C |62|

1.1K 112 103
                                    

   Han pasado quince días y todavía sigo con las esperanzas de que alguien que no sea mamá y papá me venga a visitar. Quizás Jug, o Betty, o Cheryl, Ronnie, o las Serpientes me vendrán a ver, o al menos eso espero. Seguiré aquí hasta que en tres meses se realice el juicio. Ustedes dirán: Cam, ¿entonces por qué te tienen encerrada? Pues, debo cumplir esa condena por daño y perjuicio a la ciudad en los alborotos el día de los alborotos, en el cual me convertí asesina y además acudí a una guerra de bandas. Merezco estar aquí, de todas formas, yo me lo busqué.

   Isaac tiene un humor sarcástico al que he aprendido a soportar ya que está empeñado en molestarme a cada momento

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

   Isaac tiene un humor sarcástico al que he aprendido a soportar ya que está empeñado en molestarme a cada momento. Así que, de a ratos disfruto estar a su lado, cuando no está criticándome a mí o a mis amigos. Extraño mi teléfono, es increíble lo atada que puede estar una persona ante los aparatos tecnológicos, te lavan el cerebro. Aún así, daría lo que fuera para pasar las tardes mirando memes, o tutoriales de maquillaje. El lado bueno es que hay bastantes libros de literatura adolescente en la pequeña biblioteca de este correccional, así que estoy bastante entretenida, haciendo reposo por mi costilla, cual no me duele tanto últimamente. Además de platicar con Archie, reforzando nuestra relación otra vez. A fin de cuentas, logré hacer que nos dejaran como compañeros de celda. Unos cuantos billetes por aquí y por allá, me dejaron dormir en el catre de al lado.

   Apenas termino de atar mi corto cabello, el cual llega hasta mis hombros, en una pequeña coleta, uno de los oficiales se me acerca lentamente

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

   Apenas termino de atar mi corto cabello, el cual llega hasta mis hombros, en una pequeña coleta, uno de los oficiales se me acerca lentamente. Se nota exasperado, o tan solo agotado de las largas horas de trabajo que debe soportar en este infierno. Elevo una ceja ante su suspiro y decido prestarle atención, quitando mi vista del engrasado espejo de mi celda compartida.

—Russell, tienes visitas —asiento levemente, comenzando a caminar por delante de él luego de que me abre la puerta, o mejor dicho, jaula. Quizás es papá que desea darme los detalles de cómo será mi juicio, o mamá, que ha salido del hospital temprano y quiere corroborar que no he muerto. Tal vez quiere asegurarse de que su bebé no está igual de loca que su otro hijo, o que no nos hemos matado mutuamente—. Sinceramente, no lo entiendo, con tu conducta, deberían darte arresto domiciliario. No pareces violenta, al menos te has librado de toda pelea por aquí, lograste controlar a los Serpientes y hasta ahora los Ghoulies no se te acercan. Para mí pareces un ángel.

Daboia Russell |Jughead Jones|Onde histórias criam vida. Descubra agora