Daboia Russell |Jughead Jones|

C |29|

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   Otra vez nos encontramos en este sótano, donde hay gente llenando Jingle-Jangle. Me enfrento a Alex el león y le hablo de forma seria.

—Mis chicos y yo queremos retarlos a una carrera —propongo, mostrando mi escote de forma descarada.

   Archie me ha hecho vestir así a propósito, para insinuarme y lograr que acepten el trato. Me siento extraña vestida de esta forma. E incluso me he maquillado los ojos de badgirl. Tengo puesto un top, no llevo brassier por lo cual mis senos se ven más grandes que lo normal, arriba mi campera de las Serpientes desabrochada y el short más corto que me he puesto jamás. Hasta me tuve que poner una tanga, y me duele, aiuda. 

—Si ganamos, los Serpientes siguen siendo autónomos y ustedes dejan de traficar Jingle-Jangle en el instituto Southside.

   Malachai se rasca la nariz, un poco fastidiado.

—¿Y si ganamos nosotros?  

—Nos retiramos, y pueden seguir contaminando Southside con vuestras pajitas de la muerte.

   La verdad que mi Juggie es todo un hombre ahora. Bueno, siempre lo fue. Mucho más con lo que tiene entre piernas, eso lo hace un súper hombre muy bien dotado. Oh por dios, esta ropa me convierte en una zorra que sólo piensa en el miembro de Jughead. No lo hacemos desde la noche del  aniversario de Riverdale... desde nuestra primera vez.

—Así que el Príncipe de las Serpientes tiene pelotas, aunque no mucho más. A menos que su alteza quiera poner parte del territorio de la Princesa sobre la mesa, no tengo motivos para acceder a esta carrera. 

   Se oye la puerta y cuando volteo, mis ojos se abren desmesuradamente.

—Estaban siguiéndome. Han intentado entrar en el garaje.  

—¿Verónica?

—¿Betty?

—¿Archie?

—¿Jughead?

   ¡Burro! Okey, no estamos en Shrek.

—¡¿C?! —preguntan las dos observando mi look. Oh, soy una prostituta barata, lo siento chicas. 

—¿Qué hacen aquí? —decimos los cinco a la vez. 

—Esperen, ¿estas zorritas son suyas?