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   En estos días, las cosas no son muy importantes. Me dedico a entrenar con las Vixens, paso tiempo con mis amigos y bueno, Juggie. Este adolescente de gorro me trae loca, demasiado. Sus ojos tan cambiantes y transparentes como el agua del mar de Florida son impresionantes y odio aceptar de que agradezco ser la única que piensa en él de esa forma. Creo que si otra chica más linda que yo viniese, él se replantearía dos veces el estar conmigo.

   Ahora más que nada estoy muy ansiosa, porque será su cumpleaños esta semana y quiero prepararle algo perfecto.

   Ahora más que nada estoy muy ansiosa, porque será su cumpleaños esta semana y quiero prepararle algo perfecto

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   Estoy en casa de Archie, mirando un poco de tele con él y mi novio. El pelirrojo está acostado en su cama escribiendo algunas canciones y yo estoy echada a su lado, dejando mis zapatos en su cabeza y aplastando con mi codo izquierdo su pierna. Acaricio el cabello de mi príncipe azul, al menos el que puedo ver y sentir a través de su gorrito. Aunque de vez en cuando, mi amado hace la cabeza para atrás, permitiéndome darle un beso, para que sonriamos como los bobos enamorados que somos.  Freddie se adentra en la habitación, un tanto cansado.


—Yo... Yo me marcho —anuncia un tanto consternado—. Lo siento por faltar a tu cumpleaños este fin de semana, Jug.   

—No se perderá de nada, señor Andrews, es otro día más —explica él con el teléfono en la mano

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—No se perderá de nada, señor Andrews, es otro día más —explica él con el teléfono en la mano.

—Arch, ¿puedes darme una mano abajo? —los dos desaparecen por la puerta y yo me dedico a hablarle a mi ojitos transparentes

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—Arch, ¿puedes darme una mano abajo? —los dos desaparecen por la puerta y yo me dedico a hablarle a mi ojitos transparentes.  

—Cariño, tu cumpleaños no es ningún otro día más —piensa replicar, pero lo hago callar con un beso—. Ya, sé que no te gusta festejarlo, pero hagamos algo, tú y yo. Solo nosotros.

Daboia Russell |Jughead Jones|Where stories live. Discover now