Call Me Daddy ➳Taekook

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El sonido del toque de campana se hizo presente.

—Te veo en clases —dijo JungKook, despidiéndose con unas leves palmadas en el hombro para el pelinegro antes de salir rápidamente del baño en el que se encontraban.

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Las clases fueron transcurriendo de manera normal, JungKook estaba junto a Seok-Jin mientras que JiMin se encontraba acompañado de su amigo HoSeok, el pelinegro mirando de vez en cuando de reojo a JungKook.

Ya era hora del almuerzo, el castaño se puso de pie, comenzando a ordenar sus cosas en su mochila para poder irse al comedor junto a su compañero de banco, pero antes de salir del salón, se percató de que Bambam entraba al salón, y para su sorpresa, lo ignoró completamente al dirigirse de manera directa al amigo y compañero de banco de JiMin, Jung HoSeok.

—Hey tú, ¿te acuerdas de mi? —le preguntó Bambam directamente a HoSeok, mostrándole una sonrisa coqueta y apoyándose con sus codos sobre su mesa para estar más cerca.

JungKook puso sus ojos en blanco debido a lo fastidioso que le resultaba ver a Bambam siquiera respirar, pero aún así decidió quedarse a observar al igual que JiMin, dejando que Seok-Jin se adelantara a agarrar una mesa al comedor.

Mientras tanto, HoSeok miraba con una ceja alzada y una media sonrisa al pelirrojo.

—Oh, claro —respondió, pegando su espalda al respaldo de su silla para guardar algo de distancia.

—Quisieras...

Bambam fue abruptamente interrumpido por JiMin.

—¿Ya estás acosando a un nuevo chico para acostarte con él? —rio leve—. No pierdas tu tiempo —dijo JiMin, observando al pelirrojo con sus brazos cruzados.

HoSeok ya se encontraba algo avergonzado, hablando tratando de no sonar tan grosero.

—Disculpa, tengo cosas que hacer —se excusó, tomando sus cosas para luego retirarse de la sala junto a JiMin, dejando a Bambam con las palabras en la boca mientras que JungKook se ahogaba en sus carcajadas.

—¿Y tú de qué mierda te ríes? —habló molesto el pelirrojo.

—Te pasa por puta —respondió con gracia, sujetándose el estómago al estar aún riéndose.

El pelirrojo miró de forma seria al castaño.

—No me hables así —dijo molesto, de pronto mostrando malicia en su rostro—. Por cierto, JungKookie. De todo el semen que probaste ayer, ¿cuál te gustó más? —JungKook al instante paró de reír, siendo reemplazada su expresión de diversión por una llena de odio—. ¿O acaso prefieres el mío? —remató el pelirrojo.

Ya totalmente provocado, JungKook tomó con fuerza y brusquedad el cuello de la camisa ajena, empujando a Bambam contra una de las mesas.

—No sabes cuánto te detesto, ¿verdad? —dijo el menor, acorralando a Bambam el cual se había quedado congelado por unos segundos, pero no tardó en reaccionar al abalanzarse sobre él, ambos cayendo sobre el suelo.

—¿Me odias? Espérate a que te dé aún mejores motivos para ha—

Bambam no pudo terminar de hablar debido al repentino puñetazo que recibió en la boca.

En menos de dos segundos ambos chicos se encontraban en el suelo luchando por lastimar al otro, al mismo tiempo de no ser lastimados, ambos triunfando y fallando a la vez.

Tras unos minutos un profesor llegó a la sala luego de ser notificado de que dos estudiantes se encontraban peleando allí, encontrándose de que efectivamente era así. Luego de lograr que se separaran los mandó inmediatamente a la oficina del director, donde —para su suerte—, tras disculparse falsamente y mentir sobre la razón de la pelea no los castigaron, sólo dejándoles una advertencia además de decirles que notificarían a sus madres de lo sucedido.

Después de estar en la oficina del director por, por lo menos veinte minutos, Bambam fue enviado a la enfermería para que le desinfectaran la herida que el menor provocó en su labio inferior, mientras que el menor ahora se encontraba en el baño, observando su ojo izquierdo hinchado y colorado frente al espejo.

—Por Dios, mocoso. ¿Quién te hizo eso?

JungKook miró a través del espejo, notando la presencia de YoonGi. Soltó un bufido y se dio la vuelta para mirarlo.

—No es nada, sólo fue un pequeño desacuerdo con cierta persona —alzó sus hombros restándole importancia—. Ya es la hora de salida, ¿verdad? —preguntó con intención de dejar el tema a un lado.

—Ah, sí. Ya podemos irnos —dijo sonriendo, mostrando sus rosadas encías.

El menor se cuestionaba el cómo podía existir en el mundo una persona con una personalidad de anciano molesto a la vez teniendo un encanto tan dulce.

JungKook le sonrió de vuelta. Acomodó su mochila de mejor manera en su hombro derecho y caminó junto al rubio hacia la puerta para salir. En el momento en que estaba por abrir la puerta, esta misma fue abierta por Chanyeol el cual puso una sonrisa burlona al ver el ojo hinchado del menor.

—Oh, JungKookie, no te había visto en todo el día. ¿Qué te pasó en el ojo? —preguntó con un claro cinismo, aún mostrando su sonrisa de diversión.

El castaño no podía ocultar el disgusto que tenía hacia el recién llegado. Puso los ojos en blanco, dignándose a responder, pero se le adelantó su compañero.

—¿Y tú qué mierda crees que pasó? ¿Acaso eres estúpido?

Tanto Chanyeol como JungKook se sorprendieron por la repentina intervención del rubio. Chanyeol lo miró de mala manera y la tensión del lugar se volvió más pesado. Rápidamente JungKook tomó del ante brazo a YoonGi para salir de una vez del baño. Sin hablar, comenzaron a caminar hacia la salida de la escuela.

—JungKook, tú realmente tienes muchos enemigos en esta escuela, ¿no es así? —cuestionó YoonGi, rompiendo el anterior silencio.

El castaño suspiró y siguió caminando, paseando su mirada por los pasillos.

—Realmente no sé cómo —suspiro—, pero de un momento a otro aparecieron muchas malas personas en mi vida.

Extrañamente JungKook se sentía sensible, a consecuencia, sintiéndose patético.

—No debimos habernos ido del baño, pudimos haber golpeado a ese imbécil —habló con molestia YoonGi.

Sí, el menor podría haberse quedado a desquitar toda su rabia, pero luego TaeHyung se enteraría de lo ocurrido y las consecuencias habrían caído en él, además de probablemente involucrar al rubio.

—Eso no hubiera sido para nada conveniente, digo, acabo de pasar por la oficina del director por pelear con otro chico —explicó, mirando a YoonGi quien ya había entendido su punto.

—De acuerdo, tienes razón. Sé que no somos muy cercanos, pero si necesitas ayuda en algún momento sólo pídemelo, ¿bien? —ofreció con amabilidad y una cálida sonrisa.

JungKook sonrió, negando mientras que palmeaba la espalda del rubio y volvían a caminar juntos.