Ni en tus mejores Sueños (Vanessa Hudgens)

3.Día con mamá

Arriba foto de la mamá de Ashley, Ana

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Ya en casa lo primero que hago es ir directo a la cocina. Mi barriga me ruge como leona hambrienta perdida por el bosque. Que hambre tengo... me duelen muchísimos los pies y los párpados me pesan del cansancio.

–Vamos a ver que hay en la nevera –Digo como si hablara con alguien. Meto la cabeza en la nevera para mirar a ver si estaba el pollo que mi madre guiso a noche.

–¿Hablando sola? –Choco con la puerta pequeña del congelador de la nevera que no me había dado cuenta que estaba abierta ¡La madre que lo trajo! Que maldito susto–  Por Dios Ashley, si te asusta con todo –Dice riéndose.

¿Donde esta el chiste de golpearme con la puerta de la nevera?

–Pues a mí no me hace gracia tarado, la que se llevo el golpe fui ¡Yo! –Digo con una mirada de asesina.

–Solo te iba decir que la abuela llamo y quiere hablar contigo y con mamá –Me guiña un ojo.

–La llamare después de comer algo decente –Digo mientras meto el pollo en el microondas–   ah, por cierto tengo un celular nuevo, así que cuidado, revisa el tuyo te deje un mensaje ¿Ok?

Si, me se el numero de el y de mi madre de memoria para casos de emergencia... nadie sabe.

Asiente y sale de la cocina. Hoy será una tarde de limpieza. Después de esto caeré muerta en la cama, se los juro. Tengo que colocar toda mi ropa en su lugar, limpiar la casa media amueblada y entre otras cosas– Hay que comprar varias cosas para esta casa –Pienso, Mirándola de arriba abajo. Otra vez suena mi barriga. Si cariño ahora te doy de comer.

Después de terminar de comer, descargo todas las canciones que me gusta en el celular para poder limpiar con más ánimos. Les dejo unos mensajes a mis amigas en mi cuenta de twitter con mi número nuevo, ya que me llamen ellas. Luego de eso hablo con mi prima Roselt contándole con detalle todo lo que me ha pasado en estos dos días y medio que llevo aquí. Ya cuando termino de hablar con todos, empiezo a limpiar. Suena la canción de Money On My Mind de Sam Smith. ¡Ahora sí! Me pongo un pantalón largo de estar en casa y blusa ancha para estar mas comoda, me recojo el pelo en una cola y listo.

Dos horas más tarde, he terminado. Solo falta que mi madre arregle su cuarto y que mi hermano se encargue del suyo. Tampoco soy su sirvienta.

De pronto suena el timbre de la casa. ¿Quién será?, Miro por el mirador y veo el cartero con un rosa ¿Una rosa? ¿Para Bryan? , Me parto de risa. Abro la puerta y la recibo.

–Para la señorita Ashley –No, puede, ser. No estoy sorda ¿Verdad? que Bryan no salga por favor.

–Soy yo, Gracias –Firmo y me quedo con una rosa blanca en las manos. ¡Qué bonita!, cierro la puerta y busco algo donde ponerla. ¿Quién me la habrá mandado?

Veo salir a Bryan.

–Admirador secreto eehh.... –Dice con una media sonrisa, con cara de malicia.

–Que te importa, metete en tus asuntos niño ¿Qué? ¿Envidia? –Digo alzando un ceja.

–No seas ridícula, es de gay recibir flores.

–Que poco romántico eres niño.

–Voy a dar una vuelta regresare en la noche he hecho par de amigos, sabes que soy muy sociable y hemos quedado –Y es verdad es muy simpático cuando se le da la bendita gana y con quien le da la real gana. Me guiña un ojo y se dirige a la puerta.