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Unas manos abrazaron la cintura de Jungkook, atrayéndolo hacia al cuerpo de Taehyung, quién, sin vergüenza alguna, presionó su creciente erección contra el trasero menor.

—Taehyung, ya es muy tarde —le intentó persuadir Jungkook.

—¿Y? —cuestionó con desinterés TaeHyung, mientras comenzaba a besar el cuello del más joven.

—Debemos ir a dormir, Jackson nos dijo...

TaeHyung parecía molesto de las pobres excusas del menor.

—Me importa una mierda lo que diga Jackson, tú me debes obedecer a mi —agarró de los hombros a Jungkook, haciendo que se dé la vuelta, estampándolo contra la pared—. ¿O es que acaso ya se te olvidó?

La amenazante voz y expresión de TaeHyung hizo estremecer a Jungkook. A la vez, haciéndole recordar que, si quería ganarle en su maldito juego y engañarlo, debía actuar.

—C-claro que no —se regañó a sí mismo por tartamudear—. Tú eres... —hizo una pequeña pausa de un segundo, pensando en lo que diría—. Tú eres mi daddy, y a quien obedezco es a ti.

Jungkook había escogido bien sus palabras, pues TaeHyung sonrió satisfecho.

—Muy, muy bien, Jungkook —felicitó mientras esta vez enfocaba su atención en la camisa del menor, comenzando a desabrocharla—. Hoy tengo muchas órdenes para darte, deberás obedecer con precisión cada una de ellas o habrá un castigo para ti—sonrió con malicia—. Y tú no quieres otro castigo más, ¿verdad?

Jungkook tragó saliva, claro que no quería otro castigo como los de antes.

—T-tae... —el mayor lo miró mal—. D-digo daddy —se estremeció al sentir los dedos de TaeHyung juguetear con sus pezones por debajo de su polera—. ¿Qué es lo que quieres hacer?

El pequeño castaño no podía negar que, aunque repudiaba completamente a TaeHyung, estaba disfrutando si quiera un poco de la atención que le daba este al estimularlo.

—Tengo muchas cosas en mente —una sonrisa lasciva se asomó en el rostro del mayor, mientras se dirigía a su asiento para levantar su mochila y sacar una bolsa rosa del interior esta—. Ve a ponerte esto, te espero aquí. No tardes demasiado o iré a buscarte —dijo serio el mayor al entregarle la bolsa a Jungkook.

Jungkook asintió, y con la bolsa entre sus manos, subió las escaleras para dirigirse a su habitación. Claramente tenía una idea de lo que podía haber en aquella bolsa, pero aun así se sorprendió al encontrarse con un conjunto de ropa interior de encaje color blanco junto a unas orejitas de conejo y una especie de pompón blanco. Tomó una gran bocanada de aire y golpeó una de sus almohadas con ira.

¿Acaso esas eran unas bragas y unas pantimedias? ¡Esas mierdas eran para mujeres!, no para un chico. Pensaba Jungkook molesto.

Todo tipo de orgullo se desvaneció al pensar en lo que pasaría si se atrevía a negarse. Primero se colocó las pantimedias las cuales tenían unos sujetadores para engancharse en las bragas, tomó a estas últimas con resignación y se las colocó, mierda que le eran incómodas. Luego de descubrir cómo engancharlas con las pantimedias, tomó las orejitas y se las puso, ciertamente el menor jamás se imaginó poniéndose ese tipo de cosas.

Lo último que quedaba era ese pompón blanco, al tomarlo, Jungkook notó que este tenía un tipo de pico metálico...

—¿Acaso me estás jodiendo, TaeHyung? — Expresó aún más molesto al darse cuenta de la función de aquella "colita" de conejo.

Ahora que el menor lo pensaba, la última vez Taehyung había sido bastante brusco con su trasero. ¿Podría soportarlo una vez más?

Miró aquella colita con miedo, si no la colocaba él, claramente lo haría TaeHyung, y pensar que sería siquiera algo cuidadoso era soñar en grande.

Sin meditarlo mucho más, se recostó en el centro de la cama y bajó un poco su ropa interior. Sintiendo una verdadera traición hacia sí mismo, acercó dos de sus dedos a su boca, metiéndolos a esta. Ya estando estos lubricados con su propia saliva, fue acercándolos esta vez a su entrada.

Soltó un pequeño jadeo al introducir el primer dedo, sin duda le provocaba una sensación incomoda y a la vez extraña. Al introducir el segundo, un quejido aún más fuerte escapó de sus labios.

Mordió su labio inferior con algo de fuerza al momento de comenzar a mover sus dedos. Realmente él nunca había hecho algo como eso, pero en esas circunstancias era necesario, claro, si no quería que le volvieran a desgarrar el culo.

Comenzó a mover sus dedos con algo más de rapidez, pues sentía que su trasero seguía apretando, aunque ya no tanto como cuando recién había comenzado. Iba por buen camino.

De alguna manera Jungkook ya no sentía ese leve dolor como al principio, se sentía de alguna manera bien para el menor. Pequeños jadeos y gemidos de placer comenzaron a salir de sus labios, mientras que la temperatura de su cuerpo había aumentado, en especial en la zona de su entrepierna.

Agarró su algo necesitado miembro con su mano libre, empezando a darse la atención que necesitaba.

Sentía que su cuerpo estaba cada vez más caliente, la estimulación de su entrada acompañada de la de su pene le estaban llevando a ver estrellas, era algo completamente nuevo para el menor.

Ya estaba a punto de correrse, cuando escuchó a alguien entrar a la habitación haciendo que se detuviera de masturbar al instante.

—Eres un conejito realmente travieso, Jungkook —dijo Taehyung mientras masajeaba su erección por encima de la tela de su pantalón y se acercaba a la cama donde se encontraba recostado el castaño—. Es bueno que te guste jugar, pero no debes dejar esperando a daddy —recorrió el cuerpo del menor con su mirada, en verdad que le prendía aún más verle vestido así—. Habíamos hablado de un castigo, ¿cierto? —dijo al momento de colocar un anillo en el pene de Jungkook.

Call Me Daddy ➳TaekookWhere stories live. Discover now