Daboia Russell |Jughead Jones|

C |46|

   Luego de varios minutos de viaje, finalmente llegamos a la gigantesca mansión. Bajamos de la limusina y comenzamos a caminar a medida que escuchamos a Ronnie.

—Cuando era pequeña, solíamos venir aquí cada verano, cada vez que papá se escapaba por un fin de semana.

—No estabas bromeando, realmente parece la película de la última casa a la izquierda —bromea Jug y yo lo codeo en apoyo, sonriendo abiertamente.

—Los ayudo con las maletas —dice el chófer de los Lodge.

—No, no, nosotros podemos —refuta V—. ¿Archie?

   Yo empiezo a trotar entre carcajadas, tomando la mano de Jughead.

—¡Vamos antes de que Archie nos obligue a bajar nuestras maletas!

   Al entrar, es increíblemente rústico y hermoso, no tengo las palabras exactas para expresarme.

—Bienvenidos a lo que humildemente me gusta llamar, "Lodge Lodge" —le doy un pico a mi Juggie cuando noto que los tres nos miran fijamente con el ceño fruncido.

—Ya, ¿qué es lo que les ocurre? Llevan toda la mañana así —decide hablar de una vez por todas mi gorrito.

   Betty le niega al pelirrojo, pero él, entrometido como siempre, espeta.

—C te está siendo infiel, Jughead —los dos abrimos los ojos sorprendidos. Teclea algo en su teléfono y nos lo muestra, somos Sweet Pea y yo besándonos, es de hoy temprano. Demonios, esto es como un déjà vu. Me recuerda al día de la iniciación de Jug y mía—. Y no podemos verlos juntos sabiendo lo que hizo.

—¿Qué demonios...? —murmura él y frunce el ceño. Por un momento me asusto, pensando que todo había sido un malentendido. Pero al instante me doy cuenta de que él está furioso por otra cosa.

   No los dejo decir nada más, porque lo tomo de la muñeca y lo arrastro a la que se supone que sería nuestra habitación y velozmente cierro la puerta, sentándome en la punta de la cama. Lo observo tomarse el puente de la nariz, furioso.