Call Me Daddy ➳Taekook

Una de la primeras veces de JungKook

JungKook sintió un ardor en su interior desde que la polla de TaeHyung había comenzado a adentrarse en él, hasta estar completamente en su interior. Mordiendo con fuerza la almohada que estaba frente a él, a la vez que tensionaba sus puños que se encontraban tras su espalda debido a que sus manos estaban esposadas.

TaeHyung acarició las caderas del menor mientras permanecía quieto, era la primera vez de éste y no quería traumatizar por completo a su mascota.

—Sólo relájate, te dolerá más si sigues así de tenso —aconsejó para luego dar una leve palmada al trasero del menor—. En verdad te pido que te relajes, puedo sentir las paredes de tu ano apretar mi pene.

JungKook se avergonzó ante el comentario burlón que le había hecho el mayor, sin embargo, siguiendo su consejo, tomó aire e intentó hacer lo que le pedía.

TaeHyung al verle relajar sus músculos, habló; —Muy bien, JungKookie —felicitó, comenzando a sacar lentamente su miembro del interior del menor, para luego dar una suave embestida que hizo gemir fuertemente a quien se encontraba frente a él, recostado en la cama y con el trasero levantado.

JungKook se abstuvo de soltar algún tipo de insulto hacia al mayor, liberando su dolor entre gemidos y pequeños gritos contra la almohada.

Definitivamente sus dedos no eran nada comparado con los atributos del mayor. Mientras recibía suaves y lentas embestidas, se cuestionaba cómo Bambam era capaz de soportar tal actividad tan tortuosa. Una embestida proporcionada a un ritmo más rápido lo logró sacar de sus pensamientos.

—Mierda, JungKook —jadeó el mayor para luego volver a dar otra embestida, aumentando la velocidad de estas—, estás tan jodidamente apretado —dio una nalgada al trasero del contrario—. Dime, JungKook —volvió a palmear su trasero—, dime cómo se siente.

El menor sólo aguantaba las embestidas, a pesar de que el dolor ya no era tanto como al principio, se sentía molesto de que TaeHyung haya logrado lo que deseaba. JungKook lo había permitido, le había cedido lo único virgen que tenía a una persona que detestaba. Ya no había vuelta atrás, se sentía molesto consigo mismo, pero como lo planteado antes, no había nada que hacer, por lo que sólo se relajó, comenzando a sentir un placer que se extendía por su cuerpo ante la estimulación que le estaba dando TaeHyung.

—Mmmgh —jadeó tras sentir otra de las embestidas. Apoyó su mejilla en la almohada—. Se siente... se siente raro —respondió entre suaves jadeos—, pero también se empieza a sentir bien —admitió con los ojos cerrados, concentrado sólo en las sensaciones nuevas que recorrían todo su cuerpo.

TaeHyung sonrió más que satisfecho por aquella respuesta, y dio vuelta al menor para que quedara apoyado sobre su espalda. Separó sus piernas, y se adentró nuevamente en él.

—Buen chico —dijo mientras acariciaba sus muslos, dio otra embestida y se acercó a la boca del menor para devorarla. JungKook correspondió el beso.

Las penetraciones que recibía JungKook ahora eran rápidas y profundas, llegando a tocar su punto dulce. JungKook dejó escapar sonoros jadeos, mientras disfrutaba de las estocadas del mayor, como si entre sus gemidos estuviera pidiendo por más. Claramente TaeHyung no tuvo problema alguno en cumplir lo que pedía el cuerpo del menor, hasta que sentía que estaba por venirse, acercó sus manos al anillo de cuero que impedía que JungKook pudiera correrse para quitarlo, al instante el semen de JungKook manchó su abdomen.

TaeHyung algo molesto, limpió con sus dedos parte del semen que quedó impregnado en su abdomen, llevándolos hasta la boca de JungKook.

—Lámelos —ordenó, y JungKook cerrando sus ojos con algo fuerza accedió a ello, saboreando su propio sabor.

El mayor sonrió ante la obediencia del contrario, y tras dar unas últimas estocadas, salió del interior del menor, corriéndose sobre las pantimedias que éste traía.

Ambos se encontraban rendidos, pero antes de dormir TaeHyung se limpió lo que quedaba de semen en su abdomen con unas toallas desechables, para luego quitarle las esposas al menor, el cual sintió alivio en sus muñecas y aprovechó de quitarse aquel incómodo traje.