Daboia Russell |Jughead Jones|

C |75|

Me acabo de enterar que este capítulo se había despublicado por sí mismo, wtf

—A ver, explíquenme todo de nuevo —nos ordena FP.

   Estamos en el búnker, mintiéndole a mi suegro, el nuevo sheriff, sobre la muerte de Tall Boy. Lo más gracioso es que el cuerpo está debajo del catre en el que se encuentra sentado. Me corrijo, no es nada gracioso, es turbio. Lo siento, tengo una mente un poco retorcida.

   No me malinterpreten, yo les dije a los chicos que le contemos toda la verdad, pero no aceptaron.

—Lo llevamos amenazado hasta la estación de autobuses y lo subimos a uno que salía de la ciudad —miente mi novio de forma poco habilidosa. No es que yo sea una máster en las mentiras, pero es escritor, podría haber inventado algo mejor.

—¡Mató a Joaquin! y déjame agregar que acosó de tu futura esposa —sí, eso hizo. Ya pagó por sus crímenes. Mi patada me dejó satisfecha. Lo bueno es que el único hombre, que no sea Jughead, ni Sweet Pea, me vio totalmente desnuda, ya está muerto—. ¿Y creíste que subirlo a un autobús era castigo suficiente? No me lo trago.

—Mira, tomé una decisión —Juggie está enojado de que su padre no le crea, pero es que es muy mala la mentira que escogió—. Siento que no estés de acuerdo, porque ya se ha ido.

—¡Hubieras dejado que Cam tome otra! —espeta, de la nada, provocando que deje de jugar con mi cabello. Odio que me comparen con el resto, no soy mejor que nadie—. Voy a fingir que les creo por ahora, idiotas. Ya tengo bastante con encontrar al potencial asesino de Hiram. La próxima vez que me veas, prepara una historia mejor.

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—¿A qué les debo el placer? —nos pregunta Hermione cuando nos sentamos frente a ella en su oficina de Alcaldesa.

   Resumiendo, ayer por la noche mientras estaba tranquilamente leyendo Percy Jackson en mi casa, Verónica contrató a mi novio para que él averigüe quién le disparó a su padre. Así que, como siempre, me guste o no, Jug me termina arrastrando en su investigación.

—Iré al grano, alcaldesa —prepara sus hojas y bolígrafo—. ¿Le disparó a su marido?

—¿Disculpa? —parece como si le hubiera preguntado una abominación—. Amo a mi marido.