Daboia Russell |Jughead Jones|

C |13|

   Esperen... ¿por qué se ríen a carcajadas y se golpean como si se conocieran de toda la vida?

—Davie-du, ha pasado vario tiempo, hermano —Jughead, quien tiene la misma expresión que yo, suelta un gran suspiro al escucharlos carcajear.

—Lo sé, Forsy-du, llevaba tiempo queriendo contactarte —los dos se levantan y se sacuden el polvo, sin eliminar las sonrisas de oreja a oreja.

   No entiendo nada, realmente. ¡¿Ya se conocían y nadie me lo había dicho?! Mamá aparece en escena y espero que tenga la misma reacción que mi novio quien está a cinco metros y todavía no ha reparado en mi presencia y yo, pero ella se abalanza al cuello de Jones mayor y lo abraza con tanto cariño que ya no sé que pensar.

   No sé la razón, pero recuerdo la pesadilla que tuve hace dos noches. Yo me encontraba casada con Archie y en espera de nuestro bebé. Nos cruzábamos a Juggie y a... ¿Betty? en un baile de graduados de años anteriores. Nos alegrábamos por ellos al ver que una adolescente rubia de ojos claros, alegre y hermosa en todos los sentidos colgaba del brazo de su padre, Jughead y yo no podía evitar observarlo. El quince años mayor quien me daba una mirada de arrepentimiento y al ver mi vientre a punto de estallar, quería morirse. La gran familia, Jughead Jones, Elizabeth aka Betty Jones, y la popular y inteligente JC Jones.

   Al parecer, según yo le di vueltas al significado al sueño, a esta edad, mi novio dejaría embarazada a mi mejor amiga en algo de una noche, un error. Nosotros terminaríamos la relación ya que él me habría puesto el cuerno. Sin embargo tomaría las responsabilidades y criaría ese bebé junto a la rubia queriendo ser mi novio de todas formas, ya que según él, me amaba. Yo le diría que no podría soportar verlo con un bebé de ellos dos y una madrugada, la noche antes del casamiento forzado de los dos adolescentes, cuando nadie se lo esperase y él no pudiese detenerme,  yo me iría de Riverdale con mis padres y mi corazón partido en dos ante tal traición. Se puede notar que volví unos siete años después, ya graduada de la universidad donde al encontrarme con el pelirrojo Andrews y entablar una relación amorosa, nos mudaríamos a la ciudad de su madre y comenzaríamos una vida juntos, convirtiéndome en la señora Andrews, en vez de Jones, quedándome embarazada de un pequeño niño pelirrojo y no de uno pelinegro, el cual le hubiese comprado un gorrito en forma de corona, como Jug.

   La verdad, que fue una pesadilla bastante terrorífica y fantástica, eso no pasará. Mi castaño de ojos transparentes nunca me haría eso.

   ¿Habrá pasado algo parecido entre mamá, papá y FP? ¿Serían tan amigos que al ella enamorarse de mi padre, dejaron de lado a su mejor amigo? O peor ¿El señor Jones estaría tan enamorado de mi madre que tuvo que alejarse ya que vivía en brazos de otro hombre? O no, solo dejaron de hablarse por casualidades de la vida y ahora el destino los ha vuelto a unir. Bueno, un destino llamado Jughead Jones y Cam Russell.

—Mírate Laurel, los años no te arrastran a la vejez —se burla cuando se separan y la puede observar bien—. Siempre supe que tenías en tu poder la fuente de la eterna juventud.