, comenzando a reír de una manera que estremeció a Jungkook—. ¿Acaso estás intentando tratarme como un jodido perro? —volvió a cuestionar, jalando con más fuerza de la cabellera del menor a la vez de que una de sus manos seguía afirmándolo de su cintura.

—¿Qué? No, no. Yo realmente quería consentirte un poco como agradecimiento de que entendieras lo de las cuentas —JungKook se esforzaba por no temblar.

Una nueva carcajada volvió a salir de la boca de TaeHyung, el cual terminó por dejar caer al menor al suelo, no dándole tiempo de que se recuperase de la fuerte caída, pues inmediatamente se puso de pie y le tomó de los brazos, obligándole a sentarse apoyado a una pared. Sus manos ya se encontraban desabrochando sus pantalones.

—Por una jodida mierda, sigues teniendo el descaro de mentirme —el menor negó como pudo, intentando reprimir el dolor de su trasero que tuvo al caer—. No fuiste a pagar cuentas, fuiste a encontrarte con un chico —dijo, dejando caer sus pantalones junto a su bóxer, su miembro rebotando contra los labios del menor el cual se encontraba con los ojos abiertos a más no poder, incapaz de decir algo—. Déjame entender, mocoso. ¿Acaso le agarraste el gusto a las pollas? —dijo en un gruñido, obligando nuevamente al menor a levantar su rostro hacia a él—. Si tanto te gustan comienza a besar mi jodido miembro —ordenó.

Jungkook comenzó a negar, queriendo explicarse, pero las palabras no salían más que pequeños balbuceos.

—Que la beses —volvió a gruñir, jalando de su cabellera a JungKook lo que le hizo reaccionar.

Empezó por repartir temblorosos besos en el tronco de su falo, temeroso de lo que el mayor le pudiera hacer. Y cuando besó la cabeza de su polla, los dedos de TaeHyung se situaron en sus mejillas, apretando las mismas para hacerle abrir la boca y embestirlo de golpe.

—No eres más que una pequeña puta —dijo manteniendo su mirada conectada a la del menor, haciéndole sentir su desprecio—. Mírate, solo sirves como agujeros.

La polla de TaeHyung fue introducida hasta al fondo de la boca del menor, el cual sentía sus testículos chocar contra su barbilla. Las arcadas no tardaron en aparecer.

—Joder, ¿qué es esa poca resistencia? —cuestionó, llevando sus dedos a la nariz del menor, tapándola para obstruirle el paso de oxígeno, divirtiéndose al verlo comenzar a lagrimear y a desesperarse—. ¿Y así me vienes a prometer que me la mamarás? —Jungkook intentaba zafarse, pero era inútil pues el mayor lo tenía fuertemente apresado contra la pared en la que se encontraba apoyado—. Mierda, Jungkook. El papelito de puta necesitada déjaselo a Bambam, tú solo debías mantenerte atento a mis ordenes —soltó al menor, sacando su polla por un corto segundo antes de volver a embestir bruscamente su boca, comenzando así a penetrarlo de manera ruda hasta que se corrió en el interior de su garganta, el semen asomándose por los costados de los labios de Jungkook.

Tomó sus pantalones junto a su ropa interior para subirlos, agarrando su mochila y teléfono celular antes de dirigirse a la puerta, sin dedicarle ninguna mirada al castaño que se encontraba aún apoyado en la pared con una de sus manos en su cuello, su rostro enrojecido y las lágrimas deslizándose por sus mejillas.

—Iré a seguir con cualquier otro. Que jodido asco follar con una puta tan barata como tú —gruñó antes de irse, dejando escuchar el estruendoso sonido de la puerta al cerrarla con fuerza.

Jungkook no contaba con las fuerzas suficientes para ponerse de pie, y ahora se encontraba mucho más enrojecido, ya no por la asfixia, sino que por la ira.

Le habían vuelto a follar la boca a gusto, joder, lo habían vuelto a usar a su antojo. Y además de ello, TaeHyung le intentaba hacer sentir como si se hubiera comportado como una puta por elección.

Mierda, él no quería fallar, no quería seguir ganándose más castigos, y le estaba siendo jodidamente difícil aquello. Al principio intentó defenderse por sí mismo, falló. Intentó, seguirle, comportarse como él creía que TaeHyung quería y aún así lo había hecho mal.

"Mantenerse atento a sus ordenes."

Él no era un jodido niño para ello, mucho menos para seguir ordenes que le arrebataran su libertad, mucho menos como de ser un puto esclavo sexual. Aquello no era la vida que debería estar teniendo.

El castaño se puso de pie de inmediato, haciendo una leve mueca de dolor al levantarse. Agarró su mochila de manera brusca y sacó de ella su teléfono celular.

Él ya no iba a aguantarse más, y esta vez iba jodidamente en serio.

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⏰ Last updated: Apr 28, 2019 ⏰

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Call Me Daddy ➳TaekookWhere stories live. Discover now